Prensa OVV Zulia

En un estudio por hogares realizado durante la primera quincena de mayo por Salas de Opinión y Análisis y el Observatorio Venezolano de Violencia en Zulia (OVV Zulia) en los municipios Maracaibo y San Francisco, sobre la confianza y desconfianza en las instituciones del país, las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales resultaron ser los organismos con menor confianza y mayor desconfianza.

En la investigación fueron consultadas 500 personas mayores de 18 años, hombres y mujeres de distintas edades y religiones, a las cuales se les presentó un listado de instituciones y se les preguntó: ¿cuál le producía mayor confianza? y ¿cuál mayor desconfianza? Los resultados arrojaron que, para los entrevistados, son las iglesias católicas y evangélicas las que mayor confianza tienen. La primera obtuvo 37% y la segunda 26,6%. En tercer lugar, se ubicó el sector empresarial con 13,6%, seguido de las universidades con 11,6%, mientras que las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales sumaron 2,2% en confianza, distribuidos en 1,4% para la institución castrense y 0,8% para las distintas policías.

Al consultarle a los encuestados cuál de las instituciones les producía mayor desconfianza, el 43% respondió que los cuerpos policiales, el 19,2% afirmó que los partidos políticos, el 17,4% se inclinó por las Fuerzas Armadas, y el resto se distribuyó en porcentajes menores más o menos similares en el resto de las instituciones estudiadas. Al sumar los resultados de las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales se obtiene que seis de cada diez entrevistados desconfían de las fuerzas de seguridad del Estado.

Para el equipo del OVV Zulia es prioritario reestablecer las relaciones de confianza entre la ciudadanía y los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado, dada su incidencia en la reducción de los índices de criminalidad, propósito en el que la sociedad tiene un papel relevante de cooperación con las actuaciones policiales y la legitimidad de las mismas. Señala el OVV de la región zuliana que esta desconfianza se basa en la inefectividad de la función policial que deriva en una altísima impunidad, en la corrupción de los cuerpos policiales y militares, que se hace más visible con la participación de funcionarios de seguridad del Estado que han sido detenidos por estar implicados en bandas de extorsión y otros delitos, entre otros factores que incrementan la percepción de inseguridad, en la que al temor por la delincuencia se le suma el temor a la policía y a los militares. Ya es lugar común la frase “le tengo más miedo a la policía que a los delincuentes”, o como nos afirmó una entrevistada en el estudio sobre letalidad policial realizado en 2019: “la policía es la nueva hampa”.