El Impulso
por Rosmir Sivira | Edickson Durán

febrero 20, 2016

La noche del pasado jueves, 18 de febrero, tres visiones del país fueron presentadas en los salones del Hotel Trinitarias Suites, con motivo del foro Venezuela después del 6D: Una visión en diferentes escenarios.

Al escenario subieron el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, el economista y profesor de Oxford y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) José Manuel Puente, el abogado criminalista Fermín Marmol García y el periodista Nelson Bocaranda Sardi, quien a través de comentarios o “runrunes” de lo expuesto por los otros ponentes hizo la velada cada vez más interesante.

A casa llena y por octavo año consecutivo, APC Consultores organizó este foro en la Capital Musical, con el apoyo y patrocinio del diario El IMPULSO. El objeto principal de este encuentro fue generar una conversación entre expertos, sobre temas de interés social, político y económico.

La realidad numérica

José Manuel Puentes, economista, se encargó de desmentir mitos gubernamentales que refieren que la actual crisis económica se debe a la caída de los precios del petróleo, ya que la economía venezolana comenzó su ciclo recesivo en el segundo trimestre de 2014, fecha para la cual los precios del petróleo eran cercanos a los $100 el barril. A esto sumó que el resto de los países petroleros del mundo no atraviesan procesos de inflación y contracción económica como Venezuela.

Subrayó que de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), 2015 fue un año en el cual Venezuela vivió la mayor contracción económica de su historia contemporánea y la mayor inflación del país, incluso por encima del 190%, aunque otras instituciones refieran que es superior al 200%. La segunda economía más inflacionaria fue Ucrania con un 45%.

Puentes refirió que Venezuela se encuentra en una fase de colapso económico, tras transitar entre 1999 y 2013 el boom petrolero más grande de la historia. Subrayó que entre 1999 y 2015 a Venezuela ingresaron $900 mil millones por exportaciones petroleras.

Asimismo, calificó como “rareza estadística” que para el tercer trimestre de 2015, según el Banco Central de Venezuela (BCV) el sector construcción se haya contraído -20%, mientras que el gobierno dice haber construido más de un millón de casas.

Indicó que entre 1998 y 2015 la economía venezolana fue la de menor crecimiento con 27,8%, mientras que otros países pequeños, no petroleros y también de izquierda, como Bolivia registraron un crecimiento del 94,6%. Perú registró un 124,3% y Uruguay, el país con el segundo crecimiento menos exponencial, presentó un 58,3%.

El riesgo país es alto y el esquema cambiario resulta un problema para el funcionamiento económico.

Por esta y otras razones, Puentes manifestó que la crisis económica inició mucho antes de la caída de los precios del petróleo y que esta coyuntura sólo ha exacerbado el ciclo recesivo.

La única manera de recuperar la economía del país es a través de un plan de reforma macroeconómica severa.

Destacó que según consensos de analistas internacionales, la inflación venezolana para 2016 podría ser hasta de 700% y no haber crecimiento.

No todo vencedor gana fuerza

Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, profesor del IESA y articulista, para iniciar su intervención, recordó que el pasado miércoles el presidente Nicolás Maduro, hizo mención de su persona, durante el anuncio de medidas económicas. A propósito de ello, prometió a los presentes que realizaría un análisis “intelectual y orgánico” de la situación, pero sin elementos burgueses, ya que fue bajo estos términos que el primer mandatario nacional se refirió a él.

El analista señaló que aunque la oposición haya obtenido la mayoría en las pasadas elecciones, las relaciones de poder y política en el país no se basan sólo en mayorías ni minorías, sino también en herramientas, financiamientos gubernamentales y alcances de los grupos, además del papel que asuman ante determinada realidad las instituciones. La situación del país se centra entonces no sólo en un resultado electoral, sino en una situación aún más radical.

Refirió que aunque la oposición obtuvo una mayoría en la Asamblea Nacional, hecho que calificó como un “éxito electoral”, el oficialismo no sólo cuenta el poder Ejecutivo, sino que el resto de los poderes han jugado a su favor, por lo cual la mayoría podría quedar en ciertas desventajas.

En tal sentido, subrayó que tras el 6D no ocurre lo obvio, que sería que el vencedor de fortalezca y el perdedor pierda fuerzas. Por el contrario el gobierno chavista ha mantenido “una estrategia de control de daños”, con la que “han dicho a la Asamblea que pueden hacer lo que quieran, pero que se lo frenarán en el tribunal”, institución que no es apelable.

Apuntó que aunque en el oficialismo existen seguidores a los cuales no les agrada el presidente Nicolás Maduro, sea cual sea la otra opción, parte de estos se mantienen fieles a su figura, a pesar de las condiciones económicas, políticas y sociales del país, que exigen acciones concretas e inmediatas.

En medio de esta diatriba, Luis Vicente León, considera entonces conveniente que ambas partes tengan puntos de acuerdo en los términos de la relación, como instituciones y poderes, y menos puntos de desencuentro, que agotan al venezolano.

El Gobierno no atiende la seguridad ciudadana

Por su parte, Fermín Mármol García calificó el 2015 como un año de deterioro social, por los múltiples indicadores de delictividad.

Señaló que el gobierno también ha ocultado las cifras en materia de seguridad ciudadana y desde 2004 ha armado un cerco a los medios sobre este tema.

Sin embargo indicó que según estudios del Observatorio Venezolano de la Violencia, 6 de cada 10 ciudadanos piensan que el Sistema Integrado de Seguridad no genera confianza alguna y, en igual proporcionalidad, la sociedad considera que las cárceles están en manos de los presos. También refirió que un 62% de los encuestados cree que el gobierno promueve la delincuencia y que 78% de los venezolanos no ejerce el derecho a la denuncia.

Asimismo refirió que la ciudadanía identifica las bandas criminales, pranatos carcelarios y colectivos armados.

En este sentido indicó que en Venezuela ocurren 90 homicidios por cada 10.000 habitantes.

Lamentó que el presidente de la República no se haya referido en su memoria y cuenta ante la AN al tema y refirió que la comparecencia de la fiscal General Luisa Ortega Díaz en la Asamblea Nacional fue incompleta, ya que señaló que las muertes violentas fueron sólo 17.771, cifra que resulta de una disgregación de los homicidios, al computar sólo los intencionales, pero no los homicidios culposos y otras figuras. De esta manera la cifra sería superior a los 27 mil homicidios.

Aseguró que Venezuela es el segundo país más violento del continente, después de Guatemala y que los planes de seguridad están divorciados de la realidad delictiva del país.

Indicó que el gobierno aplicó el Plan de Patrullaje Inteligente por Cuadrante, Plan de Pacificación-Zona de Paz, Plan Desarme y las Operaciones de Liberación del Pueblo, los cuales fueron errados desde sus planteamientos, al no tomar en cuenta los ocho bloques delictivos que hacen vida en Venezuela, que incluyen los seudos sindicatos de construcción y mineros, Frentes Bolivarianos de Libertad, holding de tráficos de drogas y corrupción y la incidencia extranjera en Venezuela.

El abogado detalló que el país registra un déficit de más del 100% de uniformados, ya que se requieren cuatro policías por cada 1.000 habitantes. Hay otro déficit de 300% de policías de investigación criminal.

Lamentó que no existan estructuras políticas que realmente aborden el problema. Sin embargo señaló que ha introducido ante la AN una serie de planteamientos como el anteproyecto de ley de bloqueo de señales telefónicas en las cárceles del país y de beneficios sociales para los funcionarios de seguridad.

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