El Universal
Carlos D’Hoy
21 de febrero de 2016
Hasta mediados de octubre la principal solicitud de asesorías a Cecodap, organismo especializado en el tema de atención a niños y adolescentes, era dictar charlas sobre la prevención del “bullying”; pero a partir de noviembre la situación cambió y este tipo de acoso escolar pasó a un segundo plano, pues las llamadas han sido para pedir apoyo a fin de tratar hechos de violencia escolar.
Oscar Misle, educador y coordinador de Cecodap, señala que la situación socioeconómica por la que atraviesa Venezuela, alteró la dinámica familiar. Explica que la frustración que se está generando se acumula en el entorno familiar y luego transferida a la escuela.
“Si un joven ve que no tiene sentido estudiar, que el esfuerzo no vale la pena, si siente que no tiene futuro, si sólo oye del triunfo de la delincuencia, se genera en él un conflicto interno y esa tensión agregada al estrés que vive y termina explotando en las aulas”.
El especialista agrega que el joven termina perdiendo el sentido de la vida, “es necesario abordar el tema de las frustraciones familiares, hay que crear factores protectores para que sientan respaldo, que los vulnerables sepan que cuentan con apoyo”.
Misle alerta que en los últimos meses ha detectado un incremento en el número de jóvenes que se agreden, que provocan accidentes para causarse daño o la muerte a ellos y a sus acompañantes, “tendencia que nos preocupa”.
“Sabemos que hay un problema porque el número de historias que recogemos de suicidios de adolescentes y de intentos ha aumentado notablemente”.
El suicidio es mucho más frecuente de lo que parece, era la tercera causa de muerte en jóvenes de 12 a 18 años, pero “bajo las circunstancias actuales debemos estar alertas ante un incremento de esta tendencia para tomar las medidas pertinentes, pero al no tener cifras en las que basarnos es imposible saber cuándo activar esa advertencia”.
El criminólogo Fermín Mármol García, señala que la falta de difusión de cifras oficiales en temas sensibles atenta contra y seguridad ciudadana, “sin ellas se desconocen los problemas y no se pueden diseñar políticas para enfrentarlos”.
Recordó que en cualquier sociedad hay tres grandes entes socializadores: la familia, la escuela y la religión, y si esos entes no tienen información sobre el problema del suicido de niños y adolescentes, difícilmente podrán atacarlo.
María Gabriela Soto, presidenta del Consejo Municipal de Derechos del Niño y Adolescente de Los Salias agrega que el sistema de protección se mantiene alerta ante hechos que puedan representar riesgos para niños y adolescentes, aunque agrega que el suicidio no es uno de estos temas de acuerdo a lo que arrojan las encuestas que levantan en las escuelas y liceos. Sin embargo, anuncia que continuará con las charlas educativas.
Acotó que en casos de violencia extrema, cuentan con apoyo de psicólogos preparados para dar asesoría a los estudiantes y fortalecer la participación familiar en la atención de estos problemas.
Señales de alerta
- Infligirse daños o tener conductas autodestructivas
- Agresividad y cambios de personalidad
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba
- Regalar o desprenderse de pertenencias
- Modificación de hábitos de sueño y comida
- Dificultad para concentrarse
Fuente:
- http://www.eluniversal.com/sucesos/160221/violencia-en-escuelas-y-liceos-se-incrementa-por-frustracion-social