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Ludmila Vinogradoff – Corresponsal en Caracas.
@ludmilavino
Las pancartas hablan por sí solas: «Las FAES –policías- nos roba, el hampa nos protege». Con estas consignas los vecinos de José Félix Rivas de Petare, el barrio popular caraqueño más grande América Latina, decidieron protestar contra los cuerpos de seguridad y defender a los delincuentes.
Aunque parezca insólito y paradójico, los venezolanos están perdiendo credibilidad en su policía y los militares, a los que teme más que a los delincuentes. Ayer fue en Petare pero hace una semana ocurrió lo mismo en el estado petrolero del Zulia. Y es que la mala fama de los cuerpos de seguridad nacionales se extiende como la pólvora y el régimen de Nicolás Maduro no toma medidas para frenarla.
En la protesta realizada este lunes una vecina del barrio de Petare acusó a los uniformados policiales de las temibles Fuerzas de Acción Especiales (FAES) de agredirla en su vivienda: «Me dejaron encerrada dentro de mi propia casa durante dos horas. Se drogaron delante de mí, orinaron mis cosas, me dañaron el televisor, me pegaron y me insultaron».
Griselda Lugo declaró al portal El Estímulo que en el barrio viven bajo zozobra, amenazas y con miedo por las acciones del FAES. «Tenemos miedo que haya represalias pero estamos cansados, los funcionarios brincan por los techos, se meten en nuestras casas le pegan a las mujeres, a los niños, nos rompen nuestras pertenencias, roban y botan la comida».
La ONG Provea (Programa Venezolano de Educación y Acción) destacó que la protesta de Petare es «un hecho trascendental que debemos difundir. Un sector popular: Petare en salió a protestar contra los abusos del FAES. Tal como ocurrió con los operativos OLP (Operativos de Liberación para la Paz) los pobres se rebelan contra la violencia policial».
Lo paradójico es que la protesta del barrio fue convocada por el «pran» (jefe de delincuentes), llamado «El Wileisy», contra la violencia y el abuso policial de los agentes del FAES, lo que paralizó la movilización de casi un millón de caraqueños que viven en Petare.
Las FAES fueron creadas por el régimen de Nicolás Maduro hace dos años para combatir a los delincuentes y reprimir a los opositores. Su violencia y agresividad sorprendió por haber asesinado a 14 personas de las zonas populares de Petare y Cotiza tras las protestas del 23 de enero, convocadas por el líder Juan Guaidó.
Su actuación va más allá de la policía convencional. Es el exterminio selectivo o ajusticiamiento extrajudicial que el régimen de Maduro denomina «resistencia a la autoridad». Roberto Briceño León, director de la ONG Observatorio Venezolano de Violencia, dijo a ABC que las FAES y los militares han liquidado a 7.523 personas el año pasado bajo la figura de «resistirse a la autoridad».
Por eso, es que protestan en los barrios populares donde le temen más a la policía que a los delincuentes, dice Briceño León.