Prensa OVV Zulia
Durante el trimestre que comprende de julio a septiembre de este año, el Zulia quedó ubicado en el primer lugar, en cuanto a homicidio intencional. De las 343 víctimas, 17% correspondió al estado. Por su parte, el feminicidio a escala nacional, acaparó 7% de la violencia letal en esos mismos meses. Así lo refirió Jorge Govea Cabrera, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Zulia (OVV Zulia), quien citó el Boletín 9: Delitos conocidos por la sociedad, publicado en el mes de noviembre de este año 2022, en la página web del OVV.
Puntualizó Govea Cabrera, que el Zulia, en sintonía con el porcentaje de feminicidios señalado, en los meses de octubre y noviembre se presentó este tipo de violencia que se ejerce contra las mujeres, solo por el hecho de serlo. Tal como lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de los casos de feminicidio son perpetuados por parejas o exparejas. Este tipo de delitos, por lo general, involucra abusos reiterados en el hogar, amenazas, agresión física, agresión sexual y el uso desmedido de la violencia y del poder; así como una marcada y evidente dominación, en la cual el hombre, haciendo uso de diversas formas de agresiones, se impone a la mujer y la somete hasta el punto, lamentablemente, de acabar con su vida.
Uso exacerbado de la violencia
En los meses indicados entre octubre y noviembre de 2022, el Zulia fue escenario de cinco casos de violencia letal contra la mujer, en los cuales se puso de manifiesto la aseveración realizada por la OMS, en torno a que los feminicidios se cometen, solo por razones de género. Así quedó evidenciado en la revisión sistemática de noticias que adelanta el Observatorio de Prensa del OVV Zulia.
El primer caso, se refiere a una mujer de 42 años de edad, quien fue encontrada por sus vecinos sin vida en su hogar, con heridas que corresponden a un arma punzo penetrante. El hecho aconteció en el municipio Maracaibo. Los cuerpos policiales presumen que el victimario podría ser un hombre que la visitaba con frecuencia.
Otro de los casos presentados en el mismo mes de octubre es similar en varios aspectos al anterior. La mujer tenía 42 años y fue víctima de feminicidio, el cual fue perpetrado por su esposo, quien después de ingerir bebidas alcohólicas, utilizando un puñal, le causó la muerte en su propio hogar, ubicado en el municipio Maracaibo.
También este mismo municipio fue testigo de otro feminicidio. Esta vez, una mujer de 49 años murió al recibir una fuerte golpiza en su propio hogar, de manos de su pareja, después de protagonizar ambos, acaloradas discusiones.
Estos tres feminicidios mencionados corresponden al mes de octubre de este año. En cambio en el mes de noviembre dos más alarmaron a la colectividad zuliana, pues una mujer de 24 años fue golpeada y estrangulada por su pareja, en el municipio Mara. Este hombre simuló un suicidio. No obstante, su delito fue puesto al descubierto por los cuerpos policiales. Sumado a este feminicidio se encuentra otro, cuya causa de muerte también fue el estrangulamiento de una mujer de 42 años, quien una vez que fue asesinada, presuntamente por su pareja, éste la lanzó a un pozo de agua profundo, donde la encontraron sus familiares, en el Municipio Maracaibo. Se requirió la presencia del cuerpo de bomberos para proceder a extraer el cadáver.
Podemos observar -refiere el coordinador de OVV Zulia- que las edades de las víctimas oscilaron entre 24 y 49 años, con una importante presencia de mujeres de 42 años. “En su mayoría residían en el municipio Maracaibo, fueron asesinadas principalmente en sus hogares y por sus parejas. El uso de armas punzo penetrantes, los golpes y el estrangulamiento figuraron como las formas utilizadas para lograr las muertes de estas víctimas”.
El siguiente cuadro recoge los aspectos más importantes que caracterizaron el feminicidio en el Zulia, durante los ya referidos meses de octubre y noviembre del presente año.
Los tipos de violencia a los cuales están expuestas las mujeres
Govea Cabrera explicó que existen diversos tipos de violencia contra la mujer. Entre ellas mencionó la violencia económica, en la cual, el hombre como proveedor en el hogar, le prohíbe a la mujer trabajar y autorrealizarse. A través de esta violencia se crea la dependencia de la mujer y se le manipula para que “acepte” la violencia, a cambio de comida, techo y la satisfacción mínima de sus necesidades y la de su familia. La violencia psicológica es otro tipo de violencia, la cual es utilizada para infundir miedo en la mujer, a través de la intimidación. La amenaza está presente e incluye también a sus hijos o hijas. Se busca aislar a la mujer de su familia, escuelas y trabajo, pues de esta manera ésta se encuentra más vulnerable.
Otro tipo de violencia es la emocional, que busca socavar la autopercepción o autoestima de una la mujer, mediante críticas y autoevaluaciones negativas. En ella está presente el abuso verbal constantemente. De igual forma, busca su aislamiento para que no pueda recurrir a redes de ayudas. En la violencia sexual, la mujer es forzada a tener relaciones sexuales, sin su consentimiento. Finalmente se encuentra la violencia física, catalogada como una de las más peligrosos, pues pretende causar daños y dolor físico en la mujer. Los golpes, las quemaduras, los mordiscos, entre otros tipos de violencia que atentan directamente contra su vida, la colocan en un peligro inminente de muerte.
Estos tipos de violencia suelen darse de forma simultánea, rara vez puede haber violencia sexual, por ejemplo, sin violencia física, emocional y psicológica. Pueden ser no letal o letal. En este último caso, el feminicidio se impone y parece ser la consecuencia obligada de la violencia física. En el caso del Zulia -señaló Govea Cabrera- en estos dos meses se puso de manifiesto que la violencia física ejercida por otras personas, especialmente sus parejas-hombres, acabaron con la vida de mujeres, quienes mayoritariamente se encontraban en sus hogares. “Estos espacios que deberían brindar seguridad, protección y un ambiente de familia, se convirtieron en escena del crimen”.
El feminicidio como un delito diferente al homicidio
El coordinador de OVV Zulia, señaló que el feminicidio se diferencia de otras formas de homicidio, debido a la motivación que anima este tipo delito. Se trata de un asesinato por razones de género, sin más explicación que: “porque se es mujer”.
Agregó Govea, que este delito abarca la posición que ocupa la mujer en la sociedad, de cómo es percibida por el hombre, cómo es discriminada en relación con el sexo, roles y uso desigual del poder entre hombres y mujeres. “Pareciera que el hecho de ser mujer trae aparejado un conjunto de desigualdades y abusos, que intrínsecamente se traducen en “vivir en la cuerda floja” porque en Venezuela prevalece una cultura, en la cual se percibe al hombre como el proveedor que satisface las necesidades, y por lo tanto, “puede” controlar la vida de la mujer, independientemente de que ésta también sea fuente de sustento económico y por supuesto, afectivo para las familias”.
Apunta Govea Cabrera, que un excelente resumen sobre este tema lo ofrece la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres que señala: “La violencia de género se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género. Tiene su origen en la desigualdad de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas. El término se utiliza principalmente para subrayar el hecho de que las diferencias estructurales de poder basadas en el género colocan a las mujeres y niñas en situación de riesgo frente a múltiples formas de violencia”.
Agregó, el coordinador de OVV Zulia, que, aunque esas reflexiones se refieren claramente a feminicidio y otras agresiones, debe tenerse presente que los hombres también pueden sufrir violencia de género por el sexo femenino, pero francamente las estadísticas en todas partes reflejan que se trata de un fenómeno extremadamente reducido al comparar con las conductas violentas de los hombres hacia las mujeres, sea esa violencia letal y no letal.
Estos tipos de violencia tienen graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres, pues se les coarta su derecho a participar y disfrutar de la igualdad, la tranquilidad y el bienestar. Pueden causar la muerte y en el caso de feminicidio puede señalarse que los victimarios pueden formar parte de la intimidad de la mujer, pero también pueden cometer feminicidios, personas desconocidas que por razones de género acaban con la vida de una mujer.
Explicó el representante regional del OVV que las consecuencias del feminicidio recaen principalmente sobre la mujer, pero también las familias sufren el impacto de perder a una madre, a una hija, a una hermana, a una amiga. Es una herida que no se cierra, pues cada día podemos observar que mundialmente este problema de violencia contra la mujer se posiciona y visibiliza en diferentes países. Y todos los días, en cualquier lugar del mundo, podemos observar una noticia sobre una mujer asesinada por causa de la violencia basada en género.
Posibles salidas
Ante ese panorama tan sombrío y complejo, Govea Cabrera considera que las posibles salidas a este problema la prevención parece ser la estrategia más eficaz para frenar los recurrentes casos de feminicidios. “Habría que empezar desde la familia misma, desde las escuelas, desde los establecimientos laborales, desde las calles para desarrollar procesos educativos y formativos que se apliquen constantemente y a largo plazo. Debe entenderse que este es un problema que amerita atención, y debe evitarse, a toda costa, el engrosamiento de las estadísticas de mujeres que mueren por el sólo hecho de serlo”.
Finalmente considera el coordinador del OVV Zulia, que las acciones deben estar dirigidas a convertir a estas mujeres en sobrevivientes de la violencia basada en género, y a ser rescatadas de su condición de víctimas. Se trata -acotó- de romper la cadena de violencia que las mantiene subyugadas y en una constante amenaza de perder sus vidas. “Es hora de entender como sociedad que las mujeres tienen derecho de vivir una vida libre de todo tipo de violencia y para ello hay que prevenir, sancionar y erradicar las conductas contrarias que obstaculicen o impidan el ejercicio pleno de este derecho humano de la mitad, más o menos, de la población”.