Prensa OVV Sucre

A riesgo, no solo de perder sus pertenencias sino sus vidas, transitan por territorio y la costa sucrense los conductores de vehículos particulares, transportistas de pasajeros y carga pesada, al igual que los pescadores. Estas condiciones de inseguridad han traído como consecuencia un evidente aislamiento de los habitantes del estado Sucre con respecto al resto del país.

Si bien los hechos de violencia registrados no son nuevos, las denuncias de casos de violencia en las carreteras, así como en el territorio marítimo, habían mermado desde el inicio de la cuarentena producto del Covid-19 en marzo del año pasado. Sin embargo, éstos han cobrado fuerza en el segundo semestre de 2021.

Así lo ha confirmado el Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre), a través del monitoreo de prensa de diversos hechos, como el ocurrido el 2 de noviembre en la madrugada, cuando los pasajeros de un autobús que se desplazaba desde Cumaná capital del estado Sucre, hacia el estado Aragua, fue asaltado a la altura del sector Nurucual, municipio Sucre de la entidad oriental.

El conductor continuó el recorrido, pero tuvo que hacer trasbordo a otra unidad de transporte en La Guaira y finalmente, dejar a los pasajeros en Caracas por falta de dinero para pagar la gasolina y llegar a su destino.

Aunque los usuarios exigieron a las autoridades sancionar a la empresa, la directiva de ésta exigió garantía de seguridad en la troncal 9 Cumaná-Puerto La Cruz en el estado Anzoátegui, y advirtieron que tuvieron que cambiar los horarios de viaje nocturno por temor a que se repitan este tipo de hechos violentos.

Pérdidas humanas

Lamentablemente, este año la inseguridad en las carreteras sucrenses cobró la vida de un conductor de transporte público, el 28 de julio en la madrugada, cuando sucedió el homicidio en la vía Cumaná- Cumanacoa en el municipio Montes, que comunica a la entidad sucrense con el estado Monagas.

Robert Javier Díaz, de 34 años, transportista de la línea Tataracual, recibió un impacto de escopeta en un ojo cuando se desplazaba por el sector Munegro y se resistió al robo del vehículo, así como de las pertenencias de los pasajeros.

El hecho aconteció después que los presuntos delincuentes obstaculizaron la carretera nacional para atracar a los autobuses. El suceso provocó la indignación del gremio de transporte que protagonizó una manifestación ciudadana justo en la entrada del sector Puerto La Madera en la vía Cumanacoa.

Posteriormente, el 8 de agosto, ocurrió la muerte de dos hombres en medio de un enfrentamiento entre organizaciones delictivas en el sector Guaranache, del municipio Sucre. Los cuerpos fueron quemados como venganza. De acuerdo al informe extraoficial, ambos eran miembros de una banda que opera en la zona y, al parecer, estaban involucrados en el homicidio del conductor Robert Díaz.

Reclamo ciudadano

Las manifestaciones ciudadanas, producto de la inseguridad en las carreteras, tampoco se han hecho esperar. El 18 de octubre fue confirmada la paralización del servicio de transporte público que cubre la ruta Los Cocos en Cumaná, municipio Sucre, como medida de protesta ante la cantidad de robos que se registran. La representación de conductores señaló que, en menos de una semana, ocurrieron tres atracos dentro de las unidades de transporte público.

Mientras que, en el mes de septiembre, usuarios denunciaron continuos atracos en los microbuses que cubren rutas suburbanas del municipio Sucre. Como consecuencia, la Policía Municipal realizó operativos en los microbuses para contrarrestar la problemática.

Las acciones de los cuerpos de seguridad del Estado para garantizar la seguridad ciudadana han tenido un carácter efectista e incluso temporal, como el acompañamiento en caravana a los camiones de carga pesada para recorrer sectores como Muelle de Cariaco en el municipio Ribero o el operativo desplegado al cierre del mes de agosto en la troncal 10, con más de 200 funcionarios, para frenar la acción del Grupo Armado No Estadal (GANE), que opera en la zona.

La movilización oficial más reciente, fue la de más de 500 funcionarios de distintos cuerpos de seguridad al municipio Arismendi, donde fue confirmada la muerte, producto de la intervención policial, de al menos 13 presuntos delincuentes que controlaban el tránsito terrestre y marítimo en las parroquias Unare y San Juan de las Galdonas, para cometer actos delictivos como el tráfico de drogas hacia las islas del Caribe.

Peligro en la Península

El acceso al territorio sucrense está controlado por GANE, no solo a través de las troncales 9 y 10, sino con mayor fuerza y presencia en el eje costero de la Península de Paria.

Así lo confirmó la Organización Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima de los Espacios Acuáticos Venezolanos (ONSA), cuando en el mes de octubre consideró a la zona oriental de alto peligro para navegantes por asaltos de piratas, tal como fue publicado en el portal de noticias “Crónica Uno”.

La ONSA reconoció que la zona está azotada por la delincuencia organizada y la piratería, al tiempo que alertó a las autoridades por la impunidad reinante.

Para el equipo de investigación del OVV Sucre, coordinado por Carmen Julia Amundarain, la Península de Paria se ha convertido en un territorio hostigado por la delincuencia, ante la falta de políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana y vigilen las situaciones de violencia que han sido alertadas por la institución desde que se intensificaron los hechos que daban cuenta de la acelerada pérdida del territorio.

Amundarain lamenta que se pierdan las potencialidades naturales, turísticas y económicas de un territorio que comprende más de 700 kilómetros de costa y que, en su mejor momento, llegó a aportar 70% de la proteína de pescado para el país; en los últimos años, los pescadores han dejado de faenar, los turistas no pueden navegar y la migración forzada ha dejado pérdidas humanas. Sobre este último punto -recordó Amundarain- cómo desde el 2019, se ha conocido del naufragio de tres embarcaciones en las costas de Güiria, municipio Valdez, cuando migrantes venezolanos se dirigían hacia la isla de Trinidad y Tobago.