Prensa OVV Zulia

Las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el aumento de la violencia contra la mujer en el marco de las medidas de cuarentena relacionadas con el Covid-19, se han hecho efectivas en el país.

En el estado Zulia, según recopilación de datos realizado por el OVV de los medios de comunicación regional, en los últimos seis meses se ha reportado un total de 25 casos de violencia contra mujeres, de los cuales 5 resultaron en femicidio. Desde el mes de mayo a septiembre, los casos de violencia contra la mujer se mantenían en un promedio de 3,4 por mes, pero para octubre los casos ascendieron a 8, lo que representa más de un 100% de incremento. Es decir, de casi un caso por semana, en promedio, se pasó a dos casos semanales. Estas cifras no incluyen la violencia ejercida contra niñas y adolescentes, en la que también se observó un incremento, en especial de los casos vinculados a abusos sexuales. Son, además, datos probablemente muy por debajo del comportamiento real de este fenómeno, del cual sabemos existe un subregistro asociado, principalmente, a la no denuncia.

Del total de los casos de violencia contra la mujer registrados, de mayo a octubre, el 60% fue cometido por la pareja de la víctima. Tal es el caso de un funcionario policial que después de una discusión con su esposa la asesinó de un disparo en el rostro, hecho ocurrido en el municipio Mara. También el cónyuge que, en el municipio Cabimas, mató a su compañera clavándole un cuchillo en su cuello. Y el caso del marido que, al no aceptar la separación de su pareja, encargó su muerte a cuatro sujetos por la suma de 400 dólares, hecho ocurrido en el municipio Sucre del Sur del Lago.

En el mismo periodo, se registraron también varios intentos de femicidio en los que el cónyuge fue el agresor. Como el ocurrido en el municipio Catatumbo, de un hombre que, con un destornillador, agredió gravemente en la cabeza a su mujer. Y el sujeto, en el municipio Valmore Rodríguez, que le propinó a su esposa 8 puñaladas; en este caso, la víctima fue rescatada por miembros de su comunidad, quienes luego intentaron linchar al agresor, hecho que fue evitado por funcionarios policiales. En otras agresiones, las víctimas recibieron fuertes golpizas con puños y puntapiés o con objetos contundentes como tubos. En tres de los casos las agraviadas estaban en estado de gestación.

El 24% de las agresiones fueron cometidas por hijos en contra de sus progenitoras y por sobrinos hacia sus tías. Destacaron dos casos de agresores, uno del municipio San Francisco y otro de Maracaibo, que intentaron quemar vivas a sus madres.

Un 12% de los casos de violencia contra la mujer, estuvo asociado a la actividad delictiva. Una de ellas murió por la acción de grupos de extorsión que dispararon en contra de las instalaciones donde laboraba, por represalia ante la negativa de los propietarios a pagar vacuna. En otro caso, delincuentes le dispararon de gravedad, en la cabeza, a una mujer por resistirse al robo, en el municipio Sucre; y otra fue agredida a puños y puntapié para robarla.

El resto de los casos se vincularon con diferencias entre vecinos y asuntos de discordia por motivos diversos en las relaciones entre la víctima y su agresor. 

Otro dato importante es que la ocurrencia de casos se distribuyó en todas las subregiones del estado. Es un problema con presencia en todo el Zulia, por lo que pudiéramos afirmar que estamos frente a una alta probabilidad de violencia contra la mujer como un fenómeno cultural, que se extiende a la población en general y no solo a una parte de ella.

La coordinadora del OVV Zulia, profesora Raima Rujano, señaló que, a pesar de este incremento de la violencia en contra de la mujer, se observa que en el Zulia no se han diseñado estrategias para atender y reducir estos casos. “Hay una actuación policial cuando ocurren los hechos, pero no una política dirigida a la prevención que pueda anticiparse a los hechos, como exige el actual contexto. Solo se dan respuestas policialmente reactivas sin políticas educativas preventivas”.