Prensa OVV Monagas
El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio decretado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para llamar la atención sobre las graves consecuencias de esta determinación personal, así como la necesidad de trabajar en la prevención de este flagelo. En el marco de esta fecha, el Observatorio Venezolano de Violencia en Monagas (OVV Monagas), consideró necesario examinar y analizar este tema que continua afectando a las personas y familias monaguense.
La violencia autoinfligida, incluye los suicidios y los intentos de suicidios, sin embargo, entran en esta clasificación otras formas de autolesión. Se concibe, este tipo de violencia, como el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo. Como consecuencia puede producirse la muerte o lesiones graves y perdurables. Según el Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la OMS, existen diversos acontecimientos o circunstancias estresantes que pueden aumentar el riesgo para que las personas atenten contra sí mismas, entre éstas, se pueden mencionar: pobreza, desesperanza, pérdida de un ser querido, discusiones familiares o con amigos, ruptura de una relación y problemas legales o financieros y pérdidas laborales, entre otros factores. Adicionalmente, este riesgo se incrementa cuando, sobre las personas, existen trastornos depresivos o anímicos, “el abuso del alcohol y de drogas, los antecedentes de abusos físicos o sexuales en la infancia y el aislamiento social”.
En el Informe 2021 sobre Violencia Autoinfligida del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), se identificaron 340 casos de presuntos suicidios en todo el territorio nacional. Se observó el aumento de los números en ciertas entidades federales como Mérida (de 18 en 2020 a 45 casos en 2021), Guárico (17 a 38) y Delta Amacuro (de 1 a 9). Al ser ordenados según la importancia relativa porcentual los estados que ocuparon los tres primeros lugares fueron: Mérida (13,3%), Táchira (12,4%), Guárico y Lara (estos dos últimos con igual valor 11,2%). Más recientemente, el OVV en Falcón informó que entre enero y abril de 2022 se registraron 12 casos de suicidios en ese estado.
El OVV Monagas, a través de la metodología de observación de prensa, registró 5 suicidios y 2 intentos de suicidios. Estas cifras denotan una tendencia de aumento porcentual de 150% de casos conocidos de suicidios, en relación al año pasado en el mismo período, cuando se registraron 2. En cuanto a los intentos, se han conocido de 2 eventos en lo que va de año, mismo número que el 2021.
De estos 5 casos conocidos, 4 eran de sexo masculino en edades comprendidas desde 13, 26, 31 y 70 años respectivamente. En relación a la única mujer fallecida, se trató de una joven de 18 años. Los dos intentos de suicidios estuvieron protagonizados por mujeres en edades entre 17 y 23 años. Entre las motivaciones de los eventos se encuentran los problemas económicos, abusos sexuales, pérdidas familiares, abuso de sustancias, problemas sentimentales, entre otros; siendo la depresión, en varios casos, la desencadenante de la decisión fatal. Al estimar los 7 eventos (5 suicidios y 2 intentos), los hombres continúan siendo la principal víctima de violencia autoinfligida en una proporción 57,14% versus 42,85% en relación a las mujeres. El método más utilizado en Monagas para atentar contra su propia vida fue el ahorcamiento, seguido de consumo de barbitúricos y lanzamientos al vacío.
Casos que consternaron a la población monaguense
Según el registro del equipo del OVV Monagas, en julio un adolescente de 13 años, se ahorcó, en La Pica del municipio Maturín. De acuerdo con las investigaciones realizadas, el contexto del suicidio estuvo rodeado de abusos sexuales por parte del padrastro de la víctima, en medio de la indiferencia y ocultamiento por parte de su madre. Por este caso están detenidos la madre y el padrastro del adolescente.
Ese mismo mes en el Salto de Morichal Largo, zona rural al sur del municipio Maturín, hallaron el cuerpo de un hombre de 31 años, que se había ahorcado. Se conoció, por fuentes policiales, que la víctima presentaba un cuadro depresivo.
Otro de los casos ocurrió en el municipio Ezequiel Zamora, en donde una joven de 18 años tomó decisión de ponerle punto final a su vida, presentando signos de asfixia mecánica. Aparentemente la joven atravesaba un cuadro de depresión puesto que en su muro de Facebook presuntamente se dejaron mensajes alusivos a la depresión y soledad.
Depresión: un factor detonante en la violencia autoinfligida
Tal como lo señala el OVV, en su Informe 2021 de Violencia Autoinfligida, la depresión no es la única causa que conduce a este tipo de violencia, pues existen otros condicionantes que pueden llevar a tomar esa decisión. Sin embargo, no cabe duda que se constituye en un factor de riesgo que debe ser observado por familiares y allegados a las personas que la padecen. Este trastorno de la condición mental y emocional puede afectar tanto a quienes ya tienen antecedentes, como a personas en momentos coyunturales de alta intensidad, que no logran ser abordados adecuadamente.
