Prensa OVV Zulia
La Gobernación del Estado Zulia, a través de la Secretaria de Promoción y Prevención organizó un encuentro para abordar el tema de la violencia interpersonal en el estado. A la actividad fueron invitados el OVV regional y la Escuela de Trabajo Social de LUZ.
La violencia interpersonal no respeta hora ni lugar. Se hace presente en formas insospechadas. A finales de mayo, los medios reseñaban el caso de doce hermanos que vivieron una tragedia familiar. Uno de ellos, fue agredido presuntamente por su madre. Recibió varias cortaduras en su cuerpo: en la cabeza, rodillas y otras partes, que ameritó atención médica inmediata. La oportuna atención de uno de sus hermanos, quien lo llevó al hospital, evitó la muerte del infante.
Incidentes como este, aunado a las cifras que se manejan sobre violencia interpersonal en la región zuliana, ha generado interés en las autoridades regionales. Es así como el pasado 10 de junio, la Gobernación del Estado Zulia, a través de la Secretaría de Promoción y Prevención Ciudadana, convocó a una reunión donde estuvieron como invitados el Observatorio Venezolano de Violencia en el Zulia (OVV-Zulia) y la Escuela de Trabajo Social (ETS) de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas (FCJP) de la Universidad del Zulia (LUZ). En este encuentro participó también la Policía del municipio San Francisco.
La profesora Ana María Castellano, coordinadora del OVV Zulia, señaló que los objetivos que animaron esta reunión fueron exponer los resultados del Informe Anual de Violencia del año 2023 y llegar a acuerdos para desarrollar acciones conjuntas para la prevención de la violencia en el estado. Castellano asistió a la reunión acompañada de Yessica Bravo, investigadora del OVV Zulia.
A esta actividad asistieron 12 personas y cuatro instituciones interesadas en lograr que el Zulia sea un lugar más seguro. “El énfasis de la discusión se centró en la necesaria protección de las familias, de la mujer, de las comunidades, y en especial de los niños, niñas y adolescentes, que a diario son víctimas de la violencia en sus propios hogares. Igualmente se discutió que la familia, que debe ser fuente de seguridad, apoyo y educación, se ha convertido, en algunos casos, en un centro de dolor y maltrato. Este no es solo un problema del Zulia, sino que los hogares venezolanos se hacen más violentos cada día”, acotó la representante del OVV zuliano.
No solo las causas de la violencia fueron discutidas ese día, también las consecuencias que deja la violencia. Se enfatizó sobre el aporte que cada institución puede ofrecer para darle respuesta a un problema regional, pero que exige la voluntad política de los entes gubernamentales, no sólo nacional, sino regional y local. “No se trata solamente de controlar la violencia, sino de prevenirla, para evitar las consecuencias de tipo físico y psicológico en las víctimas y sus familiares. Es importante saber que cualquier tipo de violencia trae consecuencias a corto, mediano y largo plazo en el desarrollo de los niños, además de vulnerar su derecho fundamental a vivir una vida libre de violencia”, refirió el equipo del OVV Zulia.
Relataron los asistentes a la reunión, que las denuncias sobre violencia en todas sus manifestaciones han ido aumentando en el Zulia, aunque en el año 2023, el estado haya ocupado el puesto número 16, en cuanto a este fenómeno se refiere.
En este sentido, el equipo del OVV Zulia, dejó claro que los casos no denunciados o no publicados, superan los casos conocidos por los periodistas y la población zuliana. “Ante el asombro que causa tal realidad, las instituciones que asistieron al encuentro con el OVV-Zulia manifestaron que no es tiempo de preocuparse por la violencia, sino de ocuparse del problema y atenderlo de forma decidida, con una perspectiva que vaya más allá del control”, puntualizó la vocera del OVV Zulia.
De igual forma, los asistentes a la reunión hicieron hincapié en el hecho de que no se deben desestimar las denuncias, ni revictimizar a la persona que ha sido objeto de violencia. “Se debe, en su lugar, ofrecerles la ayuda pertinente, con la delicadeza, respeto y consideración que estos casos ameritan”.
Otro de los aspectos que refirió la profesora Ana María Castellano, y fueron arduamente discutidas durante la reunión, fue lo relacionado con las consecuencias que genera la violencia. Se resaltó que los efectos de tipo físico son considerables, pues a veces incluyen la muerte, amén de las consecuencias psicológicas, las cuales perduran para toda la vida.
La verdadera solución -señaló el equipo OVV- es la prevención y se requiere de programas, que desde diferentes aristas ataquen el problema; pero sobre todo se necesita una política pública destinada a ponerle límites a la violencia de tipo física, psicológica y sexual que se produce dentro de la familia, teniendo como principales víctimas a las mujeres, las niñas, los niños y los adolescentes, y como agresores a familiares y conocidos. “Padres, madres, padrastros, tíos, cuñados e incluso abuelos están incluidos en esa lista. La impunidad, en la mayoría de los casos se impone; así como el silencio y la complicidad de aquellos que conocen de los abusos y los callan”, señaló, el equipo OVV Zulia, a partir de las discusiones desarrolladas en ese encuentro de voluntades.
En suma, la tarea es ardua y amerita ganar aliados para poder conformar una red que se encargue de atacar este problema y sensibilizar a los entes gubernamentales, oenegés y universidades para atender a las personas maltratadas, ofrecerles ayuda, y formar a esas mujeres violentadas para que puedan ser convertidas en sobrevivientes; en vez de víctimas. Ese el planteamiento que maneja el OVV-Zulia sobre aquellas personas que son víctimas de la violencia. “Se debe reconceptualizar el término de víctima, asumiendo que esta es capaz de recuperarse, si cuenta con la ayuda y los asesoramientos necesarios”.
¿Cuál es el siguiente paso?
El equipo que discutió sobre la violencia interpersonal en el Zulia, concluyó que la solución a este problema es la prevención, igualmente que se debe sensibilizar a la población y darle un alto a la violencia intrafamiliar. Otras de las conclusiones es que se deben emprender planes que permitan rescatar a las comunidades, y las familias que las habitan, en las cuales la violencia se esté presentando con mayor frecuencia. “La tarea es conocer los problemas concretamente de esas comunidades y desplegar diferentes proyectos de acción que permitan disminuir los niveles de violencia familiar y comunitaria. Se trata de desarrollar proyectos educativos, de formación legal, de apoyo psicológico, de impulsar emprendimientos exitosos para mujeres y sus familias, de creación de casas de abrigo, entre otros, que se adecuen a la realidad que atraviesen las comunidades seleccionadas”, explicó Ana María Castellano.
Por su lados, el OVV Zulia y la Escuela de Trabajo Social de LUZ asumieron la responsabilidad de brindar el apoyo correspondiente para la elaboración de una propuesta de acción para prevenir la violencia en el estado; así como establecer el procedimiento de intervención social de las comunidades que serán tomadas como modelo para ir avanzando en la tarea de sensibilizar y desarrollar acciones, para limitar la violencia y apoyar a las familias que sufren ante esta situación.
Finalmente la coordinadora del OVV Zulia, señaló que junto a la Escuela de Trabajo Social de LUZ, hubo el compromiso de contribuir para prevenir y atacar tan grave problema. “Se trata de frenar la violencia contra la familia recurriendo a los ‘servicios esenciales’ que ofrecen respuestas al bienestar y a las necesidades inmediatas y a largo plazo de las mujeres, niñas [y familias] que han sufrido violencia. Estos servicios incluyen la sanidad, la justicia, la policía y los servicios sociales. Es una atención integral, comprometida, que implica la protección y el abrigo; así como la construcción de una mejor calidad de vida de la familia en ausencia del agresor”.