Prensa OVV Zulia
Una jornada educativa que el OVV Zulia, el Centro de Investigaciones de Trabajo Social, la Escuela de Trabajo Social, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia y la Fundación Voces de Esperanza, han emprendido desde el mes de agosto de este año, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre el tema de la violencia autoinfligida y la violencia contra la mujer, niños, niñas y adolescentes en el estado Zulia.
La educación comienza en el hogar y constituye una de las acciones más importantes para prevenir la violencia interpersonal y autoinfligida. Lamentablemente, algunas familias experimentan en su seno, agresiones e incluso sus miembros pueden llegar a autolesionarse. Entre los factores de riesgo que generan estas situaciones, se incluyen la difícil situación económica, las relaciones de poder desigual, la superioridad de los hombres sobre las mujeres, la exposición al maltrato infantil, los comportamientos dañinos, presenciar escenas de violencia familiar y trastornos de la personalidad. También el consumo de alcohol y de otras sustancias nocivas para la salud contribuyen a agravar esta situación.
Convencidos de que la educación es fundamental para prevenir estos tipos de violencia, a finales del mes de agosto de 2024, el Observatorio Venezolano de Violencia en el Zulia (OVV Zulia), inició un ciclo de conversatorios dirigido a maestros, profesores, estudiantes, profesionales y público en general. Esto con el objeto de plantear dos problemas sociales que se presentan en todo el país: la violencia autoinfligida y aquella violencia que se ejerce en el hogar, especialmente en contra de las mujeres, las niñas, los niños y los adolescentes.
Según el equipo de investigadores del OVV Zulia, en esta tarea no se está solo. “Hemos conformado un equipo desde nuestra ilustre Universidad del Zulia, específicamente desde el Centro de Investigaciones de Trabajo Social (CITS), la Escuela de Trabajo Social (ETS), la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas (FCJP); así como desde la Fundación Voces de Esperanza, con la finalidad de llevar un mensaje para que todos estemos alertas y podamos contribuir a la educación y la sensibilización sobre estos dos temas”.
Esta campaña busca llamar la atención de la población venezolana y dejar claro que “Pretender que la violencia autoinfligida y la violencia en el hogar no existen, no contribuye a prevenir, ni mucho menos a atacar estos problemas. Mirar hacia otro lado, no contribuye a la solución”.
Señalaron los integrantes del OVV Zulia, que se trata de sensibilizar, a partir de las estadísticas y de los casos emblemáticos, que sí bien son realidades expresadas en números y en porcentajes, son útiles para mostrar el dolor, el sufrimiento y la desesperanza que viven las familias que atraviesan por esta difícil situación.
Sustentados en este propósito educativo, tanto el OVV Zulia, como el CITS, la ETS y la FCJP de LUZ, así como la Fundación Voces de Esperanza han desarrollado conversatorios, a través de plataformas virtuales y presenciales. El ciclo inició en una reconocida escuela de yoga de la ciudad de Maracaibo. Allí se conversó sobre la “Violencia contra niños, niñas y adolescentes en el estado Zulia”. También, el equipo del observatorio zuliano se trasladó a centros educativos, ubicados en la región, para dialogar con docentes sobre temas de violencia y cómo contribuir a prevenir desde la escuela. Estas actividades llevaron por nombre: “Ayudemos a otros a vivir (violencia autoinfligida)”.
De manera virtual, también se desarrollaron conversatorios encaminados a mostrar la realidad sobre la violencia autoinfligida: “Decídete a vivir” y “Violencia autoinfligida en Venezuela: un tema para la reflexión”.
Explicaron los investigadores zulianos que a estas actividades han asistido jóvenes y adultos, quienes han referido su interés en formarse en estas áreas y derrotar los mitos que existen, en torno a estos temas. Se ha contado con la participación de docentes, investigadores, trabajadores sociales y psicólogos en estos conversatorios.
Refirió el equipo del OVV Zulia, que la campaña Decídete a vivir, es el nombre que se ha escogido para la realización de este conjunto de actividades educativas, en las cuales se hace un llamado de corresponsabilidad para contribuir a mitigar la frecuencia en la ocurrencia de los suicidios, de las tentativas de suicidios; así como coadyuvar a potenciar la posibilidad de que las mujeres afectadas por la violencia en el hogar puedan decir: “Detente. No más violencia”.
Desde el OVV Zulia, se considera que, si bien se requiere de un plan orgánico nacional para afrontar estos problemas, también es cierto, que a partir del compromiso de cada uno de los venezolanos y de aquellos que habitan este territorio, se pueden desarrollar procesos de acompañamiento de las personas, de diferentes edades que atraviesan por estas situaciones difíciles, las cuales los conducen a estar en riesgo, incluyendo también, a sus familias.“Desde los centros de estudio, desde los hogares y desde cualquier espacio, sus miembros pueden hacer sus aportes y contribuir a salvar vidas”.
A partir de la revisión de los medios de comunicación regional, se puede señalar que, en el Zulia, desde enero hasta septiembre de 2024, ocurrieron 20 casos de violencia autoinflida. En torno a la violencia en el hogar, en ese mismo periodo de tiempo, de los 228 casos de agresión que se produjeron en la región, 164 fueron contra la mujer, 114 fueron perpetuados en el hogar de las víctimas/victimarios, y 145 de estos delitos fueron cometidos por un familiar o conocido. Esto revela la importancia de sensibilizar a la población sobre estas problemáticas.
“Esto significa que estamos frente a dos situaciones que, a escala regional, exigen “hacer algo al respecto”, desde nuestros propios escenarios y capacidades”, puntualizaron los investigadores del OVV Zulia.
“En nuestros conversatorios, hasta el momento, han participado profesionales, estudiantes, profesores de diferentes universidades y centros educativos, amas de casa y comerciantes. Ellos han mostrado el interés para ayudar a disminuir el impacto que causan estos tipos de violencia y lograr que las familias puedan vivir, con una mejor calidad de vida. Sabemos que los factores de riesgos deben atenderse, pero es mejor hacer los esfuerzos para salvar una vida que no salvar ninguna”, explicaron.
Las consecuencias de este tipo de violencia pueden ser fatales, dejar lesiones físicas graves o leves en las personas. Pero, sobre todo, las huellas emocionales y espirituales son difíciles de superar. Especialmente, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo.
Es momento de tender la mano y comprometerse con la vida, en la proporción que cada quien pueda ofrecer su aporte. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la atención y la prevención de la violencia autoinfligida comprenden el fomento de relaciones seguras…el cultivo de aptitudes para la vida en los niños y adolescentes; el fomento del apoyo social de los pares.
Para prevenir la violencia interpersonal y la autoinfligida es necesario desarrollar estrategias, en las cuales el amor y el respeto en la familia estén presentes. Es necesario entonces: aumentar las relaciones sanas, estables y estimulantes en las familias, restringir el acceso a las armas de fuego, las armas blancas y los plaguicidas, fomentar la igualdad en materia de género para prevenir la violencia contra las mujeres, y establecer programas de identificación, atención y apoyo a las víctimas.
La empatía, el entender al otro, el deseo de ayudar, la sensibilización, el amor y el respeto forman parte de los factores necesarios para apoyar a las personas que están atravesando por problemas, para los cuales no tienen herramientas emocionales para resolverlos.
“Juntemos esfuerzos por las familias venezolanas”. Ese es el llamado que realizan el OVV Zulia, el Centro de investigaciones de Trabajo Social, la Escuela de Trabajo Social, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia y la Fundación Voces de Esperanza. Se debe asumir la responsabilidad de “Ayudar a otros a vivir”.