Prensa OVV Bolívar

Por segundo año consecutivo, el estado Bolívar se posicionó en el segundo lugar entre los estados más violentos del territorio nacional, superado por el estado Miranda y seguido por los estados Sucre, Aragua y Distrito Capital.

Dicha Información se desprende del Informe Regional Anual presentado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en el que se recopila y analiza la situación actual del país en materia de Violencia y sus variables. En el documento se resaltan y categorizan los estados y municipios en función de sus índices de criminalización, así como la categorización de víctimas y victimarios.

La situación del estado ubicado al sur del país, es una tendencia que desde el análisis de su contexto pareciera irreversible.  “Desde 2016, la escalada de violencia en el estado lo ha ubicado entre los más violentos del país, ascendiendo del sexto lugar en ese año, al segundo en 2020, con una tasa de 62 por cada 100 mil habitantes (m/h)” informó el equipo del Observatorio Venezolano de Violencia en Bolívar (OVV Bolívar).

Sobre las particularidades de la situación, se observan tasas de violencia superiores a las correspondientes al país con una tasa de homicidios de 25,4 por cada 100 m/h, resistencia a la autoridad, 18,3 por cada 100 m/h, al igual que de muertes en averiguación. Aunque los registros son menores respecto a los años 2018 y 2019, no puede hablarse de una disminución per sé de índices, sino que influyeron distintos factores como la permanencia de las personas en sus hogares a razón del aislamiento social obligatorio, además de la disminución de la presencia de personas en las calles, dadas las restricciones de horarios de circulación peatonal y vehicular o el menor acceso para la cobertura de casos por parte de los medios de comunicación, ante la falta de los permisos o salvoconductos para el traslado intermunicipal.

Asimismo, el Informe del OVV Bolívar se refiere a la escasez de gasolina y por ende, de movilidad en los horarios permitidos, el aumento de la presencia de los organismos de seguridad en las calles para garantizar que se cumplan las normas impuestas por el Ejecutivo Regional a razón de la Covid-19, la paralización de un número significativo de sectores de la actividad económica; y la disminución del poder adquisitivo y de las fuentes de ingreso; como factores que influyeron directamente en los resultados obtenidos.

Violencia Interpersonal

A lo largo de 2020 se registraron 673 víctimas de violencia interpersonal, de las cuales el 69,5% correspondieron al delito de homicidio, 15,5% a lesiones, 8,2% a violaciones, y el resto está dividido entre robo con lesión, extorsión y robo.

81,4% de las víctimas correspondieron a la población masculina, la cual se mantiene como la más vulnerable a situaciones de violencia, sobre todo la población joven comprendida entre los 15 y 39 años.

El victimario fue desconocido en 55,6% de los casos en los que no se logró identificar al perpetrador, sin embargo, se observó que hay una disminución en los reportes con relación a 2019, donde se registró 69%. En relación a la disminución antes comentada, los investigadores del OVV Bolívar señalaron que están asociadas a la mayor presencia policial en las calles, a razón de los distintos operativos de seguridad que se han desplegado en el estado y a la gran cantidad de casos detectados en flagrancia, por lo que ha sido más fácil para las autoridades identificar al victimario.

Las armas de fuego fueron el tipo de artefacto con las que se cometieron los delitos que han tenido mayor tendencia en los últimos años. En 2020, hubo una disminución registrándose solo 59,9% de los casos, en comparación con 2018 cuando se registró 82%, mientras que en 2019 se registró 73,4%. En relación al móvil del suceso, la resistencia a la autoridad representó el móvil de 28,8% de los casos, seguido del ajuste de cuentas con 18.1%.

Aun cuando en 2020 existió la cuarentena obligatoria y los periodos de radicalización a causa de las medidas gubernamentales decretadas para frenar los casos de la Covid-19 en el país, 97,7% de los casos registrados ocurrieron en las calles, durante los días de la semana y en horas del día.

Los municipios con más muertes violentas por cada 100 m/h continúan siendo El Callao, Sifontes y Roscio, con la particularidad que dichas jurisdicciones están ubicadas al sur del estado y su principal actividad económica está enmarcada en la minería y actividades conexas.

Violencia en tiempos de Pandemia: vulnerables entre los vulnerables

Desde que se decretó el “Estado de Emergencia” a causa de la Covid-19, la mayor parte de la población se ha dedicado a la búsqueda y análisis de noticias que aluden a las cifras de contagios por el virus, así como medidas de prevención y cura para el mismo. El debate público siempre estuvo orientado hacia la duración del decreto, dotación y duración de combustible, así como los efectos económicos de la pandemia.

No obstante, en el día a día se registran situaciones que se configuran en violaciones continuas de los derechos de sus habitantes, especialmente los de grupos vulnerables.

Durante 2020, a medida que se agravó la crisis política, económica y social del país, aumentaron las afectaciones para niños y adolescentes. De acuerdo a la coordinación de la oficina de Derechos Humanos de la Ucab Guayana, esta es una situación generalizada a la que no escapa la infancia del estado Bolívar. Desde hace más de tres años atrás, inició una tendencia irrefrenable de casos cuyas víctimas directas son niños y adolescentes.

Las primeras situaciones en reportarse aludían al deterioro de la calidad alimenticia de esta población. El resultado ha sido más de 30 muertes por desnutrición infantil al año; y estos son solo los casos reportados oficialmente. Luego, asociado a la migración de personas hacia las zonas mineras en busca de mejoras económicas; niñas y adolescentes se vieron afectados al ser dejados atrás, muchos quedaron al cuidado de familiares, amigos, o simplemente fueron dejados solos. Esto trajo consigo, entre otras tantas situaciones, que no pudiesen ser incluidos en el sistema escolar por falta de documentación respectiva o que simplemente no quisieran participar porque consideran más “rentable”, trabajar que estudiar.

En el caso de los niños en situación de calle, todo se complejiza pues no hay referentes para el monitoreo de su situación, solo cuando y a dónde la ciudadanía tiene permitido ir, se hace perceptible su situación. Estos son vistos a las afueras de establecimientos comercializadores de alimentos y fármacos, sin los protocolos sanitarios exigidos por la pandemia, para pedir comida o cualquier tipo de ayuda.

Durante la cuarentena el aumento del abuso sexual, actos lascivos y tratos crueles contra menores de edad se incrementó y la mayoría de los casos fueron perpetrados por los padres de los niños, familiares o su representante legal. De acuerdo al monitoreo del OVV Bolívar, la tendencia durante los 10 primeros meses no disminuyó. Desde el inicio de la cuarentena se registró un total de 51 casos de violencia contra niños y jóvenes, cuyas víctimas tienen edades comprendidas entre los 0 y 19 años, pero la población mayormente afectada son los comprendidos entre los 5 y 14 años, con un total de 28 víctimas.

De acuerdo con el monitoreo de prensa, durante los meses de mayo y junio, cuerpos de seguridad del Estado realizaron diversos operativos mediante los cuales lograron impedir el traslados de personas que serían comercializadas, de las 207 personas rescatadas, al menos 53 eran niños y adolescentes.

Así mismo, desde la oficina de Derechos Humanos de la Ucab Guayana se adelantan estudios en los que se describe la afectación de los derechos de niños, niñas y adolescentes a través de prácticas asociadas a formas de esclavitud moderna.

Resulta importante comprender que los sistemas de violencia en Bolívar han mutado de conflictos de dominación y control de espacios a conflictos de supervivencia, produciéndose robos, hurtos, linchamientos, ajuste de cuentas, lesiones, entre otros, que vienen motivados por la obtención de bienes y productos tangibles y canjeables que podrán ser vendidos o intercambiados para poder subsistir, porque hay dificultad para la adquisición de productos de primera necesidad.

El equipo del OVV Bolívar, hizo un llamado a las autoridades y a la colectividad a tomar las medidas pertinentes que permitan disminuir los hechos generadores de situaciones de violencia a nivel general, pero muy especialmente en las familias, las cuales se han visto afectadas por la descomposición social presentada en los últimos años y que se ha acentuado durante la pandemia.