El Periódico de Monagas
Ernestina Herrera

01 Dic, 2023.

Roberto Briceño León, director del Laboratorio de Ciencias Sociales, dijo que el alto costo de la vida en el país obliga a los ciudadanos a buscar otras alternativas para generar ingresos económicos que les permitan cubrir gastos importantes en el día a día.

Al menos 20% de las familias venezolanas venden activos para poder subsistir y cubrir gastos, como la inscripción de los hijos en las escuelas o en cuestiones relacionadas con la salud. Así lo indicó el sociólogo Roberto Briceño León, director del Laboratorio de Ciencias Sociales, en la presentación de las perspectivas para el próximo año del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno, una dependencia académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello.

“20% de las familias venden activos para poder subsistir y cubrir gastos como inscripción a escuelas, pagos por necesidades de salud”, manifestó el profesor, citado por el medio digital Crónica Uno. Indicó que el alto costo de la vida en el país obliga a los ciudadanos a buscar otras alternativas para generar ingresos económicos que les permitan cubrir gastos importantes en el día a día.

Esa situación se presenta a pesar de que hay personas que ganan más del sueldo mínimo, que está establecido en 130 bolívares.

Aumento de productos y servicios

«Las personas ganan más, pero como deben pagar más por todo, por lo que se mantienen en conflicto», afirmó Briceño León, que señaló situaciones como el aumento de los precios de los productos y el pago de servicios básicos (electricidad, agua, telecomunicaciones). Eso además de los problemas que se presentan.

El sociólogo expresó que la incapacidad del Estado de proveer fuentes de empleo y un salario que cubra las necesidades básicas de los ciudadanos ha llevado a que las personas intenten conseguir una independencia económica con el emprendimiento. Y esa autonomía, indicó, ha provocado un distanciamiento hacia el gobierno de Nicolás Maduro.

Esa situación también está también apoyada por el hecho de que hay mayor resignación en los venezolanos por deficiencias en los servicios. «Se acepta calladamente la precariedad y la obligación de llevar insumos al momento de ir a hospitales, que deben solucionar pagándole a algún funcionario de Corpoelec para solucionar un problema de electricidad», señaló.

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