La Nación
Debilidad. Ineficacia. Escasa actuación de las instituciones públicas del Estado responsables de garantizar la seguridad, la justicia y el orden social. Estos son los principales detonantes de la violencia que caracterizó Gloria Perdomo, coordinadora nacional del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
Distintos factores explican por qué ha aumentado el fenómeno. Uno tiene que ver con el debilitamiento de la cultura institucional. La especialista lamentó que la comunidad, frente a ese que es homicida o delincuente, prefiere no denunciar. ¿Por qué? En muchas ocasiones, la gente ha apreciado que avisa a los cuerpos de seguridad y no ocurre nada, o que el antisocial es apresado pero a los tres días recobra la libertad.
“Entonces, lamentablemente las personas han aprendido que no vale la pena denunciar a quien comete un delito, porque no va a pasar nada”. Paralelo a la ineficacia institucional discurre un segundo factor: la impunidad. El Ministerio Público ha admitido que en 98 % de sus casos no hay actuación.
Una de las consecuencias sociales son los linchamientos, entendidos por Perdomo como una situación de explosión social, rabia e impotencia. “La gente dice: ‘si este llega y me va a arrebatar lo mío, y no va a haber instituciones ni policías que hagan algo, yo mismo soy la ley’. Es como la violencia delictiva al revés”, razonó.
La número dos del OVV recordó que los mismos cuerpos policiales están siendo presionados por la comunidad para que ellos ajusticien. “Hay una presión porque, en la práctica, es un desespero del país a falta de justicia”.
En el observatorio también se muestran preocupados por el incremento sostenido de casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes. “Es una violencia que no cesa, que no logra de ninguna manera ser enfrentada, sino que por el contrario adquiere matices cada vez peores”, objetó Perdomo. No solo crece el número de niños víctimas, sino también la gravedad del tipo de delitos.
El año pasado, según informes de Cecodap, 750 niños y adolescentes venezolanos fueron víctimas de homicidios, hubo 6.455 casos de violencia contra menores de edad a escala nacional y 22 niños murieron manipulando armas. Por estas y otras razones, Perdomo llamó a “parar la fábrica” que es la violencia. (DP)
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