Roberto Briceño-León y Gloria Perdomo
Cadernos de Saúde Pública/Vol 35, supl3 Rio de Janeiro
Nuevas formas de violencia están afectando a 725,000 habitantes de 51 grupos indígenas de Venezuela, especialmente aquellos compuestos por niños, niñas y adolescentes.
Mediante entrevistas con informantes clave, datos de la sociedad civil e informes de periodistas, los investigadores venezolanos detectaron la existencia de cuatro tipos de violencia: (a) violencia estructural, derivada de la escasez de alimentos y medicamentos, lo que ha causado muertes por desnutrición y falta de atención médica, prostitución, tráfico de niñas y emigración forzada; (b) la violencia del crimen organizado que ejerce el control de la minería ilegal y afecta a los pueblos Yanomami y Pemón, como mano de obra para la producción de coca y narcotráfico con el pueblo Yupka; y contrabando de gasolina en el pueblo Wayúu; (c) violencia doméstica debido a cambios culturales derivados de nuevos patrones de consumo de alcohol o el uso del castigo físico de niños entre los pueblos Piaroa y Yekuana; y (d) la violencia ilegal del Estado por la imposición de la minería con el pueblo Pemón o la represión por las protestas con los pueblos Warao.
En el artículo se muestra la gran diferencia entre el discurso oficial de protección de los pueblos indígenas y las realidades de la violencia, la explotación criminal y la violación de los derechos que sufren los niños y adolescentes indígenas.