Prensa OVV Mérida
De acuerdo al informe elaborado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) durante el año 2018, Mérida se encuentra entre los estados del país con la menor tasa de muertes violentas. Sin embargo, aun cuando ese sitial podría verse como un aspecto positivo, los datos que presenta el estado andino duplica el umbral establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el nivel de epidemia. De acuerdo a los estándares de la OMS, cuando una región o país excede una tasa de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes se considera una epidemia o un problema de salud pública.
El informe, que se presentó a finales de 2018, refiere que el estado Mérida tiene la tasa de muertes violentas más baja del país para el año 2018 y así lo fue en el año anterior. De sus 23 municipios- explica la indagación- en 16 se presentaron hechos violentos conocidos y sólo uno se encuentra con una tasa de muertes violentas que está por encima de la tasa nacional. La región tiene una tasa de 24 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que duplica el umbral establecido por la OMS para el nivel de epidemia, seguido por Nueva Esparta, con una tasa de 30 por 100 mil habitantes.
Según el coordinador del OVV Mérida, Gustavo Páez, es necesario resaltar algunos puntos relacionados con las cifras aportadas por la investigación y que tienen que ver con la disminución en la tasa de muertes violentas, no sólo en Mérida, sino en todo el país. “En 2017 la tasa de muertes violentas del estado Mérida se ubicó alrededor de 26 muertes por cada 100 mil habitantes (100 mil/h). Para el 2018 se muestra un descenso. Este dato sitúa al estado en el último lugar como la entidad menos violenta de Venezuela; sin embargo, eso no significa que su tasa no sea preocupante, ni que además se constituya como una entidad segura”. Resaltó Páez.
A criterio del representante del OVV en Mérida, el descenso en el número de muertes violentas en el estado, tal y como es la tendencia general en el país y donde 17 estados, es decir, el 70,8% de las 24 entidades vieron disminuir sus valores, podría ser explicado en parte, por el éxodo de venezolanos al exterior y, por otro lado, por la elevada mortalidad de jóvenes que acontece en el país. “Múltiples estudios realizados en Venezuela y en otros países, han demostrado que la migración es selectiva según distintas variables, una de ellas es la edad. En Venezuela las personas víctimas de muertes violentas son individuos menores de 35 años de edad”.
En el informe se explica, además, que del total de delitos ocurridos en la entidad relacionados con violencia interpersonal (homicidios, tentativa de homicidios, secuestros, robos, violaciones, extorsión, amenazas de muerte) en 2018, el 43,6% fueron homicidios, 22,1% tentativa de homicidios y 16,2 robos con lesión. Estos tres delitos acumularon un 81,9%. Las edades de las víctimas de la violencia interpersonal con mayor frecuencia se ubicaron entre los 20 y 24 años (23,6%), luego le siguen 30-34 (16,6%), 25-29 (14,4%) y 15-19 y 35-39 (11,4% respectivamente). Las edades de los victimarios se concentran entre los 25 y 34 años (40%), y luego 20-24 y 35-39 (13,3% respectivamente). En cuanto al sexo se refiere, tanto de las víctimas como de los victimarios, se obtuvo que en el 91 y 83,3%, respectivamente, son del sexo masculino.
Violencia en el Eje Panamericano
Desde el punto de vista espacial, la zona del estado Mérida que presenta mayor violencia es el Eje Panamericano o Sur del Lago de Maracaibo. Dentro de los municipios con los mayores indicadores de homicidios, cuatro están en la zona panamericana. Es así como Julio César Salas (Arapuey) , Carracciolo Parra y Olmedo (Tucani), Alberto Adriani (El Vigia) y Obispo Ramos de Lora (Santa elena de Arenales) , se han convertido en área dominada por la violencia. “El municipio más violento de la entidad es el Julio César Salas, con una tasa de 92 fallecidos por 100 mil/h. Este municipio se encuentra ubicado al noreste del estado y limita con el estado Trujillo, ubicándose en el mismo eje que los municipios más violentos del estado Trujillo (Andrés Bello, La Ceiba) y del estado Zulia (Baralt), con lo cual la dinámica criminal parece responder a las mismas fuerzas delictivas vinculadas al tráfico de droga en el sur del Lago de Maracaibo y la carretera Panamericana”, reseña el informe anual.
Resulta relevante señalar que en 2018, la tasa pronosticada de muertes violentas de Julio César Salas resultó ser casi dos veces la de Antonio Pinto Salinas (Santa Cruz de Mora, segunda tasa más elevada del 2018 en la entidad) y es más de ocho veces la del municipio Sucre (Lagunillas) que registró la tasa más baja. “Se plantea que la hipótesis que cobra más fuerza para explicar el por qué se ha acentuado la violencia en la Zona Panamericana del estado Mérida, además de la inseguridad y por ende el aumento de las tasas de muertes violentas, es la de presencia dentro de los municipios propios del estado como en municipios vecinos pertenecientes a los estados Zulia, Táchira y Trujillo, de guerrilla, paramilitares, narcotráfico y bandas delictivas organizadas. Esto ha conllevado a la ocurrencia cada vez más frecuente de sicariatos (movido por el tráfico de drogas), muertes por encargo, enfrentamientos entre bandas, masacres, decapitaciones y descuartizamientos, entre otros delitos”, concluyó el profesor Gustavo Páez.