Prensa OVV Táchira

Con una tasa de 31 muertes violentas por cada 100 mil habitantes (m/h), el estado Táchira ocupó el puesto 19 del ranking de violencia en el país durante 2020, de acuerdo al Informe Regional Anual del Observatorio Venezolano de Violencia en Táchira (OVV Táchira).

Los resultados del documento destacan en primer lugar, la tasa de 15,6 homicidios por cada 100 m/h, 9,2 muertes en averiguación y 6,2 muertes por resistencia a la autoridad por cada 100 m/h, respectivamente. Aunque la tasa de muertes violentas se ha reducido 15% en comparación con la tasa de 2019, estos hechos de muerte se corresponden a la actuación de grupos armados irregulares que operan en el estado, y en segundo lugar, a los casos de muertes por letalidad policial, que surgieron en operativos donde fueron neutralizados, miembros de bandas de alta peligrosidad en enfrentamientos con la policía.

Las víctimas y victimarios

Por otro lado, el sexo masculino abarcó 70,78% de las víctimas, esto surge principalmente, porque el hombre sigue más expuesto a la materialización del delito especialmente, al verse incorporado en grupos armados irregulares, tráfico de drogas, extorsión y secuestro, y las muertes que surgen de esta dinámica.

Por su parte, en cuanto a la victimización, las mujeres, niñas y adolescentes fueron víctimas en 21,29% de los casos, particularmente en hechos de abuso sexual, violencia de género y violencia intrafamiliar, que se suscitaron durante el confinamiento, en edades que oscilan entre los 10 a 39 años.  De igual forma, el sexo masculino fue predominante en los victimarios, con 88,76%, mientras que el sexo femenino solo abarcó 11,23% de los casos; en edades comprendidas entre los 20 a 44 años.

El lugar de los delitos, es en su mayoría ocurrieron en la calle, con una incidencia de 55,43%, y en la casa de las víctimas en 38,04% de los casos. Estos datos demuestran la ausencia de seguridad que existe en los espacios públicos de la entidad tachirense, especialmente, por la falta de controles formales y transporte público, situación que expone a la ciudadanía a los delincuentes, quienes encuentran oportunidades para delinquir en ese escenario, especialmente en horas del día (38,97%), y en días de la semana (16,32%).

Por otro lado, el arma de fuego fue el instrumento más utilizado, debido a que 65,92% de los sucesos fueron ejecutados con ellas, mientras que 18,43% de los delitos fueron cometidos mediante fuerza física, 13,40% con arma blanca y 2,23% mediante uso de objeto contundente.

De igual forma, los datos obtenidos revelan que 34,26% de los delitos fueron cometidos por un desconocido, mientras que 33,14% corresponde a familiares/conocidos, un menor porcentaje (20,78%) a funcionarios de seguridad y 11,79% a grupos armados irregulares.

En cuanto a los tipos de violencia, 24,50% le fue adjudicada a los grupos armados irregulares; 23,84% fue violencia policial; 21,85% delincuencial; 15,23% violencia sexual;  7,94% violencia de género y 4,63% fueron casos de violencia intrafamiliar. El móvil con mayor incidencia fue el ajuste de cuentas con 22,41%, seguido de resistencia a la autoridad y el robo con el mismo resultado de 21,55%, cada uno.

Municipios más violentos

Finalmente, y en orden de mayor a menor incidencia, los municipios con más muertes violentas fueron: García de Hevia con 109 muertes violentas por cada 100 m/h; Panamericano con 91; Ayacucho con 65; Francisco de Miranda 36; Pedro María Ureña 35; José María Vargas 28; Libertad 26 y Rafael Urdaneta 25.

Entre los municipios con menos muertes violentas destacaron: Torbes con un total de 23 muertes violentas por cada 100 m/h; Fernández Feo 19; Michelena 18; Guásimos 13; Libertador 13; Cárdenas 12; Independencia 11; Lobatera 11; San Cristóbal 11; Samuel Darío Maldonado 8; Córdoba 8; Andrés Bello 7; Bolívar 7 y Jáuregui 3.

Estos datos revelan que “los cambios producidos en la sociedad, dados principalmente, por la cuarentena a causa de la Covid-19, se ven reflejados en el desplazamiento hacia otros delitos, tal es el caso del aumento de los delitos sexuales en los que se han visto implicados familiares o conocidos de las víctimas, en detrimento de mujeres y niñas. La falta de mecanismos disponibles y planificados para el empleo del tiempo libre en medio de la pandemia, es uno de los elementos que incide en esta situación. Por otra parte, es necesario recordar que, un gran porcentaje de la violencia ocurrida en el estado, está marcada por la dinámica fronteriza y la incidencia que, a causa de esto, tienen los grupos armados irregulares que hacen vida en la línea fronteriza de ambos países”, destacaron los investigadores del equipo OVV Táchira.

De esta manera, a través del monitoreo realizado de la prensa regional durante 2020, se determinaron los hechos de violencia que se originaron en la entidad andina y los datos fueron acompañados de rigurosidad científica y académica, con la finalidad de proporcionar información objetiva y confiable de la realidad sobre la violencia que existe en el estado.