Prensa OVV Táchira
Desde el Observatorio Venezolano de Violencia en Táchira (OVV Táchira), a través del monitoreo de prensa del diario “La Nación”, se logró detectar que, durante el segundo semestre del año 2020, se han producido cambios significativos en los hechos de violencia interpersonal suscitados en la entidad andina, en comparación a los que ocurrieron durante el primer semestre. A través de la revisión de datos, se observó un aumento importante en algunos delitos, mientras que otros han tenido tendencia a la baja en los sucesos reseñados.
La violencia delincuencial se ubicó en el primer lugar durante este período (julio-noviembre), con un margen de actuación del 30,5% de los casos registrados, produciéndose con ello un incremento del 5,75% frente a los hechos de enero a junio, que abarcaron el 24,75%. Algo similar ocurrió con la violencia de género, cuyos casos tienen una incidencia del 22%, evidenciándose un aumento del 11,11% frente a los casos que se suscitaron en el primer semestre, que fue del 10,89%.
Por su parte, la violencia policial disminuyó un 13,1%, con una incidencia del 16,6% en el segundo semestre, mientras que en el primero ocupó el 29,70% de los casos. De igual manera, la violencia de los grupos armados irregulares tuvo un descenso del 1,73%, ya que su actuación abarcó el 25%, y en el primer semestre fue del 26,73%. Lo mismo ocurrió con la violencia intrafamiliar, cuya disminución fue del 2,77%: 4,16% de los casos entre julio y noviembre, y 6,93% en el primer semestre.
Para Anna María Rondón Trejo, criminóloga y coordinadora del OVV en la entidad, “en el Táchira, estos cambios producidos en el último semestre del año están marcados principalmente por los efectos de la cuarentena impuesta por el Covid-19, y los movimientos migratorios que se han dado a causa de esto. Una primera ola de migrantes que retornó al país por nuestras fronteras, ante la reducción de oportunidades para generar en los países de acogida, y una segunda ola de los conocidos migrantes caminantes, que vienen en precarias circunstancias a este territorio, buscando el camino para llegar a Colombia y mejorar sus condiciones de vida, en este país u otro cercano. Algunos de estos migrantes venezolanos han incurrido en delitos comunes, especialmente robo, para enfrentar la rudeza de los impactos que la migración improvisada genera, y con esto se ha aumentado la violencia delincuencial, como lo expresan los datos”.
Continúa Rondón exponiendo que: “la idea anterior solo es una manifestación de la verdadera causa del desplazamiento observado del delito, y es que las condiciones económicas del país han ido en detrimento, y el descenso aparente de la violencia delincuencial, evidenciado el pasado año, se ha visto impactado por el Covid-19. Hasta los momentos, no se observa una planificación estatal dirigida a mejorar las condiciones económicas frente a la pandemia, por lo que el pronóstico de violencia en el estado es reservado”.