Prensa OVV Región Capital
Durante los meses de julio y agosto se observó una leve disminución porcentual de los hechos de homicidios registrados en el Área Metropolitana de Caracas (AMC). En julio, de 42 casos, 19 correspondieron a ese tipo de delito, lo que representó 45,2% del total; mientras tanto, en agosto, de 47 sucesos, 18 fueron homicidios, lo que significa 38,3%.
Estas cifras indican que el porcentaje de homicidios en julio y agosto estuvieron por debajo del promedio de lo que va de año, que es 51%. Además, evidencian un descenso respecto al mes de junio, cuando los casos de dicho tipo de delito se ubicaron en 50%. La razón de esto obedece principalmente a un incremento en sucesos como los robos y agresiones.
En julio, los robos representaron 38,1% del total de delitos, el segundo porcentaje más alto en un mes para lo que va de año; al tiempo que las agresiones significaron solo 4,8% de los casos. Para agosto, la proporción de robos disminuyó a 27,7%; pero la de agresiones se incrementó considerablemente a 19,1%.
Por otra parte, en agosto se observó una reaparición de casos de Muertes por Intervención Policial (MIP): se registraron cinco, que significan cerca de 10% del total de eventos violentos y delictivos registrados el mes pasado. La mayoría de estos hechos tuvieron que ver con incursiones policiales con víctimas letales en búsqueda de miembros de las bandas que controlan barrios y sectores parroquias como Petare o Filas de Mariche.
Familiares y conocidos continúan entre los principales victimarios
La delincuencia común se mantuvo como el principal victimario de los delitos en Caracas. Tanto en julio como en agosto, el porcentaje de sucesos relacionados con los delincuentes se ubicó en 56%. Llama la atención una vez más la proporción de casos cuyo victimario era familiar o conocido de la víctima, que fue 38% en julio y 20% en agosto.
Al profundizar en el tipo de relación que tenía el victimario con la víctima, se observó que en 75% de los casos el agresor fue la pareja o expareja, la madre o el padre u otro pariente de la víctima. Esta situación ratifica la conflictividad existente actualmente ámbitos como el hogar y la familia caraqueña, donde los problemas terminan en hechos trágicos de violencia.