Prensa OVV Sucre

La violencia e inseguridad ponen en riesgo la productividad en el oriente venezolano, en especial el desarrollo pesquero del estado Sucre, como consecuencia de la acción de la piratería marina.

El presidente de la Asociación de Pescadores del municipio Cruz Salmerón Acosta y miembro de Fetrapesca, Heriberto Rodríguez, indicó que persisten los problemas causados por la acción de la piratería marina en el sector pesquero, no solo en el oriente venezolano sino en todo el país.

Rodríguez indicó que solo en 2019 fueron atracados 120 pescadores en altamar y aseguró que antes de finalizar el primer trimestre de 2020, más de 150 pescadores han denunciado nuevos hechos de violencia.

“La inseguridad no se ha detenido en ningún momento. En noviembre pasado se robaron ocho plantas eléctricas y a los pescadores no le hicieron nada porque no estaban cuando llegaron los delincuentes; en diciembre se robaron cuatro plantas más. Durante el mes de marzo de 2020 en la costa entre Merito y El Cedro (municipio Cruz Salmerón Acosta), se robaron unas nueve plantas. Aquí ha habido muertes, heridos, personas que se han tirado al agua. No hace mucho, en la población de La Angoleta donde funciona nuestra sede, agarraron a un pescador, lo llevaron en bote y lo tiraron afuera de Caigüire en Cumaná y gracias a Dios el muchacho fue conseguido por otros lancheros, porque si no se hubiera ahogado”, detalló el dirigente.

Asimismo, explicó que es difícil para los pescadores recuperar los motores robados.

“En 2018 recuperamos cinco motores con la Fiscalía porque la Guardia Costera los encontró en la población de Taguapire, y el Fiscal que nos atendió les ordenó entregarlos, pero el robo en altamar no ha faltado”.

Heriberto Rodríguez expresó preocupación por la indiferencia complaciente del Estado venezolano frente a las constantes denuncias que realiza el sector.

“El Estado se hace de la vista gorda cuando los pescadores hacen su denuncia. He llamado para que salgan a vigilar, para que detengan a los piratas y no hemos obtenido respuesta favorable”, aseveró.

Con la denuncia del dirigente del sector, queda en evidencia el riesgo que corre la tradición pesquera en el estado Sucre, que se desarrolla en 700 kilómetros de costa y que, en su mejor momento, llegó a garantizar más del 70% de las 560 mil toneladas de producción nacional (año 2000).

Violencia por tierra y por mar

El coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre), Jesús Subero, destacó que toda la productividad sucrense ha sido reducida a su más mínima expresión, producto de la violencia e inseguridad tanto en mar como en tierra.

“No solo los pescadores sino los productores agrícolas han cambiado sus horarios y espacios de labores, debido a que la delincuencia interviene en sus faenas en mar y tierra para apropiarse de sus enseres de trabajo y atentar contra su integridad física”, dijo.

La situación de violencia e inseguridad que se vive en el estado Sucre ha propiciado la presencia de una red delincuencial o circuito criminal, que tiene su ámbito de operaciones en las vías nacionales troncal nueve, la cual recorre desde Puerto La Cruz (estado Anzoátegui) hasta Güiria (municipio Valdez de la entidad), y la  troncal diez, que va desde Cariaco (municipio Ribero), se extiende hasta Maturín (estado Monagas) y llega hasta la población fronteriza de Santa Elena de Uairén (estado Bolívar).

“Las actividades criminales que se desarrollan en estos dos corredores viales tiene como norte el desplazamiento hacia la zona del Golfo de Paria para abarcar los municipios Valdez (Güiria), Arismendi (Río Caribe), Mariño (Irapa) y Libertador (Tunapuy), en los cuales se ha desarrollado el contrabando de droga, oro, cobre, gasoil, entre otras mercancías, además de la trata de personas, que tienen como destino las islas del Caribe”.

Estos corredores viales controlados por la delincuencia criminal cada día van en aumento, para pasar por encima de los pocos controles policiales y militares, que parecieran, más bien, permitir el desarrollo de acciones delictivas.

La violencia e inseguridad se han intensificado en el sector productivo, cuyos propietarios son continuamente amenazados y deben pagar cuotas de extorsión.

Las granjas productoras de huevos en Cumaná, la zafra de caña de azúcar y las cosechas de café son robadas constantemente. Los propietarios de haciendas, comercios y empresas en general, viven en la constante incertidumbre para transportar la mercancía porque los saqueos ya no solo se registran en la troncales nueve y diez, sino en las carreteras locales, y ponen en riesgo no solo el rendimiento de la actividad comercial sino la vida de productores, comerciantes, trabajadores y familiares.

Así fue confirmado en el Informe del sector agroproductivo desarrollado por el OVV Sucre, por medio de entrevistas con representantes y productores, al cierre del año 2018 y cuyo contenido fue actualizado en 2019.

FOTO Cortesía AL:

  • El estado Sucre llegó a representar 70% de la producción nacional.