Prensa OVV Región Capital

Aunque las estimaciones para 2024 del OVV arrojaron una reducción de las muertes violentas, no deja de preocupar que unos de los principales victimarios de los delitos reportados por la prensa hayan sido las parejas, exparejas, familiares o conocidos de las víctimas.

El femicidio y robo del que fue víctima Génesis Quintero, de 28 años, se convirtió en uno de los 34 casos contabilizados por el Observatorio de Prensa (OP) del OVV Región Capital en el mes de enero. La joven fue encontrada muerta por su madre dentro de su apartamento, ubicado en la urbanización Montalbán I, parroquia La Vega del municipio Libertador.

Las investigaciones policiales señalaron como principal sospechoso a Jovany Baptista, de 25 años, quien era el novio de Quintero. El día del crimen, la mujer se encontraba sola junto con Baptista, quien la sometió, la asesinó mediante asfixia mecánica y, posteriormente, huyó del lugar con varias pertenencias de la víctima.

El victimario fue detenido por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC). El hombre también estaba siendo investigado por el femicidio de una joven en Hoyo de La Puerta, municipio Baruta del estado Miranda, cometido en 2019.

Casos como el de Génesis Quintero caracterizan una parte importante del comportamiento de la violencia en la ciudad de Caracas. Aunque los resultados de las estimaciones para 2024 del del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) arrojaron una reducción de las muertes violentas, no deja de preocupar que unos de los principales victimarios de los delitos reportados por la prensa hayan sido las parejas, exparejas, familiares o conocidos de las víctimas.

Para 2024, se estima que la tasa de muertes violentas en Distrito Capital fue de 48,2 fallecidos por cada 100 mil habitantes. Si bien esta tasa es menor a la estimada en 2023 (50,8 muertes violentas por cada 100 mil habitantes), la capital del país aún se sitúa entre los estados de Venezuela con una de las tasas más elevadas, únicamente superado por el estado Aragua, cuya tasa fue de 58,8.

El resultado de la tasa en Distrito Capital viene de la sumatoria de tres componentes: los homicidios, cuya tasa fue de 8,9 muertes violentas por cada 100 mil habitantes; las muertes por intervención policial (MIP), con una tasa de 3,3; y las muertes en averiguación, las cuales significaron una tasa de 36,0. Estas tres variables, en términos numéricos, produjeron un estimado de fallecidos de 814, el cual representa 33 muertes menos que las estimadas en el año 2023.

Tabla: número de fallecidos y tasa de muertes violentas para homicidios, MIP y muertes en averiguación.
Fuente: equipo de estadística sede central del OVV.

Cabe destacar que las tasas de homicidios y MIP de 2024 se redujeron con respecto a las de 2023 y la tasa de muertes en averiguación se incrementó. En el componente de las MIP se encuentran aquellos fallecidos en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad del Estado o en presuntas ejecuciones extrajudiciales, mientras que las muertes en averiguación son homicidios cuya causa e intencionalidad aún no se ha determinado.

Una reducción con causa multifactorial

Para el OVV Región Capital, la reducción tanto en el número de fallecidos como en la tasa de muertes violentas entre 2023 y 2024 tiene su origen en varios factores: la migración de venezolanos, el cambio en las oportunidades del delito, la neutralización de algunas bandas delictivas por parte de los cuerpos de seguridad y la conflictividad política, social y ciudadana acentuada a partir del segundo semestre del año, que tuvo entre sus expresiones una mayor presencia policial en las calles.

Caracterizar las causas y los patrones de la violencia en Caracas es una tarea compleja. Sin embargo, las cifras del monitoreo de prensa del OVV Región Capital dan algunas luces al respecto: de los 222 delitos registrados por el OP en 2024, al menos 40% fueron cometidos por familiares y conocidos de las víctimas y casi 30% por la delincuencia común.

Gráfico: tipos de victimarios de los delitos en el Área Metropolitana de Caracas en 2024.
Fuente: OP del OVV Región Capital.

Dentro de los delitos perpetrados por familiares y conocidos de las víctimas, las parejas o exparejas aparecen en la mayor parte de los eventos, con 50% de los registros de prensa. En segundo lugar, se ubicaron los parientes consanguíneos, con 19%. Las motivaciones de estos crímenes incluyen frecuentes discusiones familiares, negativas al finalizar una relación sentimental, venganzas y robos, como el caso de Génesis Quintero.

Estas cifras representan un fenómeno a seguir observando con atención de mantenerse en 2025. En este sentido es pertinente mencionar que hay una tendencia a que situaciones de violencia entre personas cercanas a la víctima vaya en aumento. En 2023, la delincuencia había sido la principal victimaria de los delitos, estando presente en 45% de los sucesos registrados; mientras que los familiares y conocidos de las víctimas se ubicaron en la segunda posición, con 37%, y esta frecuencia fue mayor en 2024.

Reducción de las desapariciones y aumento de las lesiones

Las mediciones del OVV estimaron para 2024 al menos 198 desapariciones, para una tasa de 11,7 desaparecidos por cada 100 mil habitantes. Este componente tuvo una disminución con respecto a 2023, cuando la estimación fue de al menos 340 desapariciones y una tasa de 20,9.

En sentido contrario fue el resultado para los delitos catalogados como lesiones personales, graves y leves, cuya sumatoria alcanzó 1.915 en 2024 y una tasa de 113,5 lesiones por cada 100 mil habitantes. Si se compara con las cifras de 2023, cuando hubo 1.649 lesiones y una tasa de 82,5 esto indica un alza significativa que podría estar vinculada a una mayor frecuencia de delitos cometidos en los contextos intrafamiliares y de pareja.

El equipo del OVV Región Capital, insiste en la importancia de atención a las familias y las parejas, cuyos miembros pueden estar expuestos a distintos tipos de violencia. A la vez, aboga por políticas públicas que auspicien programas de educación familiar por la no violencia en los hogares, entre personas cercanas y conocidos, con herramientas para inculcar la paz, la sana convivencia, el respeto a la vida y la dignidad humana.