La Nación
Daniel Pabón

10 mayo, 2016

Casi la mitad, 46,65 %, de las 11 distintas modalidades delictivas que se cometieron en el Táchira durante los primeros tres meses del 2016 fueron homicidios. Dominaron en enero y bajaron en febrero, pero repuntaron en marzo. Los robos y las lesiones son el segundo y tercer delito con mayor incidencia durante este período.

Son parte de los resultados del estudio Caracterización del delito en el estado Táchira. Primer trimestre de 2016, un informe basado en cifras del observatorio de prensa del Observatorio Social del estado Táchira (OSET), en la Universidad Católica del Táchira (UCAT).

“Las condiciones para el delito están dadas en el Táchira”, concluyó la criminóloga Anna María Rondón, investigadora del capítulo Táchira del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), al presentar la investigación, basada en nueve variables, durante un foro celebrado recientemente en la sede Sabana Larga de la UCAT.

Visto por municipios, si bien San Cristóbal es el que concentra los mayores porcentajes de casos, en el interior del estado destacan Pedro María Ureña, García de Hevia y Junín. Los tres comparten el hecho de ser jurisdicciones fronterizas, interpretó Rondón.

Si se hace zoom en los municipios, los barrios de San Cristóbal con más incidencia delictiva son Puente Real, Bolívar, El Lobo, Genaro Méndez y San Carlos. En Ureña, en el mes de marzo repuntaron como los más violentos los sectores San Isidro y La Guajira, así como Libertadores, en San Antonio. También se trata de comunidades de frontera.

Con base en información de la prensa regional, el equipo de investigadores determinó que las víctimas son, en su mayoría, jóvenes entre 18 y 30 años. “La mayoría en edad productiva”, dimensionó Rondón. Aunque en un alto porcentaje no se informa ocupación de la víctima, la tendencia apunta hacia trabajadores de servicios.

Cualquier momento de la semana prácticamente es aprovechado para la comisión de delitos. El estudio sistematizó que 19,7 % ocurrió entre semana y durante el día, 29,5 % también de lunes a viernes, pero en la noche, y otro 11,5 % en las madrugadas. Se cae el mito de que solo ocurren los fines de semana.

Caracterizados por lugares, los sucesos están sucediendo cada vez más en la propia casa de las víctimas, demostró Rondón con base en las estadísticas. Una cuarta parte de los delitos de febrero sucedieron así. Llamó la atención de los académicos que los locales comerciales también están siendo usados como escenario.

Aunque el uso del arma de fuego oscila entre 50 % en febrero y 70 % en marzo (“¿de dónde salen tantas?”, se preguntó la criminóloga), crece el empleo tanto de armas blancas como de la fuerza física.

En general, la mayoría de casos se atribuyen a delincuencia convencional. Sobre las causas globales de la violencia en el estado, la principal motivación es el robo, seguido por una “tendencia en aumento” del sicariato. Entre otras razones, se cuentan las riñas y la extorsión, enumeró Rondón, también docente de la Universidad Católica del Táchira.

La visión oficial

En el foro “Análisis situacional de la violencia en el Táchira”, realizado en la UCAT, el comisionado Richard Lozada, de la Policía del Táchira, señaló estadísticas comparativas de la violencia entre el primer cuatrimestre de 2015 y el mismo lapso de 2016.

Si se aprecia de manera general el comportamiento de 11 hechos violentos en la entidad, se concluye que existen descensos mensuales este año que oscilan entre 16 % y 26 % en comparación con el año pasado.

Pero, analizado por delitos, por ejemplo el de homicidio, de las estadísticas oficiales enseñadas al auditorio se puede concluir que entre enero y abril de 2016 ocurrieron 67 sicariatos, 12 homicidios en ejecución de robo y 21 homicidios que comprenden riñas y otros, para un total de 100.

Entre tanto, la suma de los primeros cuatro meses del año pasado arrojó un balance de 82 homicidios, lo que sugiere que habría aumentado la comisión de este delito.

Las estadísticas delictivas de Politáchira, comparadas por días de la semana, se muestran bastante parejas: los más peligrosos durante el primer cuatrimestre de 2016 fueron los miércoles y jueves (16 % de incidencia cada uno), seguidos por los viernes y sábados (15 % cada uno). Los lunes (14 %), domingo (13 %) y martes (11 %) completan el gráfico.

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