Prensa OVV Aragua

Desde el año 1936 hasta el 2014, la tasa de suicidios del país se ubicaba muy por debajo de la media mundial. Sin embargo, en los últimos 5 años, se han observado cambios en el patrón de comportamiento de los suicidios en Venezuela, con una tendencia hacia el incremento de la tasa, específicamente desde el año 2015 al 2018, cuando se duplicó la tasa promedio nacional, aproximándose al mundial.   

Con el propósito de acercarnos a la comprensión de cómo la situación país está afectando el incremento de los suicidios en Venezuela, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) desarrolló un estudio cualitativo, descriptivo y de campo, con un enfoque hermenéutico interpretativo, en los estados Mérida y Aragua, durante el periodo octubre 2019-marzo 2020. Entre ambas entidades se realizaron un total de 12 entrevistas a 8 profesionales (informantes clave) de diversas disciplinas relacionadas con el tema y 4 familiares de víctimas o intentos de suicidio.

Entre los principales hallazgos de la investigación, podemos resaltar que se hace evidente la naturaleza multidimensional y compleja del suicidio, que involucra considerar para su estudio toda una red de factores intervinientes en diversos niveles de contexto.

En relación a la caracterización de los suicidios, se encontró, respecto al sexo, que la tasa de suicidios de los hombres es cuatro veces la de las mujeres. En general, el método más empleado es el ahorcamiento, seguido por el envenenamiento y las armas de fuego; y el principal móvil en los intentos de suicidios y en los casos de suicidios consumados es la depresión.

En Aragua, en los dos últimos años, según la opinión de los informantes clave, se está observando la aparición de un tipo de conducta suicida enmascarada y poco documentada e invisibilizada por la existencia de patologías de base, que quedan registradas como causa primaria de la defunción, que son los suicidios pasivos, donde la persona no hace nada para matarse, pero tampoco hace nada para salvarse. Esta conducta suele presentarse en caso de enfermedades renales, oncológicas y de inmunosupresión adquirida.

Todos los seres humanos estamos expuestos a los diversos factores que impulsan a las personas a tomar la decisión de suicidarse. A pesar de ello, no todos necesariamente vamos a presentar los mismos niveles de vulnerabilidad frente a dichos componentes, y esto va a depender, en gran parte, de los elementos de protección existentes a nivel individual, familiar, comunitario y en la sociedad, que son los que van a coadyuvar a contrarrestar a los primeros.

Se concluye que la profundización de la crisis económica, social y político-institucional  que atraviesa Venezuela, parece ser el factor de riesgo de mayor peso, que podría explicar la tendencia de aumento de la tasa de suicidios en el país. El incremento de los suicidios puede vincularse con el aumento de la negatividad y/o desesperanza de la población, generando estados de depresión, angustia, ansiedad e incluso agresividad, que en personas vulnerables podrían actuar como factores predisponentes para tomar la decisión de acabar con su vida.

Finalmente, se hace necesario que en Venezuela se le preste la debida atención al tema del comportamiento de los suicidios y su aparente aumento en los últimos años, convirtiendo esta tendencia en un problema de salud pública para el país. Para profundizar el análisis del comportamiento del suicidio a nivel nacional y regional, se hace indispensable que el gobierno nacional garantice la publicación de las estadísticas actualizadas de los registros de mortalidad.

Es imperativo revisar la capacidad instalada del Estado para promover la salud mental de la población, formular políticas públicas integrales y transectoriales, orientadas a garantizar la calidad de atención de los pacientes con patologías mentales y fomentar la vigilancia activa para identificar y apoyar a la población vulnerable.