Prensa OVV Bolívar
El Observatorio Venezolano de Violencia en Bolívar (OVV Bolívar), en su monitoreo mensual de la realidad social de la región, con enfoque en la violencia interpersonal del mes de septiembre, registró el caso de 16 menores de edad rescatados de una presunta red de explotación infantil.
En reiteradas oportunidades desde el OVV Bolívar, así como desde medios de comunicación y otras organizaciones de la sociedad civil, se ha visibilizado la afectación de los derechos más fundamentales de la niñez y adolescencia en el estado.
La explotación infantil a través de la mendicidad, había sido igualmente denunciada en numerosas ocasiones, con un particular énfasis desde el año 2020, en el que la pandemia exacerbó las condiciones de vulnerabilidad a la que se enfrentan niños, niñas y adolescentes (NNA). Sin embargo, hasta la fecha, las acciones del los organismos del Estado no habían mitigado o erradicado el problema.
El rescate de 16 jóvenes y de edad
Según el informe policial, durante un operativo de la comisión del Cuerpo de Policía Municipal Patrulleros del Caroní, se obtuvo una confesión por parte de dos de las víctimas. Éstas relataron cómo mendigaban siguiendo las órdenes de dos personas, a cambio de un lugar en donde dormir y comida.
Las menores además aseguraron que no solo ellas ejercían esta actividad, sino que otro grupo de niños “indocumentados y abandonados” también pedían dinero y comida en otros sectores de la ciudad, y se encontraban en una residencia ubicada cerca del restaurante Pollos La Llovizna. Cuando los funcionarios indagaron sobre sus padres o representantes, los NNA manifestaron desconocer su paradero.
Con la información suministrada por las jóvenes, los funcionarios se movilizaron a la vivienda de los acusados, y encontraron a varios niños en la entrada, ocho niños y niñas dentro de la casa, y a los dueños de la vivienda, una mujer y un hombre de 51 y 41 años de edad respectivamente. La dueña de la vivienda declaró que los menores vivían en la calle y su labor se limitaba a ofrecerles un almuerzo en su casa.
La Policía destacó que otras seis víctimas adolescentes se presentaron de manera voluntaria para hacer su denuncia, lo que da un total de 16 niños, niñas y adolescentes, y el caso fue puesto a orden del Ministerio Público.
“Se actuó con la abogada Del Valle Mendoza, representante del Consejo de Protección del Niño, Niñas y Adolescentes, también, fiscal del Ministerio Público. Se hizo un seguimiento para ubicar el sitio en donde pernotaban los menores”, aseguró el comisionado agregado de la PNB, Carlos Villamediana, director de Patrulleros de Caroní.
Explicó que después de varias reuniones con representantes del Consejo de Protección de Niños de patrulleros, y otros oficiales, se procedió a rescatar a los niños en situación de peligro.
La Torre Loreto y la mendicidad
La mendicidad en las adyacencias de la Torre Loreto, en la Avenida Las Américas con la vía Colombia no es un asunto actual. Durante más de 10 años, la esquina de la Torre Loreto en Puerto Ordaz ha sido un punto fijo de mendicidad para poblaciones vulnerables. En un inicio, indígenas Waraos eran los que se agrupaban en torno a los semáforos de las principales calles y avenidas de la ciudad; en la Torre Loreto, podían encontrarse desde mujeres pidiendo limosna mientras cargaban a sus bebés, hasta ancianos, niñas y niños pidiendo dinero.
Con los años, y el agravamiento de la economía en el país, ya no solo los indígenas mendigaban, sino que además, niños y mujeres no indígenas empezaron a formar parte de estas dinámicas. Y a partir de allí se desarrolló un proceso de territorialización, en el que solo determinados niños podían pedir limosnas en esa zona.
Desde el OVV Bolívar se destaca la actuación del Cuerpo de Policía y su articulación conjunta con el Consejo de Protección. “Asimismo, recalcamos la importancia de que los distintos organismos se aboquen a la protección y garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, con el objetivo de mitigar las acciones violatorias en su contra y garantizarles una niñez y adolescencia digna”, señaló el equipo.