Prensa OVV Bolívar
Jesús Alberto Vega Medina es trabajador de una funeraria. Con la intención de surtir combustible se trasladó desde muy temprano hasta la estación de servicio ubicada en la avenida Antonio de Berrio, diagonal a la redoma de Sutiss en San Félix, en la cual el pago se realiza en divisas, para solicitar el apoyo para surtir el vehículo en el que estaba trasladando el cuerpo de una persona fallecida.
Eran más de las 12:00 del mediodía y a Vega no le prestaban el apoyo. El hombre, en señal de protesta, sacó de la parte trasera del vehículo el cadáver que debía transportar, el cual estaba en una especie de bandeja de aluminio, semidesnudo y que fue tapado con una chaqueta. El caso se dio a conocer a través de un vídeo que circuló en redes sociales, el cual fue grabado por otro conductor que también estaba en dicha estación de servicio esperando para surtir.
Horas después, una comisión de la División de Inteligencia de la Policía del estado Bolívar y uniformados del comando de Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI), detuvieron a Vega, imputándole instigación al odio.
Esta situación es tan solo una de las tantas que se viven a diario en el estado Bolívar con el tema del combustible. Colas de hasta 3 días para poder surtir 20 o 40 litros, protestas e incluso algunas en las que se han ido hasta los golpes usuarios y bomberos de las estaciones. En los municipios del sur del estado la situación no es distinta; habitantes afirman que 70 litros de combustible pueden alcanzar un precio de hasta 150 dólares, en el “mercado negro”.
“Sabemos el peligro que existe, pero también requerimos tener nuestros vehículos con combustible, para comprar alimentos o para una emergencia. Nadie hace un mercado de 3 meses, bueno, al menos no el ciudadano común, de a pie. Uno se va rebuscando con el diario”, señaló un usuario de Ciudad Guayana.
Le suman las dificultades que ya se están presentando hasta en los sectores priorizados o con salvoconducto. “Antes veníamos a una hora razonable, 6:00 de la mañana, marcábamos y surtíamos, pero ya con salvoconducto solo están atendiendo 40 carros diarios y toca venirse a las 3:00 de la madrugada para poder entrar en ese lote y echar; lo próximo que va a venir que es nos tocará hacer la cola desde el día anterior, como hacen los que no tienen salvoconducto”.
Desde el Observatorio Venezolano de Violencia en Bolívar (OVV Bolívar) exhortamos al Estado a actuar con sensatez y evaluar las dimensiones de las medidas adoptadas en la región. Hay que adecuarlas al contexto social y económico que nos signa, puesto que, si bien es cierto que resulta imperante adoptar los protocolos de higiene y salud, así como quedarse en casa para prevenir el contagio, es una verdad innegable que las necesidades de alimentación, medicamentos e incluso trabajo no conocen de fechas ni horarios.