Prensa OVV Guárico

Guárico se ubicó entre los 12 estados más violentos de Venezuela durante el 2021, con una tasa de 33,3 víctimas letales por cada cien mil habitantes (100m/h),  según las cifras reflejadas en el informe anual regional del Observatorio Venezolano de Violencia Guárico (OVV Guárico). Estos datos fueron anunciados por Adrián González, el coordinador del OVV regional, durante una rueda de prensa virtual ofrecida a medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales (ONG) de la región.

González explicó que la tasa en cuestión muestra el número de decesos por cada cien mil habitantes ocurridos como consecuencia de eventos de violencia interpersonal, clasificados en: homicidios, resistencia a la autoridad, muertes en averiguación y desapariciones.

El representante del OVV en Guárico, resaltó que los datos muestran una disminución en la tasa de muertes violentas en el estado, con relación a 2020, cuando la estadística arrojó 48,5 muertes violentas por cada cien mil habitantes.

Estima González que el descenso obedece a múltiples factores, entre los que destacó, que la migración forzada de la población joven (15-29 años) es un elemento fundamental a considerar al momento de intentar comprender la tendencia a la baja de las muertes violentas, en Guárico y en el resto del país. “Uno de los efectos netos de este cambio demográfico es la reducción de la proporción de jóvenes en la población que conduce a que menos víctimas, y delincuentes potenciales, se muevan por el estado”. Agregó que otro factor a considerar es el efecto moderador de la violencia ejercido por algunas organizaciones criminales que operan en la región, como “El tren del Llano” (en el norte del estado) y los grupos armados foráneos ELN, además de las disidencias de las FARC (sur del estado). Explicó González.

Muertes en averiguación y desapariciones: Marcadas tendencias

Los datos obtenidos en el  informe anual regional de violencia indican, como se dijo anteriormente,  que  Guárico presenta una tasa de muertes violentas de  33,3 por cada 100m/h. Al discriminarlas por categorías, se observa que la de  Muertes por Averiguación  arrojó la mayor tasa con 15,8, seguido por Homicidios con 9,8; Desapariciones 4,4 y Resistencia a la Autoridad 3,3.

El registro de letalidad en Guárico muestra una marcada preponderancia hacia las muertes en averiguación y desapariciones que, unidas,  da como resultado una tasa de 20,2 víctimas por cada cien mil habitantes (cerca de 61% de la tasa total de este año), lo que representa un incremento de más del 41% con relación al 2020, año en el que se promediaron 14,3 muertes por cada 100m/h. En este renglón se encuentran todos aquellos casos que no fueron esclarecidos por los organismos de investigación, que suelen ser calificados como zonas oscuras de la criminalidad.

Los Homicidios, aun cuando se ubican  en  segundo lugar dentro de los decesos violentos en la entidad, a  diferencia de las muertes en averiguación y desapariciones, mostró una baja de poco más de 37%. Igual sucedió con resistencia a la autoridad, cuyo descenso estuvo por el orden del 82%.  Al compararlas con las tasas de 2020, tales categorías registraron 15,7 y 18,5  víctimas por cada cien mil habitantes, respectivamente.

Para finalizar, a manera de hipótesis de trabajo, el informe del OVV Guárico, señala algunas líneas de reflexión. Una de estas, gira en torno al poder que opera tras la ausencia del Estado en buena parte del territorio de la entidad, lo cual da paso a una especie de caos por soberanía fracturada que en cierta forma pudiera resultar beneficiosa para algunos actores estatales y no estatales. Otra línea de interés emerge como consecuencia de la primera, y alude a la ausencia de disuasión de la violencia en los diversos mercados lícitos e ilícitos que operan en esos territorios, dejando a la colectividad con certezas relativas sobre quién es el actor responsable, cada vez que se producen explosiones de violencia. “En otras palabras, una especie de control social que se alimenta del no saber. Igualmente reviste gran interés el grado de “hibridación entre las economías legales, semi-legales e ilegales además del carácter simbiótico que estas vienen adquiriendo en la región.” Concluye el informe.