Prensa OVV Amazonas
Los datos obtenidos mediante el monitoreo de medios de comunicación radiales y redes sociales en Amazonas, realizado durante los meses de enero a mayo del 2021, destacan que usuarios realizaron, al menos, cuatro trancas de vías por falta de transporte colectivo. El quinto mes del año resultó ser el más crítico para trasladarse en el municipio Atures. Los más afectados siguen siendo los habitantes de las comunidades indígenas del norte, sur y sureste del municipio capital, debido a las fallas del servicio de venta de combustible, pocos autobuses y elevados costos del transporte privado.
Los reclamos por los servicios del transporte público, en los programas de noticias, han sido una constante entre los usuarios amazonenses; antes de despedir el 2020, los trabajadores del volante hicieron un aumento inconsulto el 24 de diciembre, a 100 mil bolívares en el casco urbano, asumido por ellos como su aguinaldo. Usuarios reportaron, en el programa radial El Radar de Amazonas, que ese monto se mantuvo durante todo el mes de enero de 2021, ante la inacción de fiscales y otras autoridades locales. En lo que va de año se han realizado dos aumentos, donde el Concejo Municipal ha tenido reacciones tardías para dar respuesta a la colectividad.
Hacia las comunidades indígenas, la situación es mucho más complicada. La falta de diésel en los expendios formales obliga a los transportistas a aumentar el precio del transporte, puesto que el combustible en el mercado negro oscila entre 5 mil y 7 mil pesos colombianos por litro. Desde la comunidad Indígena La Danta, ubicada a 16 kilómetros al sureste de la capital, Juan Díaz (Jivi) señaló que para el mes de febrero el precio del pasaje estaba por el orden de 600 mil bolívares. Para el mes de mayo el monto llegó a 1 millón de bolívares. El indígena indicó que el transporte privado es más costoso para ellos, ya que a ese pago deben sumar el puesto de los productos que trasladan para vender en el centro de Puerto Ayacucho; mientras que la empresa estatal TransAmazonas, donde el costo del pasaje es más económico, no cuenta con suficientes unidades de transporte y solo van a las comunidades una vez a la semana. “Si no tenemos el efectivo, salimos de la comunidad entre la 1 y 2 de la madrugada a pie, al centro de Puerto Ayacucho”, indicó Díaz.
El coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Amazonas (OVV Amazonas), Héctor Escandell, explicó que, la situación antes descrita, incide en la proliferación de confrontaciones en las paradas por el acceso a las unidades, lo que contribuye a la no atención de las pautas básicas de protección ante el Covid-19. “Este fenómeno se compone en un contexto de violencia estructural, donde no existen políticas sostenibles de las instituciones, lo que genera insatisfacción de las necesidades más básicas de la población y, bajo esta premisa, el Estado, como ente de garantía, no cumple con su rol”, manifestó el académico.
A esta situación del transporte, se suma el deterioro sostenido de otros servicios públicos, como el gas doméstico, agua potable, tratamiento de aguas residuales y las comunicaciones de telefonía e internet; todo ello, sumado a la crisis económica, degrada, día a día, las condiciones de vida de la población, con consecuencias impredecibles.