Prensa OVV Sucre
En medio de la cuarentena provocada por el Coronavirus en Venezuela, no han cesado las amenazas a la propiedad y la vida en el estado Sucre.
El asesinato de dos adultos mayores ocurrido el pasado 4 de septiembre dentro de su vivienda, ubicada en el sector El Tacal II de la carretera vieja Cumaná-Puerto La Cruz, donde también mantenían una bodega para el expendio de productos de primera necesidad, generó conmoción en la comunidad.
La denuncia del caso fue realizada por vecinos de la zona, quienes observaron a dos sujetos (hombre y mujer) salir de la residencia bien temprano en la mañana con un par de bombonas de gas doméstico, dos bolsos tricolor y unos sacos con otros objetos.
Una comisión mixta, conformada por funcionarios de la policía municipal y estadal, encontró los cadáveres de Cruz Manuel Quijada, de 75 años, quien falleció tras recibir fuertes golpes en la cabeza, mientras su esposa María Luisa Jiménez, de 55 años, fue estrangulada.
De acuerdo a la información preliminar, los dos sujetos se quedaron la noche anterior a descansar en la vivienda y mataron a la pareja, tras resistirse al robo.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), base Cumaná, tomó parte en las averiguaciones y seis días después una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) detuvo a los presuntos responsables del doble homicidio en Araya, capital del municipio Cruz Salmerón Acosta.
En otro hecho,que evidencia la descomposición social que afecta directamente a los adultos mayores, el 11 de septiembre la señora Trina fue salvajemente golpeada por un sujeto que, luego de pedirle agua, la asedió para robarle la bombona de gas doméstico de su vivienda ubicada en la calle ocho del sector dos, de La Llanada en el municipio Sucre.
Asesinato en una fila de gasolina
El 8 de septiembre, día de la Virgen del Valle -patrona del pueblo oriental-, no fue obstáculo para que desconocidos, a bordo de una moto, dispararan sin mediar palabras y asesinaran a Frank Rincones, de 32 años, conocido como “Chocolate”, cuando se encontraba en una fila para surtir gasolina en la Avenida Perimetral de Carúpano, municipio Bermúdez. Mientras su concuñada Sairy Indriago, de 32 años, resultó herida tras recibir tres impactos de bala en los glúteos y fue trasladada a la emergencia del Hospital Santos Aníbal Dominicci.
Ambas personas residían en el Hato Romar de Playa Grande. Rincones se desempeñaba como mecánico, era líder de calle del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) de su comunidad; dejó una viuda y dos huérfanas de 4 y 10 años.
El trajín del parto
Como inaudito calificó el diputado sucrense, Robert Alcalá, la imagen de dos mujeres a punto de dar a luz quienes, por falta de gasolina, tuvieron que caminar desde el sector El Rincón -municipio Benítez- hasta Carúpano -municipio Bermúdez-, donde tenían cesáreas programadas en la Maternidad Candelaria García.
El parlamentario. a través de su cuenta en la red social Twitter, indicó que no hay transporte extraurbano y el urbano es una calamidad en la entidad oriental.
“Tienen un guiso con la gasolina; algunos que ocupan el gobierno tienen el monopolio de la distribución y, junto a militares corruptos, la venden hasta en 3 dólares el litro. Indigna, da mucha rabia e impotencia que nuestras mujeres embarazadas caminen para traer a sus hijos al mundo. Da dolor ver ancianas, casi sin fuerzas, caminar, porque unos choros con uniforme hacen negocio con la gasolina”, aseveró.
El portal de noticias El Carupanero Digital, publicó que Cecilia Marcano y Rosanny Martínez dieron a luz a dos bebés y, posteriormente, fueron dadas de alta con sus recién nacidos, pero no contaban con dinero en efectivo para pagar pasaje de regreso a sus hogares. Luego de mucha espera, fueron asistidas por la ambulancia de los Bomberos de Carúpano.
El 13 de agosto una mujer dio a luz en las escaleras del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa) de Cumaná, porque los ascensores dañados no le permitieron llegar a sala de partos.
Dos días antes, otro bebé nació en la Comandancia de la Policía del municipio Sucre, cuando la madre acudió a la sede a pedir ayuda para trasladarse al referido hospital.
Lamentablemente, no todos los finales han sido felices, pues, el 25 de mayo, familiares denunciaron la muerte de un bebé como consecuencia de más de seis horas de retraso en el traslado de una mujer embarazada en lancha, desde la Península Araya, municipio Cruz Salmerón Acosta, hacia el Hospital de Cumaná.
Para ese momento, en Araya no estaba operativa la lancha ambulancia y el hospital de la zona se quedó sin especialistas desde el mes de marzo, producto de las persecuciones políticas.
En otro hecho, el 12 de septiembre se viralizó el video del traslado del joven Rafael Betancourt, de 17 años, en la parte trasera del camión distribuidor de gas doméstico porque la ambulancia del Hospital Luis Daniel Beaperthuy de Cumanacoa, municipio Montes, no tenía gasolina.
Betancourt falleció en el trayecto hacia Cumaná, tras ser mordido por una serpiente cuando recogía la cosecha de maíz en el conuco de sus padres. Lamentablemente, no pudo ser atendido en el hospital local, por falta de suero antiofídico.
Por su parte, la diputada, Milagros Paz, denunció las condiciones precarias en las que se encuentra el sistema de salud sucrense como una violación a los derechos humanos del personal y los pacientes.
Detalló que el Huapa no cuenta con sala de emergencia, ni agua potable. Mientras el Hospital Santos Aníbal Dominicci de Carúpano, tiene solo 16 camas en el área de aislamiento y dos en cuidados intensivos, con dos ventiladores en funcionamiento parcial, pues tampoco tiene aire presurizado.
En opinión del coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre), Jesús Subero, se registran hechos de violencia y homicidios a pesar de la pandemia y el control ejercido por los cuerpos de seguridad del Estado. Asimismo, Subero evidenció la paralización del servicio de transporte público y privado por la escasez de gasolina que fortalece la corrupción y trae como consecuencia, mayor crisis hospitalaria y pérdidas humanas en flagrantes violaciones a los derechos a la salud y la vida.