Prensa OVV Aragua

Según el monitoreo de prensa del Observatorio Venezolano de Violencia en Aragua (OVV Aragua), durante el periodo enero-septiembre 2020 se reportaron 22 menores de edad víctimas de violencia –entre Niños, Niñas y Adolescentes (NNA)-, producto de los siguientes 20 sucesos: 6 violaciones, 5 abusos sexuales, 3 actos lascivos, 3 lesiones y 3 filicidios.

Durante el primer trimestre del año, se registraron en la prensa regional 2 sucesos, con igual número de víctimas, correspondientes a este tipo de violencia, ocurridos en el municipio Girardot. El primero de ellos, fue una denuncia por actos lascivos hacia una adolescente femenina por parte de un hombre de 30 años, ocurrido en Maracay. El segundo, fue una violación de un niño de 8 años, por parte de un adolescente masculino de 16, ocurrida en la población de Choroní.

Para el segundo trimestre del año, que coincide con los tres primeros meses de confinamiento por la cuarentena por el Covid-19, se reportaron 3 sucesos de violencia –mismo número de víctimas- hacia los NNA: 2 filicidios (cuando los padres asesinan a los hijos) y 1 violación. El primer filicidio ocurrió en el mes de mayo, en el municipio Camatagua. La víctima fue una niña de 3 meses, quien fue asesinada por su madre, una adolescente de 16 años quien, en un arrebato de celos, decidió vengarse de la infidelidad de su pareja. El segundo filicidio fue reportado en junio, en el municipio Mario Briceño Iragorry; la víctima fue una niña de 5 días de nacida, cuyos padres -una adolescente de 16 años y un joven de 20- la dejaron en un basurero. El tercer suceso fue un caso de incesto, ocurrido en este último municipio, donde el padre de 58 años fue acusado de someter y violar reiteradamente a su hija, de 9, desde los cuatro años. La niña le contó a su madre, después de que la menor fue sorprendida realizando un intento de suicidio.

En el tercer trimestre del año y segundo trimestre de cuarentena, se evidencia un incremento significativo con respecto al total de casos del primer semestre del 2020. Durante el periodo julio-septiembre, se reportaron 15 sucesos -17 víctimas- de violencia hacia los NNA, que representan el 75% de los sucesos registrados en el estado Aragua durante los 3 primeros trimestres del año. Los casos se distribuyen así: 11 de violencia sexual (4 violaciones, 5 abusos sexuales y 2 actos lascivos), 3 de lesiones graves por maltrato infantil y 1 filicidio, protagonizado por una madre de 34 años con inestabilidad emocional que asesinó a su niña de 3 meses porque la desesperaba con su continuo llanto.

El municipio con mayor frecuencia de sucesos de violencia sexual fue Girardot con 5, seguido por Sucre y Zamora, con 2 sucesos cada uno. Mientras que el municipio Camatagua fue donde ocurrieron 2 de los 3 filicidios reportados. Del mismo modo, se observa que el municipio Zamora tiene la mayor frecuencia de lesiones graves por maltrato infantil, reportadas en lo que va del año 2020.

En relación al perfil de las víctimas de los sucesos de violencia sexual, tenemos que el 93% son niñas, con un promedio de 10,5 años, con un rango de edad que oscila entre los 5 y los 16 años. Los agresores, por su parte, son hombres, con un promedio de edad de 48,6 años, con edades comprendidas entre los 15 y 67 años; 90% de ellos son familiares o conocidos de las víctimas.

En cuanto a los filicidios u homicidios de hijos por parte de uno o ambos padres, el 100% de las víctimas fueron niñas, cuyas edades estaban comprendidas entre los 5 días de nacida y los 3 meses de edad. En el 100% de los casos la autora material del filicidio fue la madre; en 67% de ellos involucran a madres adolescentes. En el 33% de los casos están involucrados ambos padres. El promedio de edad de los padres filicidas fue de 21,5 años.

Los maltratadores reportados en la prensa se corresponden con madres solas o en complicidad con padrastros, con un promedio de 33,5 años de edad, que fueron detenidos por ocasionar lesiones graves a sus hijos, producto de un maltrato físico desproporcionado. Las víctimas fueron 3 niñas de 2, 3 y 10 años.

Finalmente, llama a la reflexión el notable incremento de los casos de violencia contra los NNA, durante los últimos tres meses del año, comportamiento que, de acuerdo a la opinión de expertos en el área de salud mental, podría estar relacionado con diversos factores contextuales que afectan la estabilidad emocional de las poblaciones más vulnerables, inmersas en disfuncionales dinámicas familiares que, sometidas a la presión psicológica generada por el confinamiento, terminan convirtiéndose en un detonante de liberación de frustraciones acumuladas y de bajas pasiones, que son drenadas dramáticamente sobre los eslabones más indefensos de la sociedad.

La violencia contra los NNA en Venezuela no es un problema aislado y lineal, sino que, por el contrario, es el producto y reflejo de la compleja y profunda crisis que padece nuestra sociedad. Evidencia el gran deterioro de nuestro tejido social fundamental, que es la familia. Necesita, con urgencia, la confluencia de voluntades y la participación sincera y proactiva de todos los actores sociales involucrados, para diseñar e implementar estrategias integradas e integrales, que permitan reencontrar el camino de la protección eficaz de nuestras futuras generaciones.