Prensa OVV Mérida

Los miembros de la Academia de Mérida conocieron, de primera mano, los resultados de una investigación que refleja la magnitud de la crisis humanitaria que vive el país, con énfasis en el estado Mérida. A través de la conferencia “Indicadores demográficos de Mérida en el contexto de la crisis humanitaria”, Gustavo Páez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia Mérida, explicó, con datos, la gravedad de la situación. Los indicadores en los que se basó Páez fueron los relacionados con la mortalidad infantil, la esperanza de vida al nacer, la evolución de la tasa de muertes violentas y la tasa de suicidios.

En su exposición, el representante del OVV Mérida explicó cómo la mortalidad infantil en la región y en el país se ha incrementado debido a varios factores que se han conjugado para que las cifras estén en rojo. En este punto explicó a los asistentes cómo la generación de 2010 obtuvo una tasa de mortalidad infantil de 12,2 defunciones de menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos y cómo años más tarde, la generación de 2017 de merideños alcanzó una tasa de 18,7, lo que significa -según Páez- un incremento porcentual de 53,6%.

Otro de los indicadores demográficos expuesto ante los académicos fue el de la esperanza de vida al nacer. Los asistentes conocieron que los merideños entre el 2010-2017, producto de la crisis humanitaria, han perdido 3 años en su esperanza de vida al nacer. Se pasó de 76,8 a 73,8.

El incremento de la tasa de muertes violentas en el país fue otro de los aspectos que se expusieron en la Academia de Mérida, aun cuando se dejó claro que en la actualidad ésta viene experimentando un aparente descenso desde el 2017. Sobre este punto el profesor Gustavo Páez mostró datos donde se revela que desde 1998 hasta el presente, los rostros de la violencia han ido cambiando a lo largo y ancho del país. Las manifestaciones del crimen han mutado hacia niveles de violencia que hoy posicionan a Venezuela como uno de los países más violentos del mundo.

Finalmente, el suicidio y su incremento en la región merideña fue tema de preocupación particular para los asistentes. A este indicador, los catedráticos merideños dedicaron especial interés por lo que significa que un porcentaje de la población se vea afectada por este tipo de muerte violenta. Gustavo Páez expuso la comparación de los últimos 4 años donde se refleja que la tasa de suicidios se incrementó en 58%.

Preocupación y acción

Fue unánime la opinión entre los miembros de la Academia, al catalogar los datos presentados como una muestra de que la población está siendo afectada y la urgencia de medidas que controlen la violencia directa y estructural generada en el país.

Eleazar Ontiveros, presidente encargado de la Academia de Mérida, reiteró la inquietud de la institución por el tema y la necesidad de que esta información se socialice en todas las instancias posibles para que la comunidad merideña esté al tanto. “Todas las medidas que se han tomado desde el gobierno han ido en detrimento de nuestra población y acá se ven los resultados y las consecuencias”, dijo.