Prensa OVV Zulia

El secuestro es uno de los delitos más temidos en la región zuliana, sobre todo por lo que significa para las víctimas. Las mujeres se han convertido en las principales afectadas, hasta el punto que niñas y adolescentes están incluidas en la lista de personas raptadas, durante los años 2023 y 2024 en esta entidad.

Solo pensar en un secuestro produce temor, tanto en la posible víctima como en sus familiares. Implica un tormento verse involucrado en una situación de esta naturaleza. No saber el paradero de un ser querido se convierte en una tortura. Para quienes han sido testigos de esa situación, las horas, los días, las semanas y los meses transcurren con aparente lentitud y en medio de un letargo que no permite encontrar sosiego. La pregunta: ¿Por qué a mí?, retumba en la mente del secuestrado, quien tiene pleno conocimiento de que su vida pende de un hilo.

Saberse involucrado en una privación de la libertad, que tiene por objeto obtener rescate o causar daños a quien se encuentra en cautiverio, implica la negación de la tranquilidad, y por qué no, de la felicidad. Esa es la percepción del equipo del Observatorio Venezolano de Violencia en el Zulia (OVV Zulia). Para el equipo zuliano, cada persona construye su felicidad al estar en armonía y experimentar situaciones placenteras que le dan sentido a su vida. “El secuestro como una experiencia que causa sufrimiento y malestar no constituye una fuente de bienestar”, asegura el equipo.

Para el equipo regional, las víctimas de secuestro se encuentran frente a la pérdida total del control y a merced de las exigencias de los delincuentes. A finales de marzo, la colectividad conoció el caso de una niña, de apenas dos años de edad, quien reside en en el municipio Sucre de la región Sur del Lago. La menor fue secuestrada de su vivienda de una forma violenta. Dos sujetos entraron a la casa donde habita con sus abuelos. Ese 31 de marzo de 2024, se vivieron horas de incertidumbre y terror. Observaron cómo, sin poder hacer nada al respecto, personas desconocidas se llevaron a su nieta.

Hasta el momento se ignoran las causas del secuestro de la niña, la cual apareció con vida. No obstante, las autoridades policiales manejaron la hipótesis de que puedo haber sido perpetuado por grupos que se dedican a la trata de personas. Esta es una deducción lógica si se considera que la niña es miembro de una familia de escasos recursos económicos. Lo cierto es, que casos como este se han presentado a lo largo del año 2023 y 2024.

La trata de persona, incluyendo a niñas y adolescentes, no es otra cosa que vender, comprar y comercializar a las personas como si se tratase de objetos. Las víctimas de trata lo son por engaños, coerción o secuestro.

El caso de la niña secuestrada en el Sur del Lago, no ha sido el único que ha conmocionado al Zulia. Ya en el 2023 ocurrieron otros episodios que no resultaron con final feliz. En agosto de ese año, un empresario fue secuestrado y asesinado en el municipio Jesús María Semprúm. Lo secuestraron en el Zulia y apareció sin vida en el Estado Táchira.

Durante el año 2023 ocurrieron 11 casos de secuestros, con 14 víctimas, mientras que en lo que va de 2024 se han perpetuado cuatro.

Las mujeres durante 2023 y en lo transcurrido de 2024, se han convertido en el grupo más numeroso de víctimas de ese delito. 66,7% durante 2023 y 75% en lo que va de este año. Las edades de las víctimas fueron las siguientes:

Edad de la Victima 2023Total%
Total12100
518,3
918,3
1318,3
3318,3
No Informa866,7

Edad de la Victima 2024
Total%
Total4100
2125
42125
No Informa250

Tomando en consideración los datos recolectados en la prensa regional, cuatro de los casos de secuestro ocurridos entre 2023 y 2024 han sido niñas y adolescentes, con edades de 2, 5, 9 y 13 años.

Según las investigaciones del equipo del OVV Zulia, el municipio donde mayormente se produjo este delito en 2023 fue Maracaibo con 27,3%, mientras que en 2024 se distribuyó de una forma equitativa entre Cabimas, Lagunillas. Miranda y Sucre, con 25% cada uno.

En 2023, el delito ocurrió mayormente en el Hogar de la víctima/victimario 27,3%, seguido de Espacio abierto (9,1%) y Lugar de trabajo (9.1%). Por su parte, en 2024, 50% se concentró en el Hogar de la víctima/victimario, mientras que en espacio abierto o en la calle alcanzó 25%. La delincuencia común ocupó el primer lugar como victimario, tanto en 2023 como en 2024, seguido de familiar o conocido.

Diferentes han sido las motivaciones que pueden incitar al secuestro. La que más predomina es la de tipo económica, y actualmente aquellas vinculadas con el negocio de la trata de personas y conflictos conyugales.

Las consecuencias que deja el secuestro pueden ser la muerte, el miedo y el dolor. Es una huella que jamás se supera, o que es muy difícil superar. Hay suficientes pruebas de que muchas víctimas nunca se recuperan plenamente del trauma asociado con este delito.

A pesar de ser un delito que en el Zulia se ha presentado cada mes desde 2023, aun así no se conoce ninguna acción contundente ejercida por alguna instancia de gobierno para prevenirlo. De esta manera, se podría evitar que se produzcan pérdidas de vida y traumas que se mantengan en el tiempo, tanto en la víctima como de sus familiares.

Desde OVV Zulia se considera que lo más importante es la prevención, y en consecuencia, evitar ser víctima de secuestro. Reconoce, el equipo, lo difícil que es hacerlo como una iniciativa personal y en solitario, atendiendo el contexto de la crisis humanitaria compleja por la cual atraviesa Venezuela, la cual en sí misma hace a la población más vulnerables. “No obstante, es necesario hacerlo y tomar conciencia de que algunas acciones mínimas pueden desarrollarse con el objetivo de evitar ser víctima de este delito. Se trata de localizar los factores de riesgo y poner en práctica algunas acciones rutinarias”, señaló finalmente el equipo zuliano.