Para el presidente del Colegio Farmacéutico de Monagas, Héctor Barreto Por su parte, muchos de los medicamentos son sustancias estupefactivas y psicotrópicas, que se deben vender bajo estricta vigilancia farmacéutica. “Los medicamentos llegan con regularidad, lo que pasa es que hace unos años atrás eran muy económicos y ahora para muchos pacientes que no pueden comprarlo, así como también la situación de qué hay muchos medicamentos sin registro sanitario, que a veces pone en duda su eficacia terapéutica”, puntualizó. De allí que, quienes están medicados, en función de diagnósticos de depresión, se pueden topar con el obstáculo de los altos costos de los tratamientos.
La pandemia continúa siendo una bomba de tiempo
Cuando inició la pandemia, hace dos años, desde el Observatorio Venezolano de Violencia se señaló que, “en Venezuela no solo se siguen sintiendo los efectos de la pandemia por Covid-19, sino que persiste la emergencia humanitaria compleja y todas las tensiones conexas y derivadas de esa combinación”. El confinamiento hizo que se agudizaran distintas situaciones que hicieron mella en la salud mental de los venezolanos.
La Prensa de Monagas difundió un estudio publicado por British Medical Journal (BMJ), en el cual se revela que “las personas que se han contagiado por Covid-19 presentan casi un 50% más de probabilidades de experimentar ideas suicidas que los pacientes que no se han contraído el virus”. Esto podría estar asociado con las secuelas dejadas por el virus, así como las dificultades de afrontamiento.
Actualmente, el escenario es un poco distinto. Se han retomado las actividades presenciales casi en su totalidad, la incidencia de casos de Covid-19 continúa disminuyendo y sus síntomas son menos graves; sin embargo, la otra pandemia, la de los trastornos de la salud mental, sigue siendo un importante factor de riesgo para la vida en Venezuela.
Según Reinaldo Rojas, psicólogo institucional de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) en su sede de Maturín, la precariedad económica es una de las principales causas de las afecciones de salud mental de aquellos casos abordados por él, en el estado Monagas. Explicó que, “en un contexto en el que la mayoría de las personas tienen dificultades para garantizarse el sustento, se generan fácilmente los cuadros de depresión y ansiedad, empeorados por la extenuación ocasionada por las deplorables condiciones laborales”. Esta situación -según el especialista- crea desesperación en los adultos y desesperanza en los jóvenes, estados emocionales que pueden detonar ideaciones suicidas. “En estos casos, los jóvenes son especialmente vulnerables, ya que pueden sentirse estancados y sin salida. Entre otras causas, se encuentran las dinámicas familiares y la ausencia de vínculos de apoyo”.
Por otro lado, aseguró que es necesario llamar la atención sobre la dificultad para el acceso a la atención psiquiátrica y psicológica. Según Rojas, la escasez de ayuda profesional deja a las personas sin herramientas para superar la situación, como tampoco permite que las familias puedan tener asesoramiento. Actualmente, las consultas privadas de psicología y psiquiatría oscilan entre los 25 y 40 dólares, y en el sector público estos servicios nunca han sido suficientes para la demanda de la entidad debido a la ausencia de escuelas de psicología en el oriente del país. En este sentido, es menester recordar que el año pasado el servicio de psiquiatría del Hospital Manuel Núñez Tovar fue suspendido por falta de personal.
¿Qué hacer al detectar personas con ideas suicidas?
Según el Cecodap, “la ideación suicida puede disminuir cuando la persona recibe atención y cuidados adecuados”. Con base a esta premisa, el OVV Monagas considera necesario ampliar las posibilidades de atención a las personas que necesiten abordar los primeros rasgos del pensamiento suicida. Esto implica un abordaje de salud pública, incluido dentro de los esquemas de atención a los ciudadanos, entendiendo que, este tipo de violencia autoinfligida puede ser evitada.
Asimismo, el psicólogo clínico Luis Madrid Peroza propone que las escuelas, liceos y universidades desarrollen campañas de educación psicológica donde se aborde, entre otros temas de salud mental, el suicidio. De esta manera -asegura- se puede exhortar a los jóvenes a pedir ayuda de ser necesario. Madrid considera que “los programas escolares de prevención del suicidio pueden desempeñar un papel importante al conectar a los estudiantes con información y herramientas importantes sobre salud mental, así como brindar capacitación a los maestros y personal educativo”.
Desde el OVV Monagas se considera importante identificar los factores de riesgos que pueden conducir a la violencia autoinfligida. Igualmente, el papel del núcleo familiar debe ser consciente, sistemático y afectivo, atendiendo a través de profesionales; haciéndole sentir, al familiar afectado, que no se encuentra sólo. Los grupos de apoyo suelen ser de gran ayuda para el abordaje de casos.