Prensa OVV Carabobo
Durante el año 2020 en la entidad carabobeña se registraron 789 muertes violentas con una tasa de 38,5 muertes por cada 100 mil habitantes (m/h), por debajo de la tasa del país (45,6), lo que se traduce en una disminución del 28,7% con respecto a la tasa del estado en 2019, que se ubicó en 54 muertes por cada 100 m/h. En los dos últimos años la entidad alcanzó la posición 13 en la calificación nacional de violencia.
Estas cifras se desprenden de las investigaciones y el monitoreo de prensa realizados por el equipo responsable en Carabobo del Informe Regional Anual de Violencia 2020 del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). El estudio tiene la finalidad de aportar información objetiva, datos relevantes sobre el tema y ser un referente de la situación en la región.
Según el balance, de las 789 muertes violentas; 36% fueron homicidios, 34% por resistencia a la autoridad, y 29% de las muertes no han sido aclaradas o permanecen en averiguación.
Municipios más violentos
En la región, seis municipios reportaron 81% de las muertes violentas; Valencia con 38% de los casos, Diego Ibarra con 16%, Libertador 8%, Puerto Cabello 7%, Guacara y Naguanagua con 6% cada uno.
Cuatro jurisdicciones superaron las tasas de muertes violentas del estado (38,5), con base al número de habitantes, ubicándose como las más violentas de la entidad; Diego Ibarra con una tasa 139,8 y Juan José Mora con 60,9 -superando también la del país-, Valencia con 39,9 y Libertador con 39,1.
En el municipio Diego Ibarra la tasa de homicidios por cada 100 m/h fue de 54,8. Estos delitos fueron perpetrados por miembros de las bandas delincuenciales que operan en la zona y que disparan con armas de fuego o lanzan piedras a los vehículos particulares y de transporte público hasta lograr que los conductores pierdan el control y se produzca un accidente que los obligue a detenerse. Los delincuentes someten a sus víctimas con armas de fuego o colocan alcabalas para interceptarlos con el objeto de robar sus pertenencias.
Los robos, secuestros, ajusticiamientos o venganza entre bandas rivales son los móviles de los homicidios. De igual modo, el municipio Diego Ibarra ocupa el primer lugar en muertes por resistencia a la autoridad con una tasa de 44,1 por cada 100 m/h, detalla el informe.
El segundo lugar lo ocupa el municipio Juan José Mora con tasas de muertes violentas de 20,8 por homicidios y 22,4 por resistencia a la autoridad. En esta calificación le sigue Valencia con 13,4 y 14,7 respectivamente; y luego Libertador con una tasa de 13,7, compartida en ambas categorías.
Los municipios que presentaron niveles de violencia intermedia con tasas de muertes violentas inferiores a las del estado son: San Joaquín en la quinta posición con una tasa de 37,5; Puerto Cabello con 35; Naguanagua 29,4; Guacara 28,3; Los Guayos 25; Carlos Arvelo 22,7 y Bejuma que alcanzó 21 casos por cada 100 m/h. Las tasas mas bajas por muertes violentas las presentaron las localidades de Miranda con 15,7; San Diego con 3,1 y Montalbán con 2, 7.
Los medios de comunicación reseñaron durante 2020 al menos 14 femicidios. Las edades de las victimas oscilaron entre los 18 y 48 años; diez de ellas entre los 20 y 30 años. Los victimarios fueron sus parejas, exparejas o conocidos. Siete murieron por heridas de armas de fuego, tres por asfixia, dos por golpiza y dos por heridas de armas blanca.
Violencia estructural
Además de los hechos que ocurrieron durante el año, a la población carabobeña le ha tocado convivir en un clima de crisis social generada por una violencia estructural y la continua depreciación de los ingresos económicos que motivaron protestas y reacciones comunitarias.
La mayoría de los habitantes reciben salarios que se ubican por debajo del umbral de pobreza de 1,25$ diario, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo que impide cubrir las necesidades básicas de alimentación, vestido, salud y recreación.
Por otro lado, en la región se ha profundizado el deterioro en la prestación de servicios básicos como la energía eléctrica, con cortes recurrentes cada vez por un número mayor de horas, el suministro de agua que no se cumple regularmente a todas las localidades, averías en las redes de Cantv y fallas en la conexión a internet.
En temas energéticos algunas comunidades llevan más de seis meses sin suministro de gas y los ciudadanos deben hacer largas colas durante días para suministrar gasolina a su vehículo.
El equipo del OVV Carabobo reitera su disposición de participar en el aporte de información objetiva, datos relevantes sobre la violencia que sirvan para el estudio y desarrollo de políticas públicas en beneficio colectivo.