Prensa OVV Monagas
Durante el primer cuatrimestre del año, la violencia de género representó el 11% de la totalidad de delitos de violencia interpersonal que se cometieron en la entidad federal. Así lo dio a conocer María Palomo, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia en Monagas (OVV Monagas). “Cabe resaltar que, aunque en enero no se reportaron delitos de esta naturaleza, se evidenció un escalonamiento en su incidencia los meses siguientes. En febrero se registraron 3 casos, en marzo 4 y 10 en abril, lo que significa que aumentó más de tres veces la incidencia de este delito en ese lapso, con base a la revisión de prensa que realiza el OVV Monagas”, puntualizó Palomo.
Recordó que “la violencia de género se refiere a cualquier acto violento o agresión, basado en una situación de desigualdad, en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal”.
Palomo señaló que, como ejemplo de los extremos a los cuales se puede llegar, se muestra el suceso ocurrido el 27 de abril, cuando se produjo el femicidio de Alejandra Ramírez, de 28 años, quien fue asesinada de múltiples puñaladas y su cuerpo fue encontrado en una zona enmontada de Pinto Salinas, municipio Maturín. La joven vivía en el sector Morichal, lugar de donde se presume fue sacada por dos individuos conocidos como “El Juancho” y “El Corty”, quienes estarían detrás del asesinato. El primero era su ex esposo, quien, en compañía del otro individuo, la golpearon y torturaron con objetos contundentes y armas punzantes. Se presume que el móvil del suceso haya sido celos; es la versión que cobra mayor fuerza. Sin embargo, se espera el pronunciamiento de los órganos competentes, posterior a la detención de los dos implicados. En este crimen pareciera ser evidente el odio de los victimarios hacia su víctima.
De igual forma, en el mes de abril, “El Periódico de Monagas” realizó un trabajo en el cual señala que cada 24 horas una mujer ha sido agredida física, verbal y sexualmente en el estado, según los procedimientos de los diferentes cuerpos de seguridad. Además, 8 hombres han sido detenidos por violencia de género en la entidad. Estos episodios de agresión se han localizado en los municipios Ezequiel Zamora, Libertador, Maturín, Punceres y Uracoa.
Así mismo, Palomo destacó que, al cierre de mayo, el OVV Monagas registró 6 hechos de violencia basada en género, en donde las víctimas o sus familiares han realizado las denuncias y, como consecuencia, se han producido detenciones de los presuntos implicados, por parte de distintos cuerpos de seguridad.
Resaltó que se trata de una violencia que afecta a las mujeres por el solo hecho de serlo, en su condición sensible y vulnerable. “Constituye un atentado contra la dignidad, la integridad y la libertad de las mujeres, independientemente del ámbito en el que se produzcan los hechos. Además, es reflejo de la cultura de la violencia que simbólicamente se ha aceptado en nuestra sociedad, haciendo más complejo la reversión del fenómeno”.
Palomo explicó que “en Venezuela contamos con una Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual es un instrumento jurídico adecuado para prevenir, atender y sancionar la violencia contra las mujeres; sin embargo, poder disminuir este tipo de violencia y eventualmente erradicarla, implica un trabajo concertado entre la sociedad civil, el sistema educativo y el sistema de justicia”.
Para complicar aún más estas situaciones de agresión, se añade el escenario de pandemia, el cual ha obligado a las familias a permanecer en condiciones de confinamiento, lo cual, eventualmente exacerba las conductas proclives a la violencia. Al referirse a este punto, Palomo explicó que en el 2020 la Organización de la Naciones Unidas para la Mujeres (ONU-MUJERES) emitió un informe alertando acerca de informaciones que apuntaban al aumento de casos de violencia en contra de mujeres, en el contexto del Covid-19. El informe aludía a la necesidad de abordar, a través del seguimiento de estos casos y la recolección de datos, la comprensión del cómo y por qué, pandemias como la del Covid-19 pueden llevar a un aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas.
Para finalizar, agregó “la violencia contra las mujeres y las niñas sigue constituyendo una grave vulneración de los derechos humanos y una preocupación permanente. Ahora mucho más, dado el contexto sanitario por la pandemia del Covid-19. Abordar este fenómeno debe ser una prioridad, tanto para los organismos encargados de enfrentarlo, como para la sociedad en su conjunto”.