Prensa OVV Sucre

La violencia es multifactorial y compromete el desarrollo de hombres y mujeres como víctimas y victimarios. Sin embargo, los casos de mujeres transgresoras pocas veces salen a la luz pública o son divulgados tanto por cuerpos de seguridad del Estado, como por los medios de comunicación. Las razones podrían encontrarse en situaciones culturales como el machismo y el temor a la burla por parte de las víctimas del género masculino.

La aseveración, forma parte de los hallazgos evidenciados por el equipo del Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre), en la investigación sobre Violencia, Desigualdad y Género, desarrollada entre los meses de agosto y septiembre de 2022, cuyos resultados fueron presentados en el foro “Mujeres Victimarias y Víctimas, Desigualdad Social y Violencia en Venezuela”, realizado en la Casa Museo del Poeta Andrés Eloy Blanco en Cumaná.

La investigación realizada bajo la metodología cualitativa, contempló entrevistas a expertos en materia de psiquiatría y desarrollo social, así como a victimarias en delitos y violencia política.

Igualmente la investigación contempló dos grupos focales con la participación de funcionarias pertenecientes a instituciones policiales, destacadas en la atención de casos de violencia de género y violencia comunitaria.

Es importante resaltar que en ninguno de los casos consultados (tanto de entrevistados como grupos focales), los participantes justificaron la violencia y agresividad. Sin embargo, al analizar los perfiles de las victimarias y las situaciones que se presentaron, reconocieron que pueden estar relacionados con el entorno familiar o social en que se desarrollan.

Los expertos entrevistados consideraron que las situaciones de violencia y agresividad han quedado en evidencia producto del encierro de la pandemia por Covid-19, aunque históricamente, siempre se han registrado casos de violencia, sobre todo debido a la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) pero muy especialmente, en el estado Sucre, donde los niveles de pobreza son cada día más notorios.

Precisamente, la EHC también ha puesto de manifiesto las casos en los que las madres de familia y mujeres cuidadoras, se aprovechan de la posibilidad de obtener beneficios sociales, bien sea a través de instituciones gubernamentales u organizaciones sin fines de lucro, para tergiversar su situación económica real y obtener mayores beneficios, valiéndose incluso de niños, niñas y adolescentes, para sacar mayor provecho.

En las zonas populares de la entidad sucrense, también se han evidenciado liderazgos comunitarios utilizados incluso, para obtener beneficios político y establecer enlaces entre este sector de la población y la delincuencia organizada en situaciones coyunturales como las movilizaciones de calle o eventos políticos.

Las funcionarias policiales participantes de grupos focales, coincidieron al señalar que las mujeres son las que más denuncian los casos de violencia en su contra y advirtieron que los casos de violencia intrafamiliar especialmente contra niños, niñas y adolescentes cobran fuerza cada día.

Por su parte, los expertos reconocieron que los cambios en las condiciones de vida, el abastecimiento de alimentos, la garantía de los derechos a la salud y a la educación a través de políticas de Estado, se hacen cada día más imperiosos para evitar que la población se vea involucrada en situaciones de violencia como víctimas y victimarias.

Los hallazgos encontrados en la investigación a través de las entrevistas, grupos focales e informantes claves, ponen de manifiesto que las mujeres no solo incurren en los delitos de violencia interpersonal sino en delitos no violetos como estafas, pornografía infantil y trata de personas.

Carmen Julia Amundarain, coordinadora del OVV Sucre, lamentó que en el estado Sucre, no se estudien a profundidad los diferentes procesos que llevan a la mujer a delinquir.

Por otra parte, las situaciones de desigualdad fueron manifestadas en los grupos focales por las participantes que aseguraron que el nuevo modelo policial les da la oportunidad de profesionalizarse y alejarse de la represión para apegarse a herramientas como la pirámide de fuerza; pero también advirtieron que son miradas con recelo por sus compañeros y superiores, a la hora de avanzar en la jerarquía del rango policial a través de la profesionalización.

Durante la presentación de los resultados, quedó de manifiesto el compromiso de continuar el proceso de divulgación de los resultados de la investigación a través de los medios de comunicación y en encuentros con otras organizaciones sin fines de lucro, destacadas en las áreas de atención comunitaria y protección a las víctimas así como a través de entes gubernamentales que promuevan el desarrollo de políticas públicas enfocadas en la atención de victimarias y víctimas.