Prensa OVV Lara
En la región hubo 317 muertes violentas durante 2023, de las cuales, 76 correspondieron a homicidio intencional; 25 fueron muertes por intervención policial y 216 muertes clasificadas como muertes en averiguación o cuya causa no ha sido determinada por los organismos oficiales.
El estado Lara cerró 2023 con una tasa de muertes violentas de 19.2 por cada 100.000 habitantes, incrementándose en comparación con la tasa de 18.9 de 2022. Estos datos forman parte del Informe Anual de Violencia del Observatorio de Venezolano de Violencia (OVV).
Lara junto al estado Cojedes son los únicos que vieron incrementar la violencia letal en 2023.
Las muertes violentas expresadas en el número de decesos por cada 100 mil habitantes sucedieron en hechos clasificados, según la metodología del OVV, en tres categorías: homicidios intencionales, muertes por intervención policial y muertes por averiguación.
En la región larense hubo 317 muertes violentas en 2023, de las cuales, 76 correspondieron a homicidio intencional; 25 fueron por intervención policial y 216 clasificadas en la categoría en averiguación o cuya causa no ha sido determinada por los organismos oficiales.
Al analizar el conjunto de la tasa calculada por el OVV, el aumento más significativo ocurrió en los homicidios intencionales y en las muertes por intervención policial. En relación con los primeros, la variación fue de 14% y en los segundos de 76%, mientras que en las muertes en averiguación alcanza el 6%.
Los municipios con el mayor número de occisos en la entidad, por orden decreciente, fueron Iribarren, Morán y Torres. Iribarren, el más poblado y donde está la capital del estado Lara, Barquisimeto, concentró el 68% de la tasa de muertes violentas al registrar 23.2 por cada 100.000 habitantes; le sigue Morán, con 20.5, y Torres, con 12.5. Las parroquias con los índices más altos en el municipio Iribarren fueron Catedral, Concepción, El Cují, Ana Soto, Santa Rosa, Tamaca y Unión.
Violencia autoinfligida
En el registro anual efectuado por el OVV sobre violencia autoinfligida, el estado Lara se ubicó entre los cinco estados con más mueres en el país, registrándose una tasa de 10,2 por cada 100.000 habitantes. Mérida, Táchira, Distrito Capital y Trujillo, se situaron en los cuatro primeros puestos de la lista.
La violencia autoinfligida es un fenómeno complejo en el que inciden factores individuales, familiares y sociales asociados al abuso o a eventos socioeconómicos como la emergencia humanitaria que impacta en la salud mental de las personas. Entre los casos que causaron conmoción en la entidad los de niños, niñas y adolescentes. Por razones desconocidas, una menor de 10 años de edad se envenenó y una joven de 15 años saltó al vacío desde las torres de El Sisal, ubicadas al oeste de la ciudad.
Se mantuvo la violencia de género
En el año 2023 la violencia de género y los abusos sexuales a niños, niñas y adolescentes tampoco cesaron. Se trata de una población vulnerable que experimentó maltratos físicos, psicológicos y hasta la muerte, lo que constituye un problema de salud pública. Las políticas para atender este flagelo no han sido efectivas, se trata de uno de los peores rostros de la violencia en la entidad. Uno de estos casos sobre abuso y maltrato ocurrió en la ciudad de Quíbor, municipio Jiménez, donde un niño de 12 años de edad fue abusado sexualmente por su padrastro. El pequeño se quitó la vida.
Por otra parte, el año cerró con siete feminicidios en la entidad, situación que alarma se hace sostenible ya que el Estado aún no responde a su deber en el cumplimiento de las normas que garanticen una vida digna y sin violencia para las mujeres.