Prensa OVV Sucre 

La cuarentena para prevenir el contagio del Coronavirus en el estado Sucre, al igual que en otros estados del país, se ha visto agravada por la escasez de gasolina que ha empobrecido a los pueblos de pescadores y ha aumentado las condiciones de violencia que ya padecía la población.

Agotada por no obtener respuesta a las comunicaciones regulares, el 10 de mayo la ciudadana Sorángel Medina, paciente oncológica, en defensa de su derecho a la vida, emitió una carta pública para solicitar combustible a las autoridades estadales y, de esa manera, cumplir protocolos de quimioterapia.

A la preocupación y el estrés que le genera su diagnóstico de metástasis, a Medina se le sumaron las restricciones de la cuarentena y los problemas logísticos para trasladarse en Cumaná.

El 21 de abril, a las afueras de la Unidad de Oncología Dr. José Gregorio Hernández del Hospital Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), pacientes y familiares también pidieron que fuera reactivada la radioterapia en medio de la cuarentena; mientras que los pacientes renales han denunciado la escasez de insumos por falta de gasolina para trasladarlos desde Puerto la Cruz, estado Anzoátegui, hasta Cumaná.

La población sucrense también ha tenido que trajinar con el traslado de los difuntos por falta de gasolina. El 19 mayo, se viralizaron dos videos donde se observan carros fúnebres que se quedaron sin combustible en la Av. Universidad de Cumaná. Familiares se vieron obligados a abordar una unidad de transporte público con una de las personas fallecidas en el ataúd, mientras otro grupo tuvo que caminar hasta el cementerio.

Pescadores sin faena

La labores de búsqueda del pescador Geovanny Yegües, residente de la población de Santa Fe (parroquia Raúl Leoni, municipio Sucre), fue suspendida por falta de gasolina.  Yegües desapareció en altamar el 17 de abril, cuando una ola golpeó el bote donde viajaba con tres personas más, quienes fueron rescatados por la Guardia Costera en isla Borracha.

Mientras tanto, en la Marina de Cumaná, una embarcación que logra surtir gasolina, remolca hasta Punta Arenas en la Península de Araya, a aquellas que no tuvieron la misma suerte. Y la situación no es distinta en la Península de Paria: Los pescadores de Guacuco en San Juan de Las Galdonas, municipio Arismendi, reman para cumplir la faena y llevar el sustento a sus familias.

“Muchas veces en la Marina, venden gasolina a personas que no producen en el mar y solo buscan bachaquear (revender el producto) hasta en 60 dólares una pimpina de 60  litros. Los pescadores no tenemos recursos para costear dos pimpinas semanales a ese precio y hemos retrocedido a pescar con cordel”, precisó el presidente de la Asociación de Pescadores del municipio Cruz Salmerón Acosta, Heriberto Rodríguez.

Aunque el gobernador del estado Sucre, Edwin Rojas, anunció la disposición de cinco estaciones de servicio en la entidad para uso del sector pesquero, en reiteradas ocasiones se han observado largas colas en la Marina.

“Solo siete embarcaciones por Consejo de Pescador pueden equipar en un día. Además, los peritos que hacen las inspecciones determinaron que las lanchas de 6 metros pueden equipar con 60 litros de gasolina y las de 9 metros con 120 litros, pero eso no alcanza para regresar del mar cargados de productos”, añadió Rodríguez.

Las manifestaciones para exigir suministro de gasolina han sido una constante en toda la entidad sucrense.

Pescadores del Morro de Puerto Santo, municipio Arismendi, tomaron las instalaciones del Instituto Socialista de Pesca (Insopesca), para exigir suministro. Cumplieron 15 días sin faenar por falta de gasolina y por este problema son afectadas más de mil familias de la jurisdicción. Denunciaron que, como consecuencia de esta irregularidad, fue paralizado el programa conocido como “la caravana de la sardina”, que trasladaba el producto al centro del país, tal como lo reseñó el 11 de mayo, el sitio web Prensa Alternativa.

Saqueos

Precisamente, la falta de gasolina fue el detonante para que más de 700 pescadores y sus familias se movilizaran a pie desde Punta Araya, hasta la capital del municipio Cruz Salmerón Acosta, el 20 de abril, para exigir atención de las autoridades. La protesta fue reprimida por los cuerpos de seguridad del Estado, quienes lanzaron disparos al aire y, posteriormente, se replegaron hasta que la manifestación ciudadana alcanzó otras exigencias, entre las que también se encontraba el abastecimiento de alimentos.

“Tenemos hambre, queremos comida”, gritaba la población enardecida durante los saqueos registrados el 22 de abril en Cumanacoa, municipio Montes, que dejaron siete personas heridas de bala y arma blanca. Durante los disturbios, tres locales fueron vandalizados y la población fue militarizada.

Al día siguiente, en Río Caribe, municipio Arismendi, fue saqueado el depósito de alimentos CLAP que se encontraba en el antiguo mercado de la localidad. En horas de la noche, varios sectores del pueblo se quedaron sin servicio eléctrico y extraoficialmente se conoció que los cuerpos de seguridad allanaron viviendas. Hubo más de veinte detenciones, entre ellas, la del dirigente del partido Patria Para Todos (PPT) en la zona, Clemente García, junto a su hijo, quienes fueron liberados al día siguiente.

Detenciones

Las detenciones arbitrarias se intensificaron a lo largo de la cuarentena. El 13 de mayo, el Comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Sucre, G/B Julio Barrios Torres, confirmó la detención de la persona que grabó el video que daba cuenta de la aglomeración de personas que se desplazaba en la embarcación conocida como “Palita”, desde la Península de Araya, hacia Cumaná. Dicha situación estaba totalmente en contra de las medidas de distanciamiento social para prevenir el contagio de Coronavirus, debido a la falta transporte y gasolina para el traslado diario de pasajeros. Como consecuencia de este hecho, la “Palita” limitó sus operaciones al traslado de camiones de carga de alimentos y rubros de primera necesidad.

En opinión del coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre), Jesús Subero, la medida solo busca generar temor en la población para evitar que se denuncien públicamente las irregularidades e injusticias que se presentan, y acentuar el control de la sociedad.

El 9 de mayo fue denunciada la detención de quienes se trasladaban en bicicletas en la ciudad de Cumaná, específicamente, cuando transitaban por el peaje ubicado en el sector El Peñón, con el argumento de violar la cuarentena. Los usuarios, por su parte, advirtieron que no tienen gasolina para movilizarse y adquirir productos de primera necesidad. Los detenidos fueron obligados a firmar un acta y en caso de reincidir, serán procesados ante el Ministerio Público.

Como parte del control del expendio de gasolina, llamó la atención de la colectividad la detención de la dirigente oficialista Mariela Gallardo, alias “La Polla”, ocurrida el 26 de abril. Según el reporte oficial, el argumento fue que se dedicaba a “organizar grupos motorizados para generar acciones de calle, alteraciones de orden público y actos vandálicos, debido a la contingencia del suministro de combustible”.

Instituciones desvalijadas

Los ataques contra la propiedad no han cesado en la entidad, especialmente, el desvalijamiento de instituciones educativas, gremiales y religiosas.

El 16 de mayo, la Diócesis de Carúpano, municipio Bermúdez, emitió un comunicado para denunciar el robo de las rejas que dan acceso a la sacristía del templo de San Miguel Arcángel en Río Caribe, municipio Arismendi. El vicario, Pablo Cádiz, lamentó la pérdida de valores que atentan contra la fe y el patrimonio nacional.

Ocho días antes,el director de Cáritas en Carúpano, Jesús Villaroel, denunció en su cuenta en Twitter, el hurto de dos ventiladores industriales de la iglesia Jesús de la Divina Misericordia. El sacerdote indicó que los artefactos habían sido donados por feligreses desde Chile y que el templo se encontraba abierto para facilitar un espacio de oración a los fieles, pero la situación fue aprovechada por los delincuentes.

El 18 de mayo, siete personas fueron detenidas por la policía del estado Sucre, señaladas de robar monitores, computadoras y un microscopio, entre otros equipos de investigación, de la Universidad Politécnica Territorial Luis Mariano  Rivera (Uptos) en Carúpano.

En la escuela Fe y Alegría San Luis en Cumaná se han registrado tres hurtos durante la cuarentena. El portal de noticias El Pitazo, publicó que los antisociales se han llevado plátanos y cambures del huerto de los alumnos, sustrajeron un ventilador y un aire acondicionado de pared, lápices y materiales de oficina, y han dañado puertas y ventanas, tanto de las oficinas como de los salones.

La delincuencia ha cargado con las computadoras de la sala de telemática de la escuela Fe y Alegría Padre Vélaz de La Llanada en Cumaná, tal como fue denunciado el 17 de mayo; mientras en el colegio católico Padre Alcalá, sometieron al personal para cargar aires acondicionados, computadoras, cocinas, celulares y alimentos en carretillas, a comienzos del mismo mes.

Muertes violentas

De acuerdo al monitoreo de prensa del OVV Sucre, durante el mes de abril se registraron 21 sucesos y 22 víctimas de homicidios en la entidad.

El municipio Sucre, Cumaná, fue el más violento con 57,1% del total de casos registrados, seguido por Montes, Cumanacoa, con 14,3% de los asesinatos.

Conmoción causó la muerte de una pareja que murió quemada en Río Caribe, Arismendi, tras un hecho registrado el 26 de abril. Trascendió que luego de una discusión, Rita González decidió rociar gasolina a su pareja, Juan González, mientras él se bañaba, pero el combustible también le cayó a ella al encender el fuego y sufrieron quemaduras en 70 y 90% del cuerpo, respectivamente. La dama falleció el 29 de abril y el caballero, quien era conocido como conductor de la ambulancia en la localidad, murió el 3 de mayo.