Prensa OVV
El monitoreo de prensa regional que realiza el OVV Zulia, arrojó que en 2024 hubo un ligero aumento en cuanto a las agresiones contra la mujer, en comparación con el año 2023. Sigue observándose que este tipo de violencia es ejercida principalmente por familiares y conocidos, entre los que destaca la pareja/expareja. El hogar se ha convertido en un entorno riesgoso, y ha pasado de ser fuente de seguridad y abrigo, a constituirse en el principal espacio donde se desarrolla la violencia
Una tarde de abril de 2024, una mujer aguardaba en su vivienda, el regreso de su pareja, y según refiere la prensa local, el hombre al llegar, inició una disputa con ella, que culminó con agresiones y una amenaza de muerte. La mujer fue mordida, por el hombre, en múltiples partes de su cuerpo e incluso perdió parte de su oreja. Este es apenas un caso de agresión que fue recogido por el equipo del Observatorio Venezolano de Violencia en el Zulia (OVV Zulia). Según los investigadores, lamentablemente, existen en la región muchos episodios como estos, donde impera el poder desmedido y el uso intenso de la fuerza física por parte de las parejas y exparejas.
Explicó el equipo que, año tras año, se observa que las agresiones graves y leves persisten contra las mujeres en el Zulia. En 2023 se presentaron 383 delitos catalogados como agresiones graves y leves, 64,7% correspondió a la violencia contra la mujer. En 2024 se dieron a conocer 265 casos y 65,3% de ellos, tuvieron como víctima a la mujer. “Puede observarse, que, aunque los casos de agresión en el Zulia fueron menos para 2024, la violencia contra la mujer aumentó. En ambos años, el tipo de arma más utilizada por el agresor fue la fuerza física, lo cual pone en evidencia el uso enorme de la fuerza del hombre contra la mujer; manteniéndola en una situación de vulnerabilidad. Para el 2023, la utilización de la fuerza física alcanzó 33,9%, objetos cortante o punzante. 10,4%; mientras que para 2024 el uso de la fuerza física se posicionó en 46,6% y objetos cortante o punzante: 14,7%”, destacó el equipo investigador.
Según el OVV Zulia, lo que más resalta es que en 2023 y 2024, la violencia contra la mujer se ejecutó en el hogar de la víctima/victimario: 41,0% y 52,6% respectivamente. Las agresiones fueron llevadas a cabo por familiares o conocidos: 60,6% en 2023 y a 2024 le correspondió: 64,2%; predominando como agresores la pareja/expareja.
“La violencia que se ejerce contra la mujer, en sus hogares agrava la situación, dado que los efectos de las agresiones alcanzan al grupo familiar. Esto hace más complicado el panorama, pues los niños/as también se convierten en víctimas, que sufren las consecuencias físicas y emocionales de este tipo de agresiones, sobre todo si son reiteradas”, señaló el equipo.
El equipo del OVV Zulia refiere que las edades de las víctimas de agresiones leves o graves son mujeres de 1 a 80 años, en 2023; y de 1 a 84 años en 2024. En ambos años, las edades, en las cuales se concentró el mayor número de víctimas fue 0 a 29 años.
Los municipios que ocuparon los dos primeros lugares, en 2023 y 2024 fueron Maracaibo y San Francisco, seguidos de Lagunillas y Colón, respectivamente.
Para el equipo zuliano, este es un problema que no cesará en los hogares de la región hasta que no se implemente soluciones intencionales, que trasciendan las respuestas o denuncias después que la agresión se ha dado y ha dejado sus huellas en la víctima.
Señalaron los investigadores que es momento de que las mujeres, las familias y las comunidades estén alertas y puedan identificar las fases de la violencia contra la mujer. Primera fase: acumulación y aumento de la tensión del hombre. La segunda, de explosión o agresiones físicas, psicológicas y sexuales. Tercera, la fase de calma o reconciliación o luna de miel, donde el hombre se arrepiente pide perdón y es perdonado. Al cumplirse estas fases, nuevamente comienza el ciclo a gestarse, en medio de una exposición extrema a lesiones leves, graves e incluso la muerte.
Considera el equipo del OVV Zulia, que el estado está enfrentando un problema que amerita atención inmediata, debido a las consecuencias para la mujer, la familia, los hijos/as y la sociedad en general. “Se trata de rescatar y cuidar a la familia. Estamos hablando de un problema de salud pública, que exige respuestas contundentes que abarquen la prevención, en procura del bienestar familiar”.