Prensa OVV Táchira

De acuerdo a los sucesos registrados por el Observatorio Venezolano de Violencia en Táchira (OVV Táchira), marzo fue el mes, correspondiente al primer trimestre del año, con más casos de violencia contra la mujer, dado que el 21,4% de las víctimas pertenecía al género femenino, con edades comprendidas entre los 30 y 39 años. Los hechos se suscitaron principalmente en los municipios: Andrés Bello, Ayacucho y Rafael Urdaneta del estado.

En entrevista con Beatriz Mora, presidenta del Instituto Tachirense de la Mujer (Intamujer), la abogada señaló que “la dinámica de frontera que caracteriza a este estado está relacionada a la violencia contra la mujer”. Según ahonda Mora, “desde hace algunos años la entidad ha sido receptora de miles de venezolanos del interior del país, que improvisadamente se asentaron en este territorio, para migrar a otras naciones, en lugares no aptos para la vivienda, sin condiciones sanitarias y en hacinamiento, creando con este escenario las condiciones perfectas para la hostilidad, que da paso a la violencia de género. La cultura machista y la crisis económica actual son detonantes, también, de esta clase de actos”. 

Además del desplazamiento interno, para la experta, la migración venezolana hacia el extranjero también ha desencadenado violencia, ya que son muchos los niños, niñas y adolescentes cuyos padres han emigrado y los han dejado al cuidado de abuelos, tíos e incluso vecinos y amigos, que no les proporcionan el cuidado necesario para preservar su bienestar, vulnerando su integridad física y psicológica.

Por otra parte, otro elemento identificado recientemente, en San José de Bolívar, capital del municipio Francisco de Miranda en Táchira, son las uniones tempranas de niñas de 11 a 14 años, quienes son entregadas por sus familias a hombres mayores de 50, y luego de que se establece la unión, aparece la violencia de género. 

Mora relata que, desde el inicio del año hasta el 3 de marzo, Intamujer recibió 1.035 víctimas, de las cuales el mayor porcentaje correspondió a casos de violencia de pareja, y se considera que estas cifras pudieron haber aumentado durante el confinamiento. La falta de recursos para los alimentos, luego de varias semanas de cuarentena, es el principal detonante. Otro de los problemas asociados al confinamiento, es que la víctima se encuentra en el mismo espacio físico con su agresor y, en consecuencia, se le dificulta denunciar o pedir auxilio, en caso de que así lo requiera.

No obstante, la presidenta de Intamujer afirmó que el porcentaje de víctimas que denuncia estos hechos ante las autoridades ha aumentado considerablemente, en comparación con años anteriores. Aunque sigue siendo mayor la cantidad de tachirenses que calla la situación, estima que un 40% de ellas son más decididas, seguras de sí y empoderadas.