Prensa OVV Región Capital

Los delitos perpetrados por familiares o conocidos de las víctimas, representaron en el mes de abril 50% del total de los eventos registrados. Asimismo, se observó que este tipo de victimarios superó a la delincuencia común, quien cometió 33% de los delitos.

El homicidio de Esteban de Jesús Florez Valencia, de 30 años, fue uno de los 15 delitos reportados por la prensa de sucesos en el Área Metropolitana de Caracas (AMC) durante el mes de abril. Este hecho se conoció tras la captura por parte del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Michelle Montenegro Corona, de 29 años, responsable del asesinato.

Según la información policial, la detenida, quien era pareja de Florez, tuvo una fuerte discusión con él en una vivienda de la urbanización El Marqués, municipio Sucre del estado Miranda. Durante el suceso, el altercado se acentuó, la mujer tomó un arma de fuego y le disparó en la cabeza a la víctima que lo dejó gravemente herido.

Luego de esto, la victimaria quiso hacer creer que su pareja se había suicidado mientras lo trasladaba al Hospital Pérez de León II, en Petare. El hombre falleció por una fractura de cráneo y las autoridades determinaron que se había tratado de un crimen pasional.

En el monitoreo de prensa que internamente realiza el OVV Región Capital, este caso se encuentra también dentro de los delitos perpetrados por familiares o conocidos de las víctimas, los cuales en el mes de abril representaron 50% del total de los eventos registrados. Asimismo, se observó que este tipo de victimarios superó a la delincuencia común, quien cometió 33% de los delitos.

Con estas cifras, los familiares y conocidos de las víctimas vuelven a ubicarse como los principales victimarios de los hechos delictivos en el AMC, de acuerdo con la prensa de sucesos. Al ahondar en el tipo de relación entre la víctima y el victimario, una mitad de los delitos fue cometida por las parejas o exparejas de las víctimas y otra por los parientes consanguíneos, denotando así los conflictos y desmejora entre las personas cercanas, una situación que al parecer sigue agravándose.

Seis víctimas menores de edad

Un hallazgo resaltante del monitoreo de abril es el inusual porcentaje de víctimas menores de edad. De 10 registros que informaron la edad de las víctimas, se observó que 60% corresponden a eventos en los que las personas afectadas tenían menos de 18 años. En segundo lugar, las víctimas se ubicaron en el grupo etario comprendido entre los 25 y 34 años, con 30%.

Gráfico: edades de las víctimas de los delitos en Caracas, abril 2025.
Fuente: Observatorio de Prensa del OVV Región Capital

En cuanto a otros rasgos demográficos de los sucesos analizados, también llamó la atención que hubo igual cantidad de víctimas de mujeres y de hombres.

Mientras, un elemento a subrayar acerca de las características de ocurrencia de los eventos delictivos es que 57% tuvieron lugar en los hogares, una cifra que indica un cambio revelador, con respecto a monitoreos pasados, en los que la mayoría de los sucesos violentos ocurrían en las calles y espacios abiertos.

A estos aspectos se les suma que la fuerza física fue el tipo de arma más empleada en los hechos de delitos, habiéndose usado en 36% de los casos, por encima de las armas de fuego, que se emplearon en 21% de los eventos. La combinación de estos hallazgos pudiera guardar relación con la preponderancia de los delitos cometidos en el entorno familiar y de pareja, como en el caso que se mencionó al inicio.

Cuando los comportamientos violentos y las agresiones vienen manifestándose en el hogar y en la pareja, surgen graves consecuencias que afectan a todos los miembros de la familia, incluyendo a niños y jóvenes que pasan a ser las víctimas como lo indica la frecuencia de los delitos perpetrados hacia el grupo de edades durante este mes de abril.

En opinión del equipo del OVV Región Capital, es importante reconocer los signos de violencia en la pareja, tomar medidas para garantizar la seguridad y bienestar de todos en el hogar, y buscar ayuda profesional. En este sentido, consideran necesario enfrentar el fenómeno de la violencia doméstica y de pareja con programas y acciones preventivas hacia los hogares, en las escuelas y vecindarios. Para el equipo, es necesario disponer de recursos humanos y financieros otorgados por el Estado para que las instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil, faciliten la atención a las familias, en espacial a niños, niñas y adolescentes y jóvenes; a la pareja que pelea frecuentemente y tiene problemas de comunicación, conflicto de intereses o problemas subyacentes en la relación.