La Verdad
Lic. Angelo Herrera
3 enero, 2014
El luto se multiplicó en el país en 2013. El saldo quedó en rojo. De acuerdo con un informe publicado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), el año que recién termina cerró con un estimado de 24 mil 763 muertes violentas, lo que se traduce en una tasa de 79 fallecidos por cada cien mil habitantes. La organización, que hace seguimiento mensual a los hechos delictivos, advierte un incremento en los casos de resistencia a la autoridad, publica La Verdad.
Un total de 12 por ciento de la mortalidad general en Venezuela se producen por hechos violentos, de acuerdo con el informe. Además, los mayores afectados son varones, pues en el informe se calcula que un hombre tiene 16,5 veces más posibilidades de ser víctima de un homicidio en el país, en comparación con una mujer; lo que podría crear a la larga –advierte el Observatorio– una distorsión demográfica, porque aunque en el país nacen seis por ciento más homb res que mujeres, en los últimos años falleció 53 por ciento más hombres que mujeres, una parte de estos casos producto de la inseguridad.
El Observatorio Venezolano hace su análisis de acuerdo con tres modalidades de violencia: homicidios, averiguaciones de muerte (ajustes de cuentas) y resistencia a la autoridad, esto tras el análisis de proyecciones estadísticas y la recolección de información a través de diversas fuentes regionales y nacionales. La organización lamenta, sin embargo, el silencio que las autoridades mantienen sobre cifras oficiales, de las cuales denuncian que no se disponen desde diciembre de 2003, cuando el Estado impidió el libre acceso.
Las tendencias
Adicional al trauma que implica el fallecimiento por hechos violentos, el OVV estima que esta situación ocasiona un importante impacto económico y social, pues la mayoría de los decesos de producen entre hombres jóvenes, justo en edad productiva, lo que se traduce en pérdida de la fuerza de trabajo. “Se afecta la composición de la pirámide poblacional, las relaciones de dependencia demográfica y está disminuyendo la esperanza de vida de los hombres”, se lee en el documento.
Valora la organización en el informe la aplicación del programa Plan Patria Segura, pues creen que sin esto los índices de muertes violentas serían superiores. “La eficiencia real de la presencia militar en las actividades de seguridad ciudadana es muy limitada, tiene efectos sólo en el corto plazo y se presta a excesos y abusos que afectan fundamentalmente a la población de bajos recursos y vulnerable”, advierte la OVV, quienes piden solventar las condiciones de impunidad en el país, así como el “fomento de la convivencia, a la despolitización de las medidas de seguridad y al cumplimiento de la ley, y no al uso de la fuerza, como mecanismos reguladores de las relaciones sociales, pueden contribuir positivamente a la reducción de la violencia en el país.
Entre los que más
Venezuela permanece entre los cinco países con más violencia en el mundo, lugar ocupa junto a Hondura, El Salvador, Costa de Marfil y Jamaica. Sin embargo, el OVV estima que se ha producido una desaceleración en el incremento de los casos, producto, estiman de “la mayor conciencia de la población, de las tendencias inhibitorias en el comportamiento de los ciudadanos y en las políticas de seguridad implementadas por los gobiernos nacional y locales”.
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