Prensa OVV Sucre
Linchamientos, robo de instituciones sociales y culturales, así como asaltos en carreteras y hechos de letalidad policial, marcaron el inicio del último trimestre del año 2019 en el estado Sucre.
El pasado 21 de octubre vecinos de la zona popular de Las Palomas, Cumaná, capturaron a un sujeto en medio de un presunto robo. La turba perdió el control y lo quemó vivo. El cuerpo sin vida quedó tirado en el pavimento.
A comienzos del mismo mes, ocurrió un caso similar en la comunidad de Bebedero en la capital sucrense.
Sin embargo, los casos no solo se registraron en barriadas populares de la primogénita del continente, y es que el 24 de octubre un joven de apenas 16 años, que se encontraba recluido en el Servicio Autónomo de Protección al Niño, Niña y Adolescente (Sapinaes), fue asesinado a golpes por sus compañeros, en medio de una riña.
“En Cumaná no era común que se registraran este tipo de hechos y con ello se evidencia la falta de confianza en la actuación policial y de la justicia venezolana, pues es usual que una vez que los funcionarios detienen a un sujeto señalado de cometer un delito como el robo, a los pocos días sea liberado del sistema de justicia y vuelva a las calles para reincidir en los delitos”, detalló Jesús Subero, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia Sucre.
Letalidad policial
Asimismo, resaltó que los casos de letalidad policial se han convertido en una constante y que la población considera como un hecho “necesario y normal” tomar la justicia por sus manos debido a los retrasos en el sistema de justicia venezolano.
De acuerdo al monitoreo realizado por el OVV Sucre, durante el mes de septiembre 70,6% de las personas que cometieron los homicidios fueron funcionarios pertenecientes a los cuerpos de seguridad del Estado, de los cuales, 41,2% pertenecía a la policía estadal o municipal y 23,5% al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
La violencia policial por presunta resistencia a la autoridad se presentó en 70,6% de los casos de homicidios registrados durante el mismo mes, cuando hubo 24 víctimas.
No hay tranquilidad en ninguna parte
Subero señaló la pérdida de tranquilidad y confianza de la población que se siente amenazada en sus propias viviendas, lugares de trabajo, calles y centros de servicio.
“Los ciudadanos no solo hemos perdido el poder adquisitivo, sino también espacios de formación como la Universidad de Oriente (UDO), cuyos núcleos han sido desvalijados de manera estremecedora”.
En una misma semana del mes de octubre fueron robadas las instalaciones de la Casa Andrés Eloy Blanco y la Casa Hogar Renaciendo en el Amor, que atiende a más de 11 niños en situación de riesgo.
Los asaltos en las troncales nueve (Cumaná-Puerto La Cruz) y diez (Cariaco-Caripito en el estado Monagas), así como los robos de viviendas, también han sido frecuentes.