Prensa OVV Guárico
El Observatorio Venezolano de Violencia en Guárico (OVV Guárico) registró al menos 26 muertes violentas en 10 municipios de la entidad llanera, desde enero hasta marzo de 2022.
De acuerdo con la información suministrada por el coordinador regional del OVV Guárico, Adrián González, 19 de las muertes violentas corresponden a homicidios intencionales; en tanto que los otros 7 fallecidos fueron el saldo de intervenciones de las fuerzas policiales.
González recordó que los datos referidos anteriormente provienen del monitoreo que realiza el OVV Guárico a los medios de comunicación en la entidad. También se refirió a la distribución espacial de las mismas, destacando que cerca del 70% de las muertes violentas en la entidad, durante el primer trimestre del año, se produjeron en los municipios Infante (8 víctimas), Miranda (4), Zaraza (3) y Monagas (3). Agregó que el otro 30% de fallecidos por violencia interpersonal ocurrió en las jurisdicciones de Mellado (2), Las Mercedes (2); Roscio, Ipire, Ribas y Guayabal (1 cada una).
El representante regional del OVV destacó que, los 26 decesos violentos se distribuyeron en 24 hombres y 2 mujeres. Asimismo, informó que 7 de las víctimas estaban en un rango de edad entre 15-24 años; 8 fallecidos tenían entre 25-39 años y otras 6 víctimas tenían entre 45 y 63 años, indicando que la prensa no precisó la edad de 5 de las víctimas.
El vocero del OVV Guárico, señaló que al comparar la letalidad de los primeros 3 meses de 2022 con la correspondiente a 2021 se observa un incremento de 46% en los homicidios intencionales que pasaron de 13 a 19, por su parte el número de individuos que perdieron la vida en presuntos enfrentamientos con fuerzas policiales registró un alza de 40%, al aumentar de 5 a 7 las victimas letales.
Por el momento -señaló González- pudiéramos suponer a modo de síntesis, que en buena medida las muertes violentas en Guárico, producto de la dinámica delincuencial, responden a la consolidación del estado como sitio de paso de las trayectorias dominadas por las mercancías y mercados ilícitos, aunado al efecto del resquebrajamiento de la soberanía producto del vacío territorial dejado por los algunos actores estatales y el incumplimiento de sus funciones protectoras de la ciudadanía. Adicionalmente, es evidente que la alta cardinalidad en jóvenes resulta perturbadora. En tal sentido, más que operativos de saturación policial puntuales e intermitentes, urgen políticas públicas integrales, estables, centradas en los grupos etarios más vulnerables y que aborden las causas del problema.