Prensa OVV Lara
Carlos Betancourt, de 40 años, fue ingresado de emergencia al hospital Antonio María Pineda de Barquisimeto luego de que unos sujetos armados con machetes le agredieran para robar su bicicleta. Leonardo Santeliz, de 42 años, fue herido de un tiro en el abdomen luego de que unos hombres le despojaron su bicicleta en la avenida Florencio Jiménez. Éstos son dos de los seis casos de robo de bicicletas registrados este año en Lara en los que fueron heridos sus conductores. Se han detenido a 10 personas por estos delitos, según los reportes de los cuerpos de seguridad de la entidad.
Las seis víctimas, todos hombres, fueron agredidas y sus casos quedaron registrados porque debieron acudir a un centro de salud; sin embargo, también han ocurrido hechos de violencia que no son denunciados ante los cuerpos de seguridad debido a los altos índices de impunidad. No obstante, los funcionarios exhortan a las víctimas de robo y hurto de este tipo de medio de transporte a denunciar, porque de no hacerlo, el delito se invisibiliza. Según información publicada en la prensa regional que entrevistó a los responsables de los organismos policiales, solo se procesan los casos y se hacen patrullajes en las zonas donde exista notificación de transgresiones de esta naturaleza.
El diario “La Prensa”, publicó que los hurtos ocurren cuando las personas dejan sus bicicletas en las aceras para ingresar a los establecimientos comerciales. Los delincuentes son hábiles y logran burlar los dispositivos de seguridad.
Desde que se inició la cuarentena en el mes de marzo de 2020 y ante la crisis del transporte y dolarización de la gasolina, aumentó el uso de bicicletas como una opción de movilidad urbana e interurbana en Venezuela. La crisis dejó en evidencia el grave problema de transporte público, pero también la ausencia de patrullaje y el pésimo estado de alumbrado en las vías.
Una tradición de transporte en la entidad
Son muchos los habitantes del estado Lara que por tradición han utilizado la bicicleta como medio de transporte; también como forma de hacer deporte o recreación, y ahora como vehículo alternativo para llevar a cabo sus diligencias o asistir a sus puestos de trabajo, comentó Milagro Gómez de Blavia, ex candidata a la Alcaldía de Iribarren y promotora de convivencia ciudadana. Gómez ha impulsado iniciativas como el uso de ciclovías en Barquisimeto, que han tenido poco eco en las instancias gubernamentales.
“Los casos de hurto y robo de bicicletas en el estado Lara, forman parte del conflicto social del país; ya no solo por lo que viene acumulándose ante la ausencia de un sistema de justicia, unos cuerpos de seguridad justos y equitativos, sino también ante la escasez de medios de transporte. Se aprecia un bien desde su valor monetario, pero también por su función y utilidad; es un reflejo más del deterioro que experimentamos como sociedad y del estado fallido en el que vivimos,” dijo la abogada Gómez de Blavia.
Para Gómez, en el país se incrementó del uso de la bicicleta por la severa escasez de gasolina iniciada antes de la pandemia y la cuarentena. “Debemos estar claros que el robo de las bicicletas no es exclusivo del estado Lara, eso ocurre en muchas partes del mundo porque es un bien preciado desde el punto de vista económico y funcional. El asunto está en que acudimos a la bicicleta como un hecho excepcional; ahora es un medio de transporte, incluso interurbano. Lo ocurrido simboliza las carencias que tenemos”, señaló la ex concejal de Iribarren.
Cuando hay mayor cantidad de ciclistas en la ciudad, hay más probabilidades de registrar situaciones irregulares e incidentes. “En el país existe muy poca legislación sobre esta materia. Las iniciativas han sido muy dispersas. Una de ellas es la creación de ciclovías como una opción de movilidad. Pero, no hay previsiones desde el punto de vista de la vialidad y la exigencia mínima para que los ciclistas estén protegidos; pero es que, además, ellos mismos incumplen las normas mínimas como el uso del casco, rodilleras, luces. A ello, sumemos la imprudencia de los peatones y conductores; no hay una cultura del respeto por las disposiciones legales de tránsito. La poca señalización y la indiferencia de los ciudadanos son hechos abrumadores”.
Además del riesgo del robo, hay otros problemas para quienes usan este medio de transporte. “Hay que enfocarse en la cultura vial. Ahora con un mayor uso de la bicicleta son mucho más vulnerables sus conductores; están expuestos a accidentes. El ciclista también incumple las normas básicas. En otras ciudades del exterior, incluso de países en vías de desarrollo, existe la prioridad de la bicicleta a través de las ciclovías. Aquí no hay tal posibilidad, no existe ni en los planes urbanos. No hay canales propicios para orientar el uso de la bicicleta de una forma cívica”, asevera Gómez.
Creación de ciclovías
“La creación de ciclovías es una promesa incumplida desde hace muchos años en el estado Lara por los representantes gubernamentales. No se han abocado a realizar gestiones que permitan mejorar la vialidad y seguridad de los ciclistas; eso no es prioridad para ellos”, afirma Militza Yépez, profesora universitaria que tiene como medio de transporte una bicicleta.
A juicio de Yépez, los funcionarios de seguridad deben ir más allá de las recomendaciones a las personas de que no se expongan en las calles, que utilicen las vías donde haya puntos de control o que no circulen en bicicletas en horarios nocturnos, cuando más atacan los delincuentes. “La situación hay que verla desde varias vertientes (…) El problema de la seguridad del ciclista es complejo, no se consideran las particularidades de uso y se les limita a ciertos espacios, eso restringe su libertad”, explicó.
La profesora Yépez considera que es necesaria la sensibilización de conductores de vehículos más grandes acerca de la presencia del ciclista en ciudades como Barquisimeto, Quíbor o Cabudare. Eso pasa por el cumplimiento de las normas de tránsito que incluye semáforos, flechado y paso peatonal. Para el ciclista, circular por el canal derecho de la vía, usar casco y los accesorios de protección. Asimismo, en tiempos de pandemia, acatar las medidas sanitarias exigidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como mantener las medidas de bioseguridad, cumplir con el distanciamiento físico y utilizar el tapabocas.