Prensa OVV Lara
Morir de forma violenta, por asfixia mecánica, heridas por armas blancas o de fuego en su propia vivienda, para ser despojado de sus pertenencias materiales, es la realidad que están viviendo algunos adultos mayores en el país. Esta práctica se ha hecho recurrente, y el estado Lara no ha sido la excepción.
En los primeros siete meses del año 2020, se han reportado varios asesinatos de personas de la tercera edad. Uno de ellos fue el de Milvio José Peña, de 68 años, fotógrafo profesional, quien fue encontrado muerto y atado en sus extremidades en el interior de su vivienda, ubicada en el Barrio Unión, al oeste de Barquisimeto.
Este hecho conmocionó a la población, porque es uno de los muchos adultos mayores que se ha quedado solo en su vivienda y ha sufrido el delito fatal del homicidio. Para el sociólogo Carlos Meléndez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Lara (OVV Lara), esta práctica encierra un conjunto de variables que hay que incorporar al análisis; una de ellas se encuentra en las propias consecuencias de la emergencia humanitaria compleja. “En el país hay una gran cantidad de población mayor que vive sola, a causa de la migración forzada de sus familiares”.
“El éxodo masivo es de cerca de 4,5 millones de migrantes venezolanos en los últimos años, lo cual ha generado una transformación de la estructura familiar en el país. Los datos de la ONG Convite son de aproximadamente 960 mil abuelos que se han quedado solos esperando el retorno incierto de sus familiares”, recordó Meléndez.
Otra variable a considerar para explicar este fenómeno deviene del incremento de los robos y hurtos en las casas. “En algunos de los domicilios donde se han registrado asesinatos de adultos mayores, el delito termina tipificándose como homicidio con intención de robo. En muchos de estos casos, como lo señalan algunos registros policiales, se presenta resistencia por parte de la víctima y es allí donde se detona una violencia que en la mayoría de las ocasiones termina agravándose por los altos niveles de saña”, explica Meléndez.
Para el investigador y profesor universitario, el incremento de la violencia hacia los adultos mayores se genera en un contexto de la mayor crisis alimentaria de nuestra historia y de la aparición del fenómeno de la violencia por hambre. “De allí que se refleje un cambio de patrón en el delincuente hacia las personas vulnerables como los adultos mayores, quienes, al resistirse a ser despojados de sus bienes materiales, son asesinados de forma cruel”. Agregó que esta violencia se está observando, en mayor medida, en las zonas populares de la entidad, hecho alarmante, ya que expresa la integralidad de riesgos a la que están sometidas las personas de mayor edad en Venezuela.
“En el país no existen políticas asistenciales y de protección a los adultos mayores. Ya varias organizaciones han denunciado esta situación. A los adultos mayores se les está violando de manera sistemática sus derechos humanos, porque no cuentan con protección de ningún tipo”, dijo Meléndez.