Periodista Digital
Eleonora Bruzual

El propio Nicolás Maduro aplaudió a un auténtico sociópata de nombre Alberto Allen, quien aconsejó dar un “pepazo” (disparo de arma de fuego) en la cabeza a quien no apoye la revolución bolivariana.

Desearía titular diferente y mostrar optimismo. Desearía ver asomarse una Venezuela distinta, pero las realidades no me lo permiten. Sólo tomando conciencia de que el año que recién ha terminado muestra una cifra de muertos aterradora cualquier ánimo tranquilo y confiado sería simplemente una grosería, un irrespeto con los deudos de esos más de 28.000 muertos producto de la violencia que bien se ocupó Hugo Chávez de imponer y cuya cosecha está regada en toda nuestra geografía…

Para el 28 de diciembre pasado el Observatorio Venezolano de Violencia certificaba que una de cada cinco personas que mueren asesinadas en América vivía en Venezuela, tierra de muerte y hambre con narcopillos en el Poder imponiendo el delito como política de Estado y desmantelando lo poco que aún puede quedar de él. A la cifra de 27.875 muertes violentas para una tasa de 90 fallecidos por cada cien mil habitantes calculada antes de transcurrido el mes de diciembre, se sumaron entre el miércoles 23 hasta el domingo 27, otros 123 cadáveres ingresados a la morgue de Bello Monte (Caracas) y las víctimas que aún no están contadas hasta el último día de 2015.

Como pueden entender Venezuela es una tierra ensangrentada y el régimen castrocomunista ayuda a esta tragedia, tanto que el propio Nicolás Maduro aplaudió a un auténtico sociópata de nombre Alberto Allen, coordinador de los Círculos Bolivarianos al que invitó al programa número 52 de “Contacto con Maduro” (Venezolana de Televisión) y en él aconsejó dar un “pepazo” (disparo de arma de fuego) en la cabeza a quien no apoye la revolución bolivariana. Pero como nada parece suficiente a esta banda delincuente empoderada, Tarek William Saab, que funge de “defensor del pueblo” le pareció muy bien que Maduro presentará al instigador a matar, y que solo expresara en el mencionado espacio televisivo: “No seas loco, vale” fue suficiente… como suficiente puede resultar que estos forajidos desconozcan la voluntad popular expresada en las elecciones del 6D.

Si esos son los que ostentan el Poder en Venezuela, es fácil comprender por qué más del 95% de los crímenes quedan impunes. Si miembros de la familia presidencial están detenidos en Nueva York señalados como narcotraficantes y en esta pasada semana el secretario privado de Nicolás Maduro, William Amaro Sánchez sale comprometido en un caso de lavado de dinero producto también del narcotráfico, una vez divulgada la información por el diario Miami Herald que reveló que un grupo de policías corruptos de Bal Harbour se dedicaba a lavar dinero, beneficiando, entre otros al funcionario de la presidencia de Venezuela, negar la tragedia de un pueblo a merced de unos forajidos en el gobierno es imposible.

Son tantas y tantas las vagabunderías que ni se preocupan en esconder propiedades imposibles de adquirir con sueldos de funcionarios públicos. 17 años de crímenes impunes les cebó a tal grado que -por ejemplo- veo un edificio remodelado a costos millonarios en una de las zonas más caras de Caracas, pregunto y me cuentan que fue comprado por el “Golden mutilated”, ese que aun faltándole una mano que se voló manipulando una granada cuando era un tenientico, dicen que ha cargado con millones del erario público y por eso se permite caprichitos como los del edificio de la Calle Los Fernández de la urbanización Sebucan de Caracas, edificio al que aún no se han mudado los rojos inquilinos que hicieron suyos todos los pisos, pero ya montaron piscina, paradisiacos jardines, gimnasio, sala de cine y llenaron sus sótanos con costosos vehículos importados y decenas de guardias molestan a los vecinos y les enseñan los colmillos de las bestias rojas, mientras celosos cuidan la propiedad de The one-handed Golden boy o en buen criollo “El mocho de oro”.

Muerte, hambre, escasez absoluta de medicamentos vitales. Indefensión del ciudadano que aterrado ve como este pasado 28 de diciembre asesinaron a puñaladas a dos hermanos en un apartamento de la urbanización La Castellana, otra lujosa zona caraqueña y están seguros que también este crimen quedará sin culpables.

Les juro que desearía ver asomarse una Venezuela diferente, pero no es así. La podredumbre copó todo el quehacer venezolano. Emblemáticos corruptos siguen agenciándose acomodos buscando impunidad cuando el narcoestado sea derrotado. Hasta el Borbón “in Sale” y devaluado del “bolibanquero” está siendo promocionado como artífice de todos los apoyos y los importantes premios que en España han otorgado a conocidos disidentes. ¡Horror y vergüenza!

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