Prensa OVV Bolívar
De acuerdo con el monitoreo de prensa realizado por el Observatorio Venezolano Violencia en Bolívar (OVV Bolívar), hechos de violencia caracterizados por saña y marcados por la impunidad se siguen presentando en la región, ante el asombro de pobladores y foráneos. Muestra de ellos, fueron dos decapitaciones y un enfrentamiento suscitados en el municipio El Callao entre los meses de septiembre y octubre de 2021.
Fuentes periodísticas consultadas por el OVV Bolívar, contaron que el 11 de octubre, una comisión mixta de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) se enfrentaron a integrantes de la banda “El Perú” en las adyacencias de la mina Isidora de El Callao. Según reportes que se hicieron desde el lugar de los hechos, habitantes afirmaron que esto se produjo como retaliación ya que, dos días antes, miembros de dicho grupo delictivo habrían realizado una emboscada a funcionarios del prenombrado cuerpo de seguridad.
Testigos consultados narraron cómo los oficiales iban de vuelta a su base cuando fueron sorprendidos en el sector por un grupo de sujetos armados que abrieron fuego contra la unidad. Durante el enfrentamiento, fue asesinado el inspector José Rivas, mientras que otros tres miembros del cuerpo de seguridad resultaron heridos.
Decapitaciones con signos de saña
Por otro lado, en septiembre los bolivarenses mostraron consternación y asombro cuando pobladores de El Callao hallaron dos cabezas humanas en la plaza El Jobo. Aparentemente, el hecho es parte del accionar de la ley que impone el pranato minero que domina la zona.
Las cabezas humanas estaban dentro de un bolso azul que, según declaraciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), fue abandonado por un sujeto con apariencia de minero, quien lo dejó y se alejó del lugar, a bordo de una moto. Aparentemente, una de las víctimas era una mujer oriunda de Chichiriviche, estado Falcón. La joven llevaba tres años de relación con su pareja, la cual también fue asesinada el 23 de septiembre. Hasta esta fecha, la otra víctima sigue sin ser identificada.
De acuerdo con un habitante de la localidad, quien prefirió el anonimato, estos homicidios pudieron haber sido producto del cobro de una deuda o una venganza. “Aquí la gente vive tranquila mientras uno no se coma la luz con esa gente (bandas mineras)”. Dijo.
Si bien estos hechos no dejan de causar conmoción en el colectivo, tampoco les resultan ajenos. Tras una revisión de medios, se logró precisar que en 2019 hubo al menos cuatro hallazgos de cabezas humanas, entre mayo y diciembre. Tres de ellas las abandonaron en la plaza Bolívar y otra cerca de la terminal de El Callao. De acuerdo con el medio regional “Correo del Caroní”, para ese mismo periodo también encontraron un cuerpo decapitado cerca del Destacamento 624 de la GNB, del que se presumió pertenecía a una de las cabezas halladas en esos días.
“Aunque desde ese entonces no se reportaban estos hallazgos, según el relato de los habitantes de este pueblo minero, asesinatos y desapariciones ocurren casi a diario en las minas, muestra de la anarquía que imponen los grupos delincuenciales mineros en algunos municipios de la entidad, donde priva por encima de la ley, la imposición de castigos particulares”. Considera el equipo del OVV Bolívar.
Para los miembros del OVV Bolívar, el contexto pandemia limita el acceso a la información; no obstante, medios de comunicación de la entidad se esfuerzan en seguir reseñando hechos que ayuden a comprender la realidad del entorno. “Se evidencia la necesidad del cese de este tipo de acciones violentas y la recuperación de la institucionalidad de los cuerpos de seguridad, enfocada en la restauración de la credibilidad y la implementación de medidas preventivas y correctivas apegadas a los derechos humanos y garantías constitucionales que contribuyan a la recuperación y control de las zonas mineras que hasta ahora han permanecido en manos de los grupos armados no estatales”. Finalizó diciendo el equipo de investigación.