El Nacional
María Emilia Jorge M. | mjorge@el-nacional.com
15 de abril 2016 – 12:01 AM
La violencia va en aumento en Venezuela y los niños y adolescentes no escapan a ella. En todo 2015 ocurrieron 6.455 casos contra menores de edad, 18% más que en 2014. La información fue recopilada y presentada por los Centros Comunitarios para el Aprendizaje, Cecodap, de 15.398 noticias publicadas en 34 periódicos nacionales y regionales.
Ocurrieron 1.026 homicidios de niñas, niños y adolescentes. De esas muertes, 177 se debieron a agresiones de los cuerpos de seguridad (174 de las víctimas eran adolescentes y 3 niños). Los homicidios cometidos por algún funcionario policial aumentaron 40% el año pasado con respecto a 2014. “Estas cifras son alarmantes, pero hay que recordar que no son todas las agresiones que ocurrieron, son solo las registradas en los medios de comunicación. Es la punta del iceberg”, dijo Fernando Pereira, coordinador general de Cecodap.
Las acciones violentas de los funcionarios, que en total ascendieron a más de 273, fueron descritas como enfrentamiento policial, ajusticiamiento, uso excesivo de la fuerza, Operación de Liberación del Pueblo o persona confundida con otra.
“Año a año hemos registrado cómo aumenta la violencia y no se han tomado las medidas para evitarlo”, alerta Pereira.
Carla Villamediana, responsable de la elaboración del informe anual de Cecodap, destacó que se incrementaron 29% los casos de adolescentes involucrados en hechos delictivos. De los 2.978 jóvenes registrados en actividades fuera de la ley, 84,39% eran varones; 5,10%, mujeres, y 10,51% quedó sin especificar. La mayoría, 39,22% de los reportes fue por robos; 8,83%, por narcotráfico; 8,53%, por homicidio; 7,86%, por porte ilegal de arma de fuego y 4,43%, por enfrentamiento policial.
“Aragua, Carabobo y Miranda concentran la mayor cantidad de casos de adolescentes involucrados en hechos violentos”, dijo Villamediana. Delta Amacuro, Yaracuy y Barinas fueron los estados en los que los menores de edad estuvieron menos implicados en delitos.
“La recomendación es implementar un registro de casos de violencia, discriminando por edad, sexo y estado en el que ocurre el hecho, que nos permita dimensionar realmente el problema de la violencia en el país y crear estrategias”, apuntó la experta. También pidió que se incluya a los niños, niñas y adolescentes en la búsqueda de soluciones y en la construcción de políticas públicas.
La meta: ser malandro
A principios de abril circuló por las redes sociales un dibujo en el que aparece una chica con un lazo en la cabeza y una pistola en la mano, junto a un hombre tirado en el piso sangrando. La leyenda de la imagen explicaba que ser “malandra” era la aspiración a futuro de la niña. Aunque luego surgieron dudas de la veracidad del dibujo, Marta Millán, psicopedagoga de Fe y Alegría, cree que lo reflejado en el dibujo es una tendencia. “Quizás no es algo visible, no dicen ‘quiero ser malandro’ en voz alta, pero su actitud y su acción los lleva a eso. Los muchachos nos preguntan: ‘Profe, ¿cuánto gana usted, para qué voy a querer ir a la universidad, sabe cuánto me meto yo jugando cartas?”. Millán aseguró que en las escuelas de La Pedrera y Mamera en las que trabaja les han quitado pistolas y cuchillos de los morrales a los muchachos. “¿Qué podemos esperar de los niños, niñas y adolescentes si tienen como referentes las figuras del malandro, del más vivo, del bachaquero, del dinero rápido?”, inquirió Pereira.
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