Prensa OVV Zulia
De la decena de casos registrados por el OVV Zulia, siete fueron suicidios, mientras que tres, fueron intentos. Los datos indican que la mayoría de las víctimas son hombres, residenciados fundamentalmente en Maracaibo.
La cotidianidad mañanera de los alrededores de la Clínica Paraíso, en Maracaibo, se vio perturbada el 16 de febrero de este año. En el edificio contiguo, una mujer de 55 años decidió quitarse la vida. Las versiones de prensa, hablaron de episodios depresivos, previo al fatal desenlace. Este, es apenas uno de los casos de suicidios ocurrido en tierras zulianas.
Durante los primeros cuatro meses de 2024, diez hechos de violencia autoinfligida fueron registrados por el Observatorio venezolano de Violencia en el Zulia (OVV Zulia), de los cuales siete consumaron el suicidio y tres se ubicaron como tentativa.
El equipo investigador explicó que en marzo de este año ocurrió el 48,8% de casos de suicidios, mientras que en enero se registró 28,6%. En febrero y abril hubo 14,8%, respectivamente. En lo que concierne a la tentativa de suicidio hubo una distribución equitativa entre enero, febrero y marzo (33,3%). Durante el mes de abril no hubo registro. Los municipios más afectados fueron: Maracaibo, Cabimas, Sucre y Lagunillas. Los hombres fueron las principales víctimas. En cuanto al suicidio, estos alcanzaron 57,1%, y las mujeres obtuvieron 42,8%. En lo referente a la tentativa de suicidio 100% estuvo constituido por hombres, ya que no se registraron casos en los cuales las afectadas fueran mujeres.
Los métodos utilizados en el estado Zulia, coinciden en gran medida con los resultados de las investigaciones desarrolladas por el profesor Gustavo Páez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia, en Mérida (OVV Mérida) y su equipo de investigadores, quienes han concluido que los principales métodos empleados para consumar el acto suicida son: ahorcamiento, envenenamiento, disparos con armas de fuego y lanzamiento de lugares elevados. Aunque en el Zulia, el método de dispararse con armas de fuego no fue utilizado en este primer cuatrimestre.
La violencia autoinfligida es entendida como el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo. Este tipo de violencia comprende el comportamiento suicida y las autolesiones. En el primer caso se incluyen pensamientos suicidas, intentos de suicidio.
Explicaron los investigadores del OVV zuliano que autolesionarse de forma letal o grave, no es una situación de responsabilidad individual. Todo lo contrario, como lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS): “es un problema de salud pública importante, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades”.
El equipo coincide en que es un problema que se produce por diversas causas e indicadores que pueden conducir o motivar la violencia autoinfligida tanto en niños, niñas, adolescentes como en personas adultas. Entre estas causas figuran: la crisis humanitaria compleja, que se presenta como un detonante central para el cometimiento de suicidios, pues esta se traduce en factores de riesgos asociados a sentimientos y pensamientos negativos, y de trastornos de depresión y ansiedad, lo cual puede conducir a las personas a atentar contra su vida. “Cónsono con la situación, esta crisis se traduce en limitaciones para atender la salud física y mental, aislamiento, falta de apoyo social, conflictos en las relaciones, pérdidas de trabajo o problemas económicos, al lado de un sentimiento de desaliento. Entonces, la violencia autoinfligida es multicausal”, señalaron los representantes del OVV Zulia.
En el Zulia, los suicidios estuvieron motivados, según lo publicado por los medios de comunicación local, por la depresión, los problemas de salud, problemas de pareja y por cometer femicidio. De igual manera, las tentativas de suicidios ocurrieron fundamentados: por cometer femicidio y por problemas psiquiátricos.
Entre los casos de violencia autoinfligida que más llamaron la atención en la región fueron aquellos protagonizados por hombres, después de haber cometido femicidio contra sus parejas. En lo que corresponde a suicidios se presentaron dos casos (28,6%) y en lo referente a la tentativa de suicidio se presentó un caso (33,3%).
“Observamos una continuidad en este primer cuatrimestre de 2024, en el Zulia con los resultados que sobre este tema planteó el Informe Anual de Violencia. 2023, publicado por el Observatorio Venezolano de Violencia y el Laboratorio de Ciencias Sociales. En este informe se señaló que los hombres atentan más contra su vida que las mujeres y que el ahorcamiento continúa siendo el método más empleado, mientras que la depresión aparece como la supuesta causa inmediata del suicidio”, acotaron.
Grupos de riesgo
Los grupos de personas que se encuentran vulnerables ante la violencia autoinfligida han sido estudiados por varios investigadores, y a partir de allí, se ha podido establecer una vinculación directa entre el suicidio y la depresión. No obstante, puede señalarse que muchos de estos casos de violencia autoinfligida se llevan a cabo de una manera impulsiva y en situaciones de crisis personales, que evidencian vulnerabilidad para afrontar las tensiones de la vida, como los problemas económicos, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos.
De igual forma, está suficientemente documentado que los conflictos con seres queridos y el aislamiento social puede inducir al suicidio. Personas que son discriminadas por su condición física, por ser refugiados, migrantes y rechazados, incluso por su orientación sexual, conforman también el grupo de personas en peligro de atentar contra sus vidas. El principal factor de riesgo lo constituyen aquellas personas que hayan fracasado en su objetivo de infringirse violencia a sí mismo.
Hablando de propuestas
Al referirse a los diez casos de violencia autoinfligida presentados en la región entre enero y abril, el equipo del OVV Zulia, aseguró que las consecuencias de esta violencia no se concentran solo en las pérdidas de vida, sino que se extienden hacia el círculo cercano de la persona que se suicida o lo intenta. La consternación que causan estos actos de violencia hacia sí mismo -aseguran- difícilmente puede ser superada por aquellos a quienes les toca vivir con ese duro recuerdo.
Ante esta situación consideraron importante ofrecer algunas recomendaciones para intentar frenar la violencia autoinfligida:
- Los gobiernos en Venezuela, en sus diferentes niveles, deben crear y acogerse a políticas públicas de salud física y mental que incorporen la atención de las familias de manera integral para prevenir y atacar de forma radical este problema que atenta no solo contra el Zulia, sino contra todo el país.
- Los directivos y educadores de escuelas, liceos y universidades deben desarrollar continuamente jornadas para enseñar a las personas a manejar apropiadamente las situaciones conflictivas que generan estrés.
- Los medios de comunicación deben tratar este tipo de violencia con responsabilidad al ofrecer información. De igual forma, deben incorporar jornadas de prevención y difusión de estrategias de solución de conflictos en la familia, entre las parejas, en los centros educativos, laborales y comunitarios. Para lograr este objetivo, los periodistas deben estar debidamente asesorados por expertos: como médicos, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, educadores, sociólogos, entre otras profesiones de interés.
La aplicación de estas propuestas, sin duda, está determinada por un problema estructural que padece el país, como lo es la crisis humanitaria compleja que ha golpeado duramente a la población venezolana. Hay convencimiento desde el OVV Zulia, que la superación de esta crisis es fundamental para prevenir y disminuir los casos de suicidios y tentativas de suicidios.
Para el equipo del OVV Zulia, en Venezuela, sus dirigentes deben asumir que la violencia autoinfligida es un problema que amerita el concierto de voluntades políticas y un compromiso contundente con la vida digna. De esta manera, podría contribuirse a la superación de aquellas motivaciones que ponen a las personas en riesgo de acabar con su existencia o autolesionarse de forma grave.