Prensa OVV Guárico

A propósito de la reciente conmemoración, el pasado 25 de noviembre, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el Observatorio Venezolano de Violencia en Guárico (OVV Guárico) dio a conocer el número de mujeres afectadas por hechos de violencia interpersonal durante los 10 primeros meses del año.

La información fue aportada por Adrián González, coordinador del OVV en la entidad, quien aclaró que las 52 víctimas identificadas son producto del seguimiento, análisis y sistematización efectuado por el equipo del Observatorio de Prensa (OP) del OVV Guárico, a siete medios de comunicación, desde el primero de enero al 31 de octubre de 2021.

Las agresiones resultaron ser el delito con la mayor frecuencia, al contabilizarse 22 en las 52 víctimas; seguido por muertes violentas, violaciones sexuales y secuestros, que registraron 7, 6 y 5 víctimas, respectivamente. Robos, extorsión y otras agresiones sexuales contabilizaron 3 víctimas cada uno; mientras que amenaza de agresión (1), amenaza de muerte (1) y tentativa de homicidio (1) cierran los delitos conocidos a través de los medios guariqueños.

La violencia de género sumó 54% de los delitos contra las mujeres, al estar presente en 14 casos de agresiones, 6 violaciones sexuales, 3 homicidios, 2 secuestros. Tentativa de homicidio, amenaza de muerte y otras agresiones sexuales, con una víctima cada uno, son otros de los delitos basados en género.

El equipo del OVV Guárico conversó con la abogada Ana Cecilia Bracho, coordinadora de la Fundación Basta (Fundabasta), organización que promueve la defensa de los derechos de la mujer. Bracho aseguró que pese a las campañas de divulgación, capacitación y sensibilización que ejercen organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, el maltrato contra la mujer no ha disminuido.

“Es preocupante la continua violencia que viven mujeres, jóvenes y niñas. Pero no podemos dejar a un lado que, entre los factores coadyuvantes a esta situación, están el desempleo, la dependencia económica, la falta de oportunidades y el desconocimiento de sus derechos”, destacó la abogada. 

Subrayó la especialista que uno de los lugares más peligroso para la mujer maltratada es el propio hogar, y el mayor porcentaje de agresiones tiene como victimario a la pareja, expareja o personas conocidas por la víctima. “Todos estos datos son basados en distintas organizaciones que analizan los delitos contra la mujer en el país”. Indicó Bracho.

Estado responsable

De acuerdo con la presidenta de Fundabasta, el Estado venezolano es responsable de garantizar el cumplimiento del marco jurídico que, ajustado a las convenciones internacionales, establece la eliminación de la violencia y discriminación contra la mujer.

“La violencia de género contra la mujer es un asunto de derechos humanos que tiene repercusiones que afectan a toda la sociedad. Es el Estado venezolano el principal responsable de brindar protección a las mujeres, pues no se trata de situaciones aisladas, sino de un sistema que las violenta y sustenta la desigualdad entre mujeres y hombres”, enfatizó la defensora de los derechos humanos de la mujer.

Resaltó Bracho que los operadores de justicia en el país, además de estar capacitados académicamente, deben comprender que el ciclo de violencia contra la mujer empieza con agresiones psicológicas, físicas y se incrementa hasta llegar al femicidio. “Cuando la mujer se arrepiente después de haber formulado la denuncia -contra su victimario-, no debe ser juzgada por los órganos receptores, por los cuerpos policiales, ya que éstos deben tener en cuenta que ese acto es un síntoma de que la mujer está inmersa en un cuadro de violencia”, explicó.

Bracho exhortó a los representantes del sistema de justicia venezolano a que sumen esfuerzos en la práctica para garantizar el cumplimiento de las leyes, como corresponde. Para ella, suprimir la impunidad es crucial para lograr disminuir sistemáticamente la violencia contra la mujer.

Para los investigadores del OVV Guárico, otro aspecto que suele dejarse de lado en los casos de violencia contra la mujer, son todas aquellas manifestaciones donde la violencia se esconde tras procesos culturales, como, por ejemplo, en la formación de niñas y niños. Aquí -alertó el equipo- es importante destacar que bajo ninguna circunstancia la violencia es efectiva para el aprendizaje, pues las agresiones no enseñan; por el contrario, marcan, afectan y lesionan al individuo no solo físicamente, sino también en las formas como nos valoramos a nosotros mismos.  

Adicionalmente, señalaron que, más allá de las lógicas patriarcales, la violencia que ocurre en la infancia pudiera determinar, en gran medida, el ulterior desarrollo de otras formas de violencia como la de género. “Esto es particularmente importante porque si bien buena parte de la violencia la ejercen los hombres en el hogar, en la crianza, también la pueden ejercer las mujeres, sobre todo en el contexto cultural guariqueño donde esta responsabilidad recae solo sobre las mujeres en al menos 60% de los hogares”, finalizó diciendo el equipo.