Prensa OVV Táchira
“Conforme aumenta la violencia en la mujer, múltiples serán las consecuencias y variaciones como ésta pueda responder, incluso hasta convertirse en victimaria”. Dicha afirmación fue uno de los señalamientos con los que concluyó el foro donde se dieron a conocer los hallazgos de la investigación nacional sobre violencia, desigualdad social y género emprendida por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
El foro “Mujeres victimarias y víctimas” desigualdad social y violencia en Venezuela se realizó en las instalaciones de la Universidad Católica del Táchira, contó con la presencia de más de cien personas, entre estudiantes, periodistas, fiscales y expertos en materia de violencia de género, donde el coordinador del OVV Táchira Yensy Meneses y la investigadora Ximena Biaginni expusieron a los presentes el resultado de una muestra basada en tres entrevistas, realizadas a mujeres privadas de libertad en la entidad tachirense, inmersas en distintas tipologías de delito, entre ellas homicidio, abuso sexual infantil y posesión de sustancias ilícitas. Además se contó por la participación en la muestra, de dos grupos focales compuestos por efectivos de cuerpos policiales y fiscales expertos en materia de violencia de género.
Para el observatorio regional, los resultados de dicha investigación se basan principalmente en el rol transformador de la mujer, el cual ha dado un giro exponencial durante los últimos años, donde la facultad para hacerse escuchar e imponer sus derechos se ha convertido en una constante, cuando años atrás dicha conducta permanecía alejada de la realidad.
Yensy Meneses aseguró que “son muchos los factores que determinan la urgencia de hacer visible lo que sucede con la presencia de violencia a grandes rasgos en la vida de una mujer. Las transforma y empodera partiendo de la necesidad de despertar alertas tempranas sobre lo que sucede en su entorno”. De allí parten tres puntos focales que fundamentan este exhaustivo análisis que pretende dar lectura a los múltiples casos de agresión en contra de la mujer que han liderado las listas de afectados por casos de violencia, varios meses consecutivos en el estado Táchira.
Mujeres víctimas de mujeres
Esta realidad se ha convertido en una modalidad de violencia, sobre todo en el eje fronterizo donde se producen constantes agresiones entre mujeres que terminan siendo víctimas y victimarias de tales hechos. Además algunas se han visto involucradas en explotación sexual de otras mujeres e incitación al transporte de sustancias ilícitas. A juicio del equipo investigador, incurren en tales delitos motivadas por la necesidad económica al ser en muchos casos madres solteras y sostén de hogares, por lo tanto buscar alternativas de supervivencia sin tener que estar sujetas a un hombre para su sustento las impulsa a realizar cualquier tipo de actividad, no importando que se incurra en algún hecho delictivo.
Casos de mujeres victimarias
Según los hallazgos de la investigación, la mujer que ejerce algún tipo de violencia en contra del hombre busca resguardarse tras el amparo y empoderamiento legal de los derechos de las mismas, para buscar justificar sus actos de violencia. “La mujer al sentirse es un status de supra protección ha logrado denunciar hombres por motivos económicos y sociales, logrando hacer efectivas estafas y sobornos a algunos hombres” explica Meneses.
La violencia doméstica de la mujer hacia el hombre ha llegado a ser incluso superior, pero es desconocida e invisibilizada, sobre todo por hábitos culturales de una sociedad machista que no está interesada en divulgar tal fenómeno. Además no se equipara con la provocada por un hombre hacia una mujer, pues es mucho más proporcional de él hacia ella.
El rol de la mujer como víctima ha cambiado
La intensa búsqueda por la igualdad de género, ha dejado consecuencias próximas donde algunas mujeres se han visto inmersas en un entorno nada parecido a su cotidianidad. Agresiones, homicidios, riñas, abuso sexual infantil es parte del perfil que recrean en muchas oportunidades, producto de antecedentes familiares o circunstancias personales, marcados por patrones de violencia y abuso, que pretenden seguir repitiendo, según los grupos focales involucrados en el estudio.
Especialistas consideran que la violencia femenina y la incursión de mujeres en delitos no violentos en Táchira, son fenómenos crecientes en cifras que requieren atención. Su vertiente más crítica fue debido al confinamiento forzoso durante la pandemia, un detonante que generó enfrentamientos en el hogar entre miembros familiares. Durante este lapso de tiempo, aumentaron a más del doble los casos procesados en los Tribunales de Violencia contra la mujer, en los que por sorpresa, aunque las mujeres denunciaban como víctimas, las denuncias obedecían a un problema económico.
La investigación puso en relieve que la vulnerabilidad femenina está disminuyendo y emerge una nueva vulnerabilidad masculina, basada ya no en diferencias biológicas, físicas o sociales, sino más bien políticas y jurídicas, al impulsarse un empoderamiento desmedido y desequilibrado.
La responsabilidad estatal siempre está presente en las verdaderas desigualdades y desequilibrios sociales generados bien por la ausencia y el desinterés del estado o por la insuficiencia y las malas políticas públicas en el abordaje de los fenómenos sociales generadores de violencia.
Desde el OVV Táchira se cree que las acciones tomadas desde el Estado Venezolano están procurando la integración de la perspectiva de género, más no la contribución en una verdadera igualdad de género que garantice que los problemas, experiencias, necesidades prácticas e intereses de mujeres y hombres, sean tenidos en cuenta equitativamente.