Prensa OVV Táchira
Desde el Observatorio Venezolano de Violencia en Táchira (OVV Táchira), a través del monitoreo de prensa del “Diario La Nación”, se observó que el mes de enero se caracterizó principalmente por la aparición de casos de tentativas de homicidios, robos, secuestro, violencia sexual y extorsión. Este último llama la atención, debido al modus operandi que se ha empleado para la comisión de este tipo de delito en la entidad andina.
La incidencia del delito de extorsión ocurrió en un 11% y se produjo en municipios fronterizos del estado Táchira, como lo son Panamericano y Michelena, cuya ubicación geográfica se encuentra bajo el control que ejercen los grupos armados irregulares, y entre sus actividades ilícitas está el cobro de “vacunas” para que los comerciantes puedan ejercer su actividad económica en la zona, y en caso de negativa ante tal solicitud, reciben amenazas en contra de sus vidas y las de sus familias.
Por otra parte, los victimarios han abordado a sus víctimas manifestando que pertenecen a grupos armados irregulares; además, no hay distingo entre hombres y mujeres, pues este tipo de acciones han sido ejercidas, de igual forma, por ambos sexos. Las edades promedio de los victimarios son 32 años, en el caso de los hombres, y 39 años, en el caso de mujeres.
Para la profesora Anna María Rondón Trejo, coordinadora del OVV Táchira, “la extorsión es uno de los medios que sirve como sostén financiero a los grupos armados irregulares que hacen vida en la frontera, y su incidencia no es nueva. No obstante, en el año 2020 ha representado una oportunidad que ha cobrado mayor fuerza para quienes lideran tales organizaciones, pues en un análisis de costos y beneficios del delito que hace el delincuente, es superior la ganancia, al esfuerzo puesto en la comisión del acto. Por su parte, las víctimas poco pueden hacer, más que ceder ante sus peticiones, pues se presentan armados y con actitud intimidante, sin que se conozcan mecanismos formales de acción para su control”